Fundamento jurídico y aportaciones claras
En la práctica, la Ley de 2008 proporciona al Estado herramientas para apoyar diversos proyectos estratégicos, incluyendo incentivos fiscales, apoyo territorial, crédito y políticas de infraestructura técnica dentro del marco legal. Estas políticas, aunque limitadas en escala y detalle, han contribuido a crear el hábito de invertir en I+D en varias grandes empresas y grupos nacionales de startups. Esta realidad demuestra que la Ley puede generar un ecosistema, si bien requiere mejoras continuas.
Desde su promulgación, la Ley de Alta Tecnología solo ha sido ajustada de forma limitada. Las disposiciones relativas a los incentivos fiscales se modificaron en 2013 y 2014, pero nunca se ha producido una reforma integral para adaptarse a la velocidad de la transformación tecnológica global. Esto ha generado una brecha: muchas regulaciones son generales, los criterios no están cuantificados, no están sincronizados con otras leyes especializadas y resulta difícil cumplir con los requisitos para promover la industria de alta tecnología a mayor escala. Expertos, empresas y organismos de gestión han expresado reiteradamente sus opiniones sobre la necesidad de modificar y actualizar el marco legal para cumplir con la Resolución de la Estrategia Nacional.
Una manifestación concreta de esta brecha es que el gasto de Vietnam en I+D todavía es modesto en comparación con muchas economías desarrolladas.
Según cifras oficiales e informes internacionales, la proporción del gasto en I+D de Vietnam respecto al PIB ronda el 0,4 % (según datos de la OMPI y el Banco Mundial de los últimos años), muy inferior al 3-5 % de muchas economías líderes. Esta cifra muestra un amplio margen para aumentar la inversión y mejorar la eficiencia de la I+D, pero también destaca la necesidad de innovar en políticas y mecanismos de implementación.
Nuevo movimiento: modificar la ley e institucionalizar la estrategia nacional
Reconociendo las deficiencias y la necesidad de avances en ciencia y tecnología, los líderes del Partido y del Estado han emitido nuevas estrategias, incluyendo la Resolución 57-NQ/TW del Politburó sobre avances en el desarrollo científico y tecnológico, la innovación y la transformación digital nacional. Sobre esta base, el Ministerio de Ciencia y Tecnología está redactando la Ley de Alta Tecnología revisada, orientada a cuantificar los incentivos, priorizar la I+D, comercializar los resultados de la investigación y garantizar la seguridad tecnológica. El objetivo es transformar la ley de un "marco general" en una herramienta de aplicación cuantitativa, transparente y responsable.
En septiembre de 2025, el Ministerio de Justicia organizó un Consejo para revisar el proyecto de Ley de Alta Tecnología (enmendado), con la participación de representantes de diversos ministerios y ramas, con el fin de controlar estrictamente el alcance de la regulación, su viabilidad y su compatibilidad con el ordenamiento jurídico. Esto indica que el proceso de revisión se está llevando a cabo con mayor cautela. Los dictámenes de la revisión señalaron claramente la necesidad de cuantificar los criterios y diseñar un mecanismo de incentivos lo suficientemente sólido, pero con condiciones claras para evitar el abuso de políticas.
Ley de Alta Tecnología (modificada), con la orientación de cuantificar los incentivos, enfocar la I+D, comercializar los resultados de la investigación y garantizar la seguridad tecnológica.
El punto clave de este cambio no es solo "modificar la ley", sino también cambiar la mentalidad política: del apoyo general a incentivos responsables, del apoyo individual a la creación de un ecosistema de I+D, producción y comercialización, de la importación de tecnología al dominio de la tecnología estratégica. Este es el espíritu de autonomía, que fomenta la cooperación internacional y potencia la capacidad endógena, ayudando a las empresas vietnamitas a desarrollar productos de alto valor añadido y protegiendo los intereses nacionales.
Más de 16 años después de la promulgación de la Ley de Alta Tecnología, su contribución a la creación de zonas tecnológicas, el impulso a las actividades de I+D y la creación de una base jurídica inicial es evidente. Sin embargo, para aprovechar al máximo las oportunidades de la Revolución Industrial 4.0 y alcanzar los objetivos estratégicos para 2030-2045, Vietnam necesita una transformación más contundente: las leyes deben ser específicas, los incentivos deben ser cuantificados, los mecanismos deben ser transparentes y contar con un mecanismo de auditoría posterior. En ese momento, la Ley de Alta Tecnología (enmendada) no solo será un documento legal, sino que se convertirá en una herramienta estratégica para integrar la alta tecnología y la aspiración de autonomía tecnológica en el corazón del nuevo modelo de crecimiento del país.
Fuente: https://mst.gov.vn/hanh-trinh-hon-16-nam-luat-cong-nghe-cao-tu-nen-mong-den-buoc-chuyen-moi-197251012135329648.htm
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