
Por lo tanto, la reforma de la formación profesional no sólo es una necesidad urgente sino también un factor decisivo para que el sistema educativo responda con prontitud a las fluctuaciones del mercado laboral mundial.
Muchos pero no de manera uniforme
Actualmente, existen cerca de 1900 instituciones de formación profesional en todo el país, con una tasa de empleo de graduados superior al 90 %. Algunas ocupaciones, como la mecatrónica, la tecnología automotriz, el procesamiento de alimentos y la agricultura de alta tecnología, entre otras, tienen una tasa de contratación prácticamente absoluta. Sin embargo, este éxito no se ha generalizado. La Sra. Phan Thi Le Thu (Far East College) afirmó: «Será difícil mejorar la situación de la formación profesional si la sociedad aún mantiene una mentalidad discriminatoria. Es necesario cambiar la percepción sobre la posición, la función y el valor práctico de la formación profesional».
Cabe destacar un claro cambio en la orientación profesional. Los campos de la ingeniería y la tecnología, la tecnología digital, la logística, las energías renovables, los servicios de alta calidad, etc., se están convirtiendo en nuevos referentes. La transformación digital ya no es una opción, sino una necesidad ineludible, lo que impulsa a muchas instituciones de formación a aplicar activamente la IA, la realidad virtual y las plataformas digitales a la docencia.
Al mismo tiempo, se están produciendo importantes avances en la cooperación entre instituciones de formación y empresas. El modelo de "formación dual" ya no se limita a la fase piloto. En la Escuela Superior de Tecnología Internacional Lilama 2, los estudiantes de mecatrónica solo estudian el 30% de la teoría, y la mayor parte del tiempo practican en talleres de Bosch o GIZ, guiados por ingenieros de la empresa. En la región norte, Samsung ha implementado el "Programa de Talentos Samsung" en numerosas escuelas de formación profesional; muchos estudiantes son reclutados por empresas desde el momento de su período de prácticas.
La integración internacional también ha avanzado significativamente. En Ciudad Ho Chi Minh, un programa conjunto con empresas japonesas y coreanas capacita a ingenieros tecnológicos, alimentarios y mecánicos según los estándares profesionales solicitados directamente por las empresas. El Sr. Truong Anh Dung, Director del Departamento de Formación Profesional y Continua del Ministerio de Educación y Formación, comentó: «Actualmente, la cooperación internacional no se limita al intercambio de estudiantes, sino también al diseño conjunto de programas, el control de calidad y el reconocimiento de titulaciones conjuntas».
Sin embargo, tras esta abundancia se esconde un panorama desigual. Las escuelas profesionales de alta calidad se concentran principalmente en las grandes ciudades, mientras que muchos centros locales siguen operando a un nivel bajo, con ocupaciones superpuestas, falta de inversión y sin capacidad para atraer alumnos. Si bien se han incrementado los presupuestos centrales, locales y sociales, muchos lugares aún carecen de equipamiento, talleres prácticos e instalaciones deterioradas. Los centros de formación profesional no públicos tienen dificultades para acceder a terrenos para ampliar su oferta formativa, y muchos centros se ven obligados a alquilar terrenos para mantener sus operaciones.
Cabe destacar que el sistema de formación profesional aún se centra en la formación a corto plazo, carece de impulso de la industria de alta tecnología, carece de vínculos reales con las empresas y carece de confianza social. La mentalidad de "preferir los títulos" y considerar la universidad como la única vía para iniciar una carrera profesional sigue estando muy extendida.
En el período 2017-2023, más de 180 instituciones públicas se fusionaron y disolvieron según el plan. El sistema está más optimizado, pero su eficacia sigue siendo una gran incógnita. Según Pham Vu Quoc Binh, subdirector del Departamento de Formación Profesional y Educación Continua, para finales de 2024, el país contará con 1886 instituciones de formación profesional, con una matrícula de más de 2,43 millones de estudiantes, alcanzando así más del 100 % de la meta. Sin embargo, más del 70 % de los estudiantes de primaria cursan estudios de corta duración y de bajo acceso. Los niveles intermedio y universitario, pilares de la formación profesional formal, solo representan alrededor del 29 %.
Oportunidad innovadora
La formación profesional se enfrenta a una oportunidad de profunda transformación. El marco legal para la formación profesional nunca ha experimentado un avance tan sólido como ahora. La Directiva n.º 21-CT/TW, de 4 de mayo de 2023, de la Secretaría identifica el desarrollo de la formación profesional como una solución innovadora para mejorar la calidad de los recursos humanos, especialmente de la mano de obra cualificada, para satisfacer las necesidades del desarrollo socioeconómico y la integración internacional. La Directiva establece requisitos integrales para la formación profesional: perfeccionar la legislación en una dirección abierta, interconectada y adaptada al mercado; universalizar la formación profesional para jóvenes, trabajadores y agricultores; reorganizar el sistema de escuelas profesionales; modernizar los contenidos, programas y métodos de enseñanza; fortalecer el vínculo entre el Estado, la escuela y la empresa... El presupuesto para la formación profesional debe incrementarse en consonancia con la función de formar recursos humanos de alta calidad, especialmente en sectores clave.
Se espera que el proyecto de Ley de Formación Profesional (enmendado), cuya presentación ante la Asamblea Nacional está prevista para finales de 2025, sea un impulsor para institucionalizar estas orientaciones. El proyecto hace hincapié en la descentralización, el aumento de la autonomía de las instituciones de formación, la expansión de la cooperación internacional y el perfeccionamiento de los mecanismos financieros. Se anima a las empresas a participar plenamente en el proceso de formación, desde el diseño de los programas hasta la docencia, la inversión y la contratación. El objetivo es construir un sistema de formación profesional moderno y transparente que se adapte a las rápidas fluctuaciones del mercado laboral.
Uno de los contenidos innovadores del borrador es el programa de Educación Secundaria Vocacional, un modelo que integra la educación general y la formación profesional para estudiantes después de la secundaria. Los estudiantes cursan tanto educación general como formación profesional en instituciones de formación profesional, y después de tres años obtienen el diploma de bachillerato. Pueden incorporarse al mercado laboral de inmediato o continuar sus estudios sin tener que repetir el programa de educación general, ahorrando tiempo y dinero, implementando la trayectoria de aprendizaje de forma flexible y, al mismo tiempo, superando las deficiencias actuales de la educación secundaria. El programa será implementado por colegios y escuelas intermedias cualificados, garantizando un doble estándar de formación: educación general y formación profesional intermedia. Este modelo es especialmente adecuado para estudiantes en zonas remotas, donde la demanda de formación profesional es alta, pero el acceso es limitado.
Junto con el modelo de Escuela Secundaria Profesional, la renovación de las escuelas profesionales en torno a la tecnología, la práctica y la innovación es también un pilar importante. No solo se trata de mejorar las instalaciones, sino también de cambiar la forma de operar: diseñar programas con empresas, invitar a expertos a impartir clases y copropiedad de módulos de formación para que el contenido esté siempre próximo al mercado. También es necesario promover los vínculos internacionales, desde el intercambio de profesores y estudiantes hasta el desarrollo de programas que cumplan con los estándares globales.
Según muchos expertos, para sincronizar el sistema, es razonable agrupar la formación profesional bajo una sola unidad de gestión, el Ministerio de Educación y Formación. Cuando el Ministerio gestione tanto la educación general como la formación profesional, la dirección será más precisa y los responsables de la implementación ya no estarán confundidos. Sin embargo, el mecanismo por sí solo no basta. Un sistema de formación eficaz debe basarse en la confianza social, y esto comienza con la comunicación y la orientación profesional. El Sr. Truong Anh Dung afirmó: «Es necesaria la participación de las empresas en la orientación profesional para que los estudiantes puedan visualizar claramente su trayectoria profesional».
Cuando está diseñada adecuadamente, se opera de manera flexible y se conecta estrechamente con el mercado laboral, la educación vocacional puede abrirse paso y convertirse en una nueva fuerza impulsora del crecimiento y las aspiraciones de desarrollo nacional en la nueva era.
Fuente: https://baolaocai.vn/don-bay-the-che-de-giao-duc-nghe-cat-canh-post878929.html
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