El 24 de septiembre, la Dra. Nguyen Thi Kim Nhi, jefa del Departamento de Neonatología del Hospital Infantil 2, informó que la bebé era su primera hija, nacida a término, sin anomalías registradas durante el embarazo y con un peso de 2,5 kg al nacer. Inmediatamente después de nacer en un hospital privado, se le detectó un hematoma en el pecho y fue trasladada al Hospital Infantil 2.
El Departamento de Neonatología ingresó al bebé con dificultad respiratoria, con cuello abultado, grandes hematomas en la zona cuello-pecho, anemia y trombocitopenia grave. La enfermedad progresó rápidamente, con hematomas que se extendieron a la zona mentón-cuello-pecho, edema grave en el cuello y la cara en ambos lados, acompañado de disfunción de la coagulación sanguínea y anemia grave que requirió transfusión sanguínea.
Moretones e hinchazón en niños debido al síndrome de Kasabach-Merritt
Los resultados iniciales de la ecografía torácica mostraron un engrosamiento difuso de los tejidos blandos de la pared torácica y el cuello, así como hiperperfusión difusa. Posteriormente, se realizó una tomografía computarizada de tórax para examinar la imagen y obtener una evaluación más precisa. La tomografía computarizada mostró que el bebé presentaba hemangiomas sublinguales, en la pared faríngea anterior, en ambos lados del cuello, en la pared torácica anterior y en el mediastino superior, que rodeaban la compresión, causando un estrechamiento de la tráquea subglótica. En combinación con otras pruebas clínicas, se diagnosticó al bebé síndrome de Kasabach-Merritt, causando una compresión grave de las vías respiratorias, y se le administró CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias).
Según la Dra. Nguyen Thi Kim Nhi, este síndrome es poco común y difícil de tratar. Se caracteriza por un hemangioma gigante de rápido crecimiento, acompañado de un aumento en el consumo de plaquetas y factores de coagulación, lo que provoca en los pacientes una mayor propensión a hemorragias y anemia grave. Según la literatura médica, la mayoría de los casos de este síndrome se tratan gradualmente con altas dosis de corticoides. Si no se observa mejoría, se combinarán otros fármacos específicos, como vincristina o sirolimus, para prevenir la proliferación de vasos sanguíneos en el tumor.
La condición del bebé mejoró y se estabilizó en la visita de seguimiento de los 3 meses.
Para este paciente, el Departamento de Neonatología consultó con expertos de los departamentos de Hematología Oncológica, Quemados Ortopédicos, Diagnóstico por Imágenes y el Departamento de Planificación General del hospital, y acordaron tratarlo con corticoides y vincristina.
Tras una semana de tratamiento, el hemangioma del bebé disminuyó de tamaño y dejó de comprimir las vías respiratorias, por lo que la insuficiencia respiratoria mejoró y se suspendió la CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias). Al mismo tiempo, el recuento de plaquetas aumentó gradualmente, no se observó ningún trastorno de la coagulación y ya no requirió transfusión sanguínea. El bebé fue dado de alta con signos vitales estables y visitas de seguimiento regulares.
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