
Según HSBC, el PIB de Vietnam en el tercer trimestre de 2025 aumentó un 8,23%, cifra muy superior a la previsión del mercado del 7,2%. Este logro permitió a Vietnam superar a las principales economías de la región y consolidar su posición como un referente de crecimiento en Asia. Asimismo, HSBC comentó: «Vietnam está demostrando una gran resiliencia y capacidad de recuperación económica. El crecimiento en el tercer trimestre superó las expectativas, gracias no solo a la recuperación de las exportaciones, sino también a la aceleración del consumo interno y la inversión en infraestructuras».
De hecho, sectores clave para la exportación, como la electrónica, la informática, los componentes y los textiles, registraron un crecimiento de dos dígitos. El volumen de exportaciones en el tercer trimestre alcanzó los 128.600 millones de dólares, un 18,4% más que en el mismo periodo del año anterior, lo que elevó el superávit comercial a 3.000 millones de dólares, el doble que en el primer semestre. En particular, las exportaciones a Estados Unidos aumentaron casi un 30%, lo que refleja la capacidad de Vietnam para aprovechar eficazmente la tendencia de la transformación de las cadenas de suministro globales.
HSBC cree que tres factores principales contribuyen al fuerte crecimiento de Vietnam: el comercio sostenible, la recuperación de la producción industrial y un consumo interno estable.
La producción industrial en el tercer trimestre aumentó un 10 % interanual, impulsada por el sector electrónico gracias al incremento de la demanda de componentes y equipos tecnológicos con inteligencia artificial (IA). Paralelamente, las ventas minoristas crecieron un 12 %, mientras que el turismo se recuperó por encima de las expectativas, con 15 millones de llegadas internacionales, alcanzando el 120 % de los niveles prepandémicos.
Además, se han implementado una serie de proyectos de infraestructura clave, lo que ha contribuido a que la inversión real en el tercer trimestre aumente casi un 10 %. Sin embargo, HSBC señaló que la tasa de desembolso de la inversión pública solo alcanzó aproximadamente el 50 % del plan anual, lo que demuestra que todavía hay mucho margen para impulsar el crecimiento en el cuarto trimestre.
El informe de HSBC valoró positivamente la capacidad de Vietnam para gestionar una macroeconomía estable en un contexto global volátil. La inflación en septiembre de 2025 se situó en el 3,4%, por debajo del límite máximo del 4,5-5% fijado por el Banco Estatal, mientras que la inflación subyacente se mantuvo en el 3,2%, lo que refleja un entorno de precios bien controlado.
El crecimiento del crédito a finales de agosto aumentó casi un 20%, alcanzando así el objetivo anual, mientras que la inversión extranjera directa (IED) siguió contribuyendo positivamente. La IED total en el tercer trimestre aumentó un 15%, lo que demuestra la sólida recuperación de la confianza de los inversores internacionales en Vietnam.
La estructura de los flujos de capital de la IED también ha cambiado positivamente: Singapur, China continental y Estados Unidos representan ahora alrededor de un tercio del total del capital recién registrado, lo que refleja la tendencia de trasladar la inversión manufacturera a Vietnam en el contexto de la reconfiguración de la cadena de suministro global.

Con una sólida base económica, HSBC no solo elevó su previsión de crecimiento del PIB para 2025 al 7,9%, sino que también revisó al alza su previsión para 2026 del 5,8% al 6,7%. Al mismo tiempo, el banco elevó ligeramente su previsión de inflación al 3,3% para 2025 y al 3,5% para 2026, pero afirmó que este nivel aún se mantiene bajo control.
HSBC evaluó: “Vietnam está entrando en un período de crecimiento de alta calidad, donde el comercio, la inversión y el consumo interno contribuyen positivamente. Mantener la estabilidad macroeconómica, una política fiscal flexible y el progreso en el desembolso de la inversión pública serán clave para garantizar un impulso de crecimiento sostenible”.
Según los expertos de HSBC, Vietnam es plenamente capaz de alcanzar o superar el objetivo de crecimiento de más del 8% en 2025, si aprovecha eficazmente el impulso del comercio mundial, acelera la inversión en infraestructuras y amplía el espacio económico digital.
A pesar de las perspectivas positivas, HSBC también advirtió sobre los riesgos derivados de las fluctuaciones del comercio internacional y el impacto de las tensiones geopolíticas que podrían afectar los flujos mundiales de materias primas. Además, la demanda interna, si bien se está recuperando, aún necesita un mayor apoyo mediante políticas de estímulo y el aumento de la renta disponible de la población.
Sin embargo, gracias a un entorno de inversión estable, una sólida base exportadora y el compromiso del Gobierno con el desarrollo sostenible, HSBC cree que Vietnam sigue siendo uno de los destinos de inversión más atractivos de Asia.
La audaz decisión de HSBC de elevar la previsión de crecimiento del PIB de Vietnam a casi el 8% no solo refleja resultados económicos positivos en 2025, sino que también reafirma la confianza internacional en la capacidad de gestión, la resiliencia y la visión de desarrollo de Vietnam.
En el contexto de un comercio mundial volátil, Vietnam está emergiendo como una “estrella del crecimiento” del sudeste asiático, con el potencial de mantener un crecimiento alto, estable y sostenible, con el objetivo de convertirse en una economía desarrollada de altos ingresos para 2045.
Fuente: https://baohungyen.vn/hsbc-nang-du-bao-tang-truong-gdp-viet-nam-len-7-9-3187183.html






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