Indonesia tuvo una vez un jugador de voleibol que causó controversia por su género - Foto: INA
Esta información fue anunciada por el Sr. Kongsak Yodmanee (Director General de SAT), lo que podría crear un hito histórico en el ámbito deportivo regional.
Pasado controvertido
Las pruebas de género han ensombrecido el deporte femenino durante medio siglo. Desde los escrutinios visuales hasta las pruebas de cromosomas de Barr y PCR, pasando por el control de testosterona, los organismos rectores del deporte han tenido que cambiar constantemente la forma en que controlan la equidad de género en el ámbito femenino. Pero cuantos más cambios, más controversia.
Las pruebas de género fueron introducidas oficialmente por el Comité Olímpico Internacional (COI) en los Juegos Olímpicos de 1968, tras una serie de escándalos. Antes de las pruebas moleculares, muchas competiciones utilizaban inspecciones visuales o exámenes ginecológicos para confirmar la feminidad, un método invasivo y poco científico .
Desde finales de la década de 1960, los Juegos Olímpicos han utilizado pruebas de células de Barr para detectar el posible "factor masculino" en algunas atletas. Sin embargo, la precisión de estos resultados fue rápidamente cuestionada por la comunidad científica.
A finales de la década de 1990, un equipo de investigación dirigido por el Dr. Louis J. Elsas (EE.UU.) afirmó que el COI había realizado pruebas masivas a atletas femeninas entre 1968 y 1998, y señaló las desventajas médicas y éticas de esas medidas.
La presión de la comunidad científica llevó al COI a un punto de inflexión. En junio de 1999, el Comité Ejecutivo del COI abolió las pruebas de sexo universales. Desde los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, el COI solo ha realizado pruebas de sexo cuando existe una "duda razonable".
La controversia no cesó cuando el deporte entró en la "era de la testosterona": la hormona sexual masculina se convirtió gradualmente en una dosis de dopaje habitual para las atletas femeninas. Desde 2011, World Athletics introdujo el concepto de "hiperandrogenismo", que estima que los niveles de testosterona en un umbral determinado otorgan una ventaja a las atletas femeninas.
Pero en 2015, la controversia en torno a la atleta Dutee Chand provocó que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) suspendiera temporalmente esta regulación, al tiempo que exigía pruebas más sólidas del vínculo entre la testosterona y el rendimiento.
En resumen, hay muchos atletas con cuerpos biológicos anormales que poseen niveles anormalmente altos de testosterona, superando el umbral establecido por World Athletics. Pero no hacen trampa, no intencionalmente, y es posible que ni siquiera obtengan una ventaja significativa de ello.
Debido a esta controversia, World Athletics ha tenido que cambiar continuamente el umbral máximo de testosterona permitido para que las atletas femeninas compitan.
Ni siquiera el COI está seguro
La Federación Internacional de Atletismo (FA) se muestra agresiva en materia de pruebas de género, mientras que el COI está claramente confundido porque tiene que gestionar tantos deportes diferentes.
En noviembre de 2021, el COI publicó un documento denominado "Marco sobre Equidad, Inclusión y No Discriminación por Motivos de Identidad de Género y Variaciones Sexuales", adoptando un enfoque basado en los derechos humanos y la ciencia para cada deporte. El marco afirma que el COI no exigirá pruebas de género universales ni impondrá un límite de testosterona a nivel olímpico, y dejará en manos de las federaciones internacionales el desarrollo de políticas basadas en la evidencia, proporcionadas y respetuosas de la dignidad humana, con el principio de no someter a los atletas a intervenciones médicas innecesarias.
¿Cómo manejará Tailandia esta situación?
El debate sobre género se ha vuelto a calentar en los Juegos Olímpicos de París 2024. En esta ocasión, el boxeo se convirtió en el centro de atención cuando dos atletas, Imane Khelif y Lin Yu Ting, pudieron competir, incluso ganando medallas de oro en sus respectivas categorías de peso, a pesar de haber sido previamente vetadas por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA, una de las prestigiosas organizaciones de boxeo profesional). La IBA presentó documentos que demostraban que ambos boxeadores eran hombres, pero el COI los rechazó, confirmando que ambas seguían siendo "mujeres".
Un solo ejemplo de Khelif, Lin Yu Ting, muestra la complejidad de las pruebas de género en la actualidad. Es un problema con una amplia cobertura, desde sospechas de fraude de género y dopaje (específicamente testosterona), hasta síndromes complejos (típicamente el síndrome de Swyer) que hacen que las mujeres posean numerosas características biológicas masculinas.
Es evidente que la naturaleza no creó a los humanos simplemente con dos identidades de género básicas: masculino y femenino. Existen muchos casos biológicamente complejos, y el debate habitual es si algunos de estos casos especiales obtienen ventajas significativas en la competición deportiva.
La mayoría de quienes vemos deportes femeninos sentimos insatisfacción cuando vemos atletas "demasiado fuertes". Las pruebas de género suelen ser una buena idea, pero nunca pondrán fin a la controversia.
La pregunta es, si incluso el nivel del COI todavía está confundido sobre este tema, ¿cómo lo afrontará Tailandia?
En una declaración publicada el 15 de agosto, el Sr. Yodmanee afirmó que las pruebas de género se centrarían en los deportes de combate y en las artes marciales, el voleibol, el fútbol, etc. Pero Tailandia tendrá que considerar la lección de los Juegos Olímpicos de París, cuando el COI y la IBA tuvieron opiniones contradictorias.
Aún no está claro qué método de prueba de género considerará Tailandia en los 33.º Juegos del Sudeste Asiático. A partir de septiembre, World Athletics volverá a revolucionar el mundo del deporte de élite al anunciar nuevas regulaciones que exigen la prueba del gen SRY, el gen que determina el género masculino.
En consecuencia, a partir del 1 de septiembre de 2025, todos los atletas que deseen competir en la categoría femenina en torneos internacionales del sistema de clasificación mundial deberán realizarse una prueba del gen SRY una vez en la vida mediante hisopado bucal o sangre seca. Sin embargo, un nuevo método tardará mucho en popularizarse.
Por lo tanto, las pruebas de género son un debate entre la ética y la ciencia, entre desacuerdos entre las autoridades deportivas y las emociones irracionales de los aficionados. Cuando el COI se cansó, los Juegos del Sudeste Asiático (SEA Games) se lanzaron a este tema.
Fuente: https://tuoitre.vn/kiem-tra-gioi-tinh-o-sea-games-33-thach-thuc-qua-lon-cho-thai-lan-20250817232939864.htm
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