La tecnología de siembra de nubes es uno de los experimentos más audaces para intervenir en la naturaleza.
La tecnología de búsqueda de nubes (generación de lluvia artificial o siembra de nubes) se considera una solución estratégica en muchos países. (Fuente: BBC)
Tecnología de control de lluvias: desde aplicaciones agrícolas hasta grandes días
Desde el alivio de las sequías y la garantía de los recursos hídricos hasta "mantener el cielo despejado" para grandes eventos, la tecnología de producción de lluvia artificial se está convirtiendo en una herramienta estratégica para muchos países.
En el contexto de un cambio climático cada vez más grave y la escasez de agua, muchos países consideran la tecnología de siembra de nubes una solución estratégica. Desde la investigación de laboratorio hasta la implementación práctica, esta tecnología abre numerosas oportunidades, pero también genera un intenso debate.
Según investigaciones científicas , la lluvia artificial consiste en inyectar núcleos de condensación como yoduro de plata, yoduro de potasio o hielo seco (CO₂ sólido) en las nubes para estimular la formación de gotas de agua. Cuando estas alcanzan el tamaño y el peso suficientes, caen y forman la lluvia.
Los métodos más comunes de siembra de nubes incluyen: rociar desde aviones, disparar cohetes o cañones que transportan productos químicos a las nubes e incluso utilizar sistemas de bengalas terrestres.
Esta tecnología se aplica para reducir la sequía, reponer fuentes de agua, apoyar la agricultura, controlar incendios forestales, reducir la contaminación del aire y modificar el clima para eventos importantes.
El proceso de creación de lluvia artificial. (Fuente: induqin.com)
Según ScienceAlert, Rusia ha llevado a cabo la siembra de nubes para evitar la lluvia en muchos días festivos importantes. Normalmente, el Día Internacional del Trabajo, el 1 de mayo de 2016. Utilizaron aviones o cohetes para lanzar sustancias especiales a las nubes, como polvo de plata, sal de potasio o hielo seco. Estas sustancias ayudan a que la lluvia caiga antes en otros lugares, antes de que las nubes lleguen a Moscú. Gracias a ello, los principales eventos en Rusia en los últimos años se han celebrado en condiciones meteorológicas favorables.
Anteriormente, China también aplicó una tecnología similar en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Se dispararon más de 1.100 cohetes al cielo para "liberar" lluvia antes del evento.
Un avance importante proviene del equipo de investigación de la profesora Linda Zou, de la Universidad Khalifa (EAU). Según MIT Technology Review, el equipo ha desarrollado un nanomaterial con un núcleo de sal de NaCl recubierto de dióxido de titanio.
La ventaja notable es que las nanopartículas pueden funcionar con una humedad más baja (alrededor del 65 %), mientras que los materiales tradicionales solo son eficaces cuando la humedad es superior al 75 %. Gracias a ello, la capacidad de formar gotas de agua mejora significativamente.
Los Emiratos Árabes Unidos han realizado pruebas en Texas (EE. UU.) y han obtenido resultados positivos. Además, el grupo también ha desarrollado partículas generadoras de hielo para nubes frías, capaces de operar a temperaturas de -8 °C, mucho más altas que las de los materiales anteriores.
Potencial y desafíos
Un estudio publicado en la Revista Global de Estudios Climáticos reveló que la siembra de nubes con yoduro de plata puede aumentar la precipitación entre un 10 % y un 30 % en condiciones óptimas. Sin embargo, la eficacia depende de muchos factores, como el tipo de nube, la altura de la base de las nubes, la humedad del aire y la estrategia de despliegue.
Los análisis de costo-beneficio muestran que los beneficios económicos , como el aumento de la productividad agrícola o la reducción de los daños causados por la sequía, a menudo superan los costos de implementación. Sin embargo, los científicos recomiendan que los gobiernos se basen en la evidencia científica, un seguimiento riguroso y la transparencia al implementar esta tecnología.
La tecnología de producción de lluvia artificial abre muchas posibilidades, como complementar los recursos hídricos, apoyar la gestión climática local y diversas aplicaciones en la agricultura, el medio ambiente e incluso en eventos.
Sin embargo, los desafíos no son pequeños: la tecnología aún no es estable, el costo es elevado y requiere infraestructura moderna y recursos humanos especializados. Además, el uso de productos químicos puede generar inquietud sobre los impactos ambientales a largo plazo. Las cuestiones legales y éticas al intervenir en situaciones climáticas adversas, especialmente en zonas fronterizas, también son controvertidas.
Desde campañas a escala nacional hasta investigaciones pioneras sobre nanomateriales en los Emiratos Árabes Unidos, la tecnología de producción de lluvia artificial está entrando en una nueva fase de desarrollo.
Sin embargo, para convertirse en una solución sostenible, esta tecnología debe implementarse de manera responsable, con base en la ciencia, de manera transparente y con coordinación internacional.
Señor Quang
Fuente: https://vtcnews.vn/giai-ma-cong-nghe-duoi-may-ar963372.html
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