El aula es donde comienza el vínculo.
En muchas escuelas de regiones montañosas como Ha Giang , Lao Cai, Lai Chau y Dien Bien, los alumnos que ingresan a primer grado utilizan principalmente sus lenguas maternas, como el hmong, el dao y el tailandés. Por lo tanto, enseñar vietnamita se convierte en una experiencia que requiere paciencia, dedicación y apoyo cercano.

Para muchos estudiantes de primer grado en zonas montañosas, la prioridad no es enseñarles a leer y escribir, sino conocerse, conversar y forjar una buena relación. (Foto: Proporcionada por el entrevistado).
La Sra. Nhè Thị Phượng, maestra de la escuela Po Qua en la comuna de Niêm Tòng, distrito de Mèo Vạc, provincia de Hà Giang, comentó: «Lo más importante no es enseñar a leer y escribir, sino conocerse, conversar y crear un sentido de cercanía. Solo así los niños aceptarán gradualmente el vietnamita como algo familiar en sus vidas».
Relató la historia de una joven estudiante llamada Thò Mí Mí, a quien recordaba especialmente de sus primeros años como maestra: «Mí no hablaba vietnamita estándar, y sus padres tampoco. Enseñarle fue un reto y una motivación a la vez. Cada día, el solo hecho de verla aprender una palabra nueva me hacía feliz, como si hubiera ganado más fuerza».
Para ayudar a los estudiantes a aprender vietnamita de forma más eficaz, muchos profesores de escuelas en zonas montañosas han adoptado métodos de enseñanza flexibles y visuales. En lugar de usar únicamente libros de texto, los profesores llevan a los niños al patio de la escuela, señalan objetos reales, utilizan imágenes, vídeos y juegos, todo ello con el objetivo de crear un ambiente de aprendizaje agradable y natural.
La Sra. Phuong comentó: «A veces, al enseñar sobre pollos, no solo doy una clase magistral, sino que también les pido a los estudiantes que vean un pollo real, escuchen su sonido y lo describan. Los estudiantes recuerdan más rápido, comprenden el significado con mayor profundidad y, poco a poco, adquieren más confianza al hablar vietnamita».

Una lección de idioma vietnamita para estudiantes de primer grado en una escuela en una zona montañosa remota (captura de pantalla de TikTok NV).
Además, los profesores también aprenden las lenguas étnicas de los alumnos para facilitar la comunicación y brindar un mejor apoyo. El método de enseñanza bilingüe, que combina la lengua materna y el vietnamita, no solo facilita la comprensión de las lecciones, sino que también crea una sensación de familiaridad con su propia cultura.
En la escuela donde trabaja la Sra. Phuong, los alumnos reciben una clase extra de vietnamita cada semana. Además, en otras asignaturas como Matemáticas o Estudios Sociales, los profesores también explican los conocimientos con flexibilidad en su lengua materna para que los alumnos los comprendan mejor.
"Por ejemplo, cuando enseño a contar, primero cuento en hmong y luego paso al vietnamita para que los niños entiendan el concepto. Este método les ayuda a comprenderlo y recordarlo con mayor facilidad", compartió la Sra. Phuong.
La familia y la comunidad trabajan juntas.
No solo las escuelas, sino también las familias y las comunidades desempeñan un papel crucial para ayudar a los estudiantes de minorías étnicas a superar las barreras lingüísticas. Muchos padres, incluso aquellos que no dominan el vietnamita, siempre intentan apoyar a sus hijos a su manera.
En una escuela de Muong Khuong ( Lao Cai ), la Sra. Ha, quien ha participado en numerosos viajes de voluntariado a las tierras altas, relató la historia de la madre de Giang Thi Pao, una estudiante de primer grado: "No sabe leer ni hablar vietnamita estándar, pero todos los días lleva a su hija a la escuela puntualmente. En casa, le pide que repita las palabras nuevas que ha aprendido. Si la niña no entiende, sonríe y asiente con la cabeza para animarla. Poco a poco, la niña ha ganado mucha más confianza".

La Sra. Ha y sus alumnos en una escuela en una zona montañosa (Foto: proporcionada por el entrevistado).
En algunas localidades, organizaciones como asociaciones de mujeres y sindicatos juveniles también organizan clases nocturnas de voluntariado para ayudar a los estudiantes a practicar la comprensión auditiva y el habla vietnamita. Aunque son clases sencillas, sin pizarras ni tizas, ofrecen un espacio donde los estudiantes pueden practicar sin temor a cometer errores.
Además, en muchos lugares, los estudiantes de zonas montañosas también reciben apoyo de las escuelas y comunidades mediante regalos prácticos como ropa, zapatos y útiles escolares. Estas cosas sencillas contribuyen a generar calidez y ánimo, ayudándolos a ser más perseverantes en su difícil camino hacia la escuela.
La educación es un viaje de paciencia y de compartir.
Según muchos expertos en educación, incluidos investigadores de la Universidad de Educación - Universidad Thai Nguyen y el Instituto de Ciencias de la Educación de Vietnam, la barrera del idioma sigue siendo uno de los mayores desafíos para los estudiantes de minorías étnicas.
Por lo tanto, fortalecer la educación bilingüe y al mismo tiempo construir un ambiente de aprendizaje amigable que respete las diferencias culturales y lingüísticas son soluciones cruciales para ayudar a los estudiantes a superar estas barreras.
La Sra. Ha compartió: «Cada visita a las escuelas de las tierras altas me demuestra que los maestros de aquí no solo enseñan, sino que también inspiran, fomentan la confianza y abren puertas para que estos pequeños se adentren en un mundo más amplio. Solo espero que algún día, aprender vietnamita deje de ser un obstáculo para ellos».
El idioma ya no será una barrera gracias al apoyo de los profesores, la solidaridad familiar y la determinación de los propios estudiantes. Cada día en clase, el vietnamita dejará de ser un desconocido para ellos, convirtiéndose en un compañero que les ayudará a acercarse a la palabra escrita y a los nuevos conocimientos que les esperan.
Mai Phuong
Fuente: https://dantri.com.vn/giao-duc/dua-con-chu-toi-hoc-sinh-vung-cao-hanh-trinh-cua-gan-ket-va-gan-gui-20250520112027794.htm






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