Todos murieron en ataques con misiles israelíes. Los cuerpos siguen allí, en algún lugar del páramo infinito.
Tras más de cinco semanas de guerra entre Israel y Hamás, algunas calles parecen cementerios. Las autoridades de Gaza afirman no tener el equipo, la mano de obra ni el combustible para buscar a los vivos, y mucho menos a los muertos.
Miles de cadáveres siguen enterrados entre los escombros en Gaza. Foto: AP
Israel afirma que sus ataques tienen como objetivo a militantes e infraestructura de Hamás. Sin embargo, las víctimas suelen ser civiles palestinos, muchos de los cuales siguen desaparecidos.
Omar al-Darawi y sus vecinos pasaron semanas buscando a sus seres queridos entre los escombros de un edificio de cuatro plantas en el centro de Gaza. Cuarenta y cinco personas vivían en el edificio; 32 murieron. En los primeros días tras el ataque, se recuperaron 27 cadáveres. Cinco personas que siguen desaparecidas son primos de al-Darawi.
“La situación está empeorando”, dijo el exuniversitario de 23 años. “No podemos detenernos. Solo queremos encontrarlos y enterrarlos… antes de que sus cuerpos desaparezcan para siempre entre los escombros”.
Según las autoridades sanitarias palestinas, más de 11.400 palestinos han muerto, dos tercios de ellos mujeres y menores. La oficina humanitaria de la ONU estima que unas 2.700 personas, incluidos 1.500 niños, están desaparecidas y se cree que están sepultadas bajo los escombros.
Las desapariciones han agravado el dolor de las familias en Gaza, un país predominantemente musulmán. Según el islam, los muertos deben ser enterrados rápidamente —en 24 horas si es posible—, con el cuerpo cubierto y mirando hacia La Meca.
Tradicionalmente, los familiares lavan el cuerpo con jabón y agua perfumada y ofrecen oraciones de perdón en la tumba.
La búsqueda de cadáveres es especialmente difícil en el norte de Gaza, donde las fuerzas terrestres israelíes luchan contra militantes de Hamás. Cientos de miles de personas han huido al sur, aterrorizadas por los combates, y han recibido la advertencia de Israel de evacuar. En el sur de Gaza, continúan los ataques aéreos y de artillería israelíes, lo que significa que ningún lugar en este pequeño territorio es seguro.
La Defensa Civil Palestina, la principal fuerza de búsqueda y rescate de Gaza, ha sufrido más de 20 muertos y más de 100 heridos desde el inicio de la guerra, según informó el portavoz Mahmoud Bassal. Añadió que más de la mitad de sus vehículos se quedaron sin combustible o resultaron dañados por los combates.
El martes, 28 días después de que un ataque aéreo arrasara su casa, Izzel-Din al-Moghari encontró el cuerpo de su primo. Veinticuatro miembros de su extensa familia vivían en la casa del campo de refugiados de Bureij. Todos menos tres murieron. Ocho siguen desaparecidos.
«Estoy atónito. Lo que hemos pasado es indescriptible», dijo angustiado.
Mai Van (según AP)
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