El Ministerio de Defensa de Corea del Sur lanzó con éxito el 4 de diciembre un cohete de combustible sólido desde una plataforma de lanzamiento flotante frente a la costa de la isla de Jeju. El cohete envió un pequeño satélite de observación terrestre a una órbita de unos 650 kilómetros de altura, según Yonhap.
Misil de combustible sólido lanzado cerca de la isla de Jeju, en Corea del Sur, el 4 de diciembre.
El satélite de 100 kilogramos, construido por Hanwha Systems, envió señales a tierra tras el lanzamiento, lo que indica que funcionaba con normalidad. El cohete fue desarrollado por la Agencia Coreana para el Desarrollo de la Defensa.
Este es el tercer lanzamiento de prueba del cohete de combustible sólido, que es más fácil de usar y más rentable que los dispositivos de combustible líquido.
El Ministerio de Defensa de Corea del Sur planea desarrollar este misil para construir un sistema de vigilancia satelital. El 1 de diciembre, un satélite espía militar surcoreano también fue lanzado por un cohete SpaceX desde una base en California (EE. UU.).
Misil lanzado el 4 de diciembre por Corea del Sur
La medida se produce después de que Corea del Norte también pusiera en órbita un satélite espía militar y comenzara oficialmente sus operaciones. El 4 de diciembre, el país condenó a Estados Unidos por aplicar un doble rasero al ayudar a Corea del Sur a lanzar un satélite, pero criticó a Corea del Norte por acciones similares.
"No se debe permitir la aplicación forzosa de los jactanciosos estándares estadounidenses en el campo del espacio, el tesoro común de la humanidad", informó la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA), citando a la Administración Nacional de Tecnología Aeroespacial.
El lanzamiento de un satélite por parte de Corea del Norte llevó a Corea del Sur y luego a la propia Pyongyang a invalidar un acuerdo militar bilateral en 2018.
Los medios de comunicación norcoreanos publicaron un comentario durante el fin de semana diciendo que el conflicto y la guerra en la Península Coreana eran sólo cuestión de tiempo después de que se desechara el acuerdo, advirtiendo que Seúl enfrentaría el riesgo de un colapso total si tomaba medidas hostiles.
En respuesta, el Ministerio de Unificación de Corea del Sur condenó el 4 de diciembre las acusaciones infundadas de Corea del Norte con respecto al acuerdo de 2018, enfatizando que la suspensión parcial del acuerdo por parte de Seúl era una medida de defensa mínima.
En un desarrollo relacionado, el 4 de diciembre la policía de Seúl acusó al grupo de hackers Andariel, sospechoso de estar vinculado a Corea del Norte, de robar datos digitales que contienen tecnologías clave de empresas de defensa de Corea del Sur, según Yonhap.
También se cree que Andariel se apoderó de 470 millones de wones (370.000 dólares) en moneda digital mediante ataques de ransomware contra empresas surcoreanas. Parte del dinero se transfirió a Corea del Norte, que no hizo comentarios inmediatos sobre las acusaciones.
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