Era un trozo de papel de color con un borde tradicional y el nombre del profesor/a en la parte inferior. Pero lo que lo hacía especial no era la forma, sino el corazón de quien lo había hecho. La "carta de felicitación" estaba dedicada a una estudiante de 9 años de la comuna de Hoai Thuong, ciudad de Thuan Thanh, provincia de Bac Ninh , con el siguiente texto: "Felicito a la estudiante D.NA (nombre reservado), de 3.º grado A, por su gran esfuerzo en los estudios. La quiero y me siento orgullosa de ella; espero que siga esforzándose".
A D.NA le diagnosticaron un tumor cerebral hace dos años y la operaron el primer día de clases. El tumor dificulta y agota mucho el estudio. Sufre dolores de cabeza y ve borroso a diario; incluso es mentalmente inestable, agitada, difícil de controlar y se pelea fácilmente con sus amigos. La maestra siempre le presta especial atención, desde la posición en clase hasta el diseño de lecciones que le facilitan la visión; acompaña a sus padres para ayudarla a ponerse al día y estudiar con alegría y naturalidad, como los demás estudiantes. Cada día que va a la escuela, cada vez que sostiene un bolígrafo, cada esfuerzo por absorber conocimientos es una gran victoria.
Carta de felicitación de la maestra de aula Nguyen Thi Cu a los estudiantes. |
El año escolar llegó a su fin. El último día, no pudo ir a la escuela a despedirse de sus maestros y amigos antes de las vacaciones de verano debido a un accidente que requirió cinco puntos de sutura en la pierna. Sus amigos estaban emocionados por los premios y certificados; pero "Estaba triste, diciendo que este año no tenía un certificado para enmarcar y colgar en la pared con su hermana", dijo la madre de D.NA. Al mirar a su hija, la madre de D.NA sintió que se le rompía el corazón, conteniendo las lágrimas en silencio y solo deseando: "Mientras estés sana, ese será mi certificado". Acompañándola como una madre en la escuela, al final del año escolar, la maestra le envió con cariño a D.NA esa "Carta de Reconocimiento" como un sincero aliento y un cálido consuelo. También fue un "certificado de reconocimiento" especial y significativo, una motivación espiritual para la alumna D.NA, que carecía de recursos.
La "carta de recomendación" me hizo reflexionar. La vida no siempre recompensa el esfuerzo con títulos. El verdadero valor del aprendizaje y la educación no reside solo en impartir conocimiento, medido por puntuaciones, sino, de manera más significativa y profunda, en dar amor, enseñar a vivir, a ser un ser humano.
Fuente: https://baodaklak.vn/xa-hoi/202506/giay-khen-dac-biet-9710c2a/
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