Cada código OTP es único y no se puede duplicar.
El OTP es un elemento común en la vida digital actual, desde las transacciones bancarias hasta la protección de cuentas en redes sociales. Pocas personas saben que esta fugaz serie de números se crea mediante un complejo mecanismo de cifrado que combina claves secretas en tiempo real y algoritmos estándar.
Comprender cómo funciona OTP brinda a los usuarios mayor tranquilidad y una comprensión clara de uno de los métodos de seguridad más populares en la actualidad.
OTP 'Muro'
OTP significa Contraseña de un Solo Uso, es decir, una contraseña de un solo uso. Este código suele tener 6 dígitos, se genera aleatoriamente y aparece en operaciones como transferencias bancarias, inicios de sesión en redes sociales o autenticación de cuentas.
Lo que hace especial a OTP es su breve periodo de validez, de tan solo 30 a 60 segundos. Transcurrido ese tiempo, el código caducará y deberá volver a generarse si no se utiliza. Esto ayuda a minimizar el riesgo de que personas malintencionadas se aprovechen o reutilicen códigos antiguos.
Muchos bancos en Vietnam utilizan ahora el OTP para confirmar transacciones en línea. Los usuarios recibirán un código en su teléfono y deberán introducirlo correctamente dentro del plazo establecido. De igual forma, plataformas como Google y Facebook también utilizan el OTP en la autenticación de dos factores para proteger sus cuentas.
A pesar de su apariencia simple y fugaz, el OTP es una de las protecciones más efectivas disponibles actualmente. La brevedad de este código no es aleatoria, sino que está controlada por un estricto sistema de generación de código basado en el tiempo y principios de cifrado únicos.
Un código, un uso: ¿De dónde viene?
La mayoría de los códigos OTP actuales se generan mediante el mecanismo TOTP, que significa Contraseña de un solo uso basada en el tiempo. Se trata de un código en tiempo real que suele durar solo unos 30 segundos y luego se reemplaza por uno nuevo.
Además de TOTP, existe otro mecanismo llamado HOTP, que utiliza un contador en lugar de un temporizador. Sin embargo, HOTP es menos popular porque el código no caduca automáticamente tras un tiempo determinado.
Para generar cada OTP, el sistema necesita dos elementos: una clave secreta única y permanente asignada a cada cuenta y la hora actual según el reloj del sistema. Cada 30 segundos, la hora se divide en segmentos iguales y se combina con la clave secreta para generar un nuevo código. De esta forma, independientemente de dónde utilice la aplicación de autenticación, siempre que la hora de su dispositivo coincida con la del servidor, el OTP será correcto.
Cada segmento de 30 segundos se considera una "ventana de tiempo". Al pasar a la siguiente ventana, se generará un nuevo código. El código antiguo, aunque no se elimine, quedará automáticamente invalidado porque ya no coincide con la hora actual. Este mecanismo permite que cada código OTP solo se pueda usar en el momento oportuno y no se pueda reutilizar después de unas pocas decenas de segundos.
El proceso de generación de código sigue el estándar internacional RFC 6238, utilizando el algoritmo HMAC SHA1 para el cifrado. Aunque solo genera 6 dígitos, el sistema es lo suficientemente complejo como para que sea prácticamente imposible adivinarlo. Cada usuario tiene una clave única, y el tiempo de generación del código también varía, por lo que la probabilidad de códigos duplicados es prácticamente nula.
Un punto interesante es que aplicaciones como Google Authenticator o Microsoft Authenticator pueden generar códigos OTP sin necesidad de internet ni señal telefónica. Tras obtener la clave secreta inicial, la aplicación solo necesita sincronizar la hora exacta para funcionar de forma independiente. Esto aumenta la flexibilidad y, al mismo tiempo, garantiza la seguridad durante el proceso de autenticación.
Riesgos de los códigos OTP y cómo protegerse
El OTP es una capa de protección eficaz, pero no es completamente seguro. En muchas estafas recientes, los delincuentes no necesitaron usar alta tecnología para atacar, sino que solo consiguieron que la víctima proporcionara el código OTP.
Las llamadas falsas de empleados bancarios, los mensajes falsos con enlaces de inicio de sesión o las notificaciones ganadoras tienen como objetivo obtener códigos OTP dentro del período de validez.
Algunos programas maliciosos también pueden leer silenciosamente mensajes que contienen OTP si el usuario ha otorgado permiso a una aplicación desconocida. Por eso, cada vez más servicios están optando por usar aplicaciones que generan sus propios códigos, en lugar de enviarlos por SMS. De esta forma, los códigos no dependen de la red móvil y son más difíciles de interceptar.
Para proteger tu cuenta, nunca compartas tu OTP con nadie. Si recibes una llamada, un mensaje de texto o un enlace inusual que te pide un código, detente y revísalo con atención. Usar la autenticación de dos factores con una aplicación como Google Authenticator o Microsoft Authenticator también es una forma importante de aumentar la seguridad.
Fuente: https://tuoitre.vn/he-lo-bi-mat-ma-otp-20250704115450312.htm
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