La campaña militar especial de Rusia en Ucrania ha entrado en su tercer año (desde el 24 de febrero de 2022) y, aunque los combates siguen siendo intensos, los líderes de ambos países han emitido declaraciones reafirmando su determinación de ganar el conflicto.
| Fotografía de una zona de Odesa tras ser atacada con drones en Nochevieja. (Fuente: X/DailyNews24) |
El 1 de enero, la fuerza aérea ucraniana afirmó que Rusia lanzó 90 vehículos aéreos no tripulados (VANT) Shahed, fabricados en Irán, en la víspera de Año Nuevo, pero que el país de Europa del Este destruyó 87 de ellos, una cifra récord de VANT, en el ataque.
Los ataques con drones también afectaron a la ciudad de Lviv, en el oeste de Ucrania, cerca de la frontera con Polonia. El alcalde Andriy Sadovy informó que una universidad vinculada a un nacionalista ucraniano y un museo resultaron dañados.
Además, ese mismo día, Kiev afirmó que Moscú también lanzó misiles contra la región de Járkov, en el noreste del país, y contra las regiones de Odesa, Jersón y Zaporiyia, en el sur de Ucrania.
Mientras tanto, Reuters informó que el 2 de enero, el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, anunció que los restos de un dron ruso derribado se incendiaron en el distrito de Desnianskyi de la capital, y que las fuerzas de emergencia estaban presentes en el lugar.
El incidente se produjo un día después de que el presidente ruso Vladimir Putin dijera que Moscú intensificaría las acciones contra objetivos militares en Ucrania, tras el ataque sin precedentes de Kiev contra la ciudad rusa de Belgorod durante el fin de semana.
Mientras tanto, la AFP citó información del gobierno local de Donetsk, designado por Rusia, según la cual Ucrania llevó a cabo un ataque de artillería contra la ciudad en la víspera de Año Nuevo, causando numerosas víctimas.
En otro orden de cosas, en una entrevista con The Economist , el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky afirmó que la opinión de que Rusia está ganando el conflicto que dura ya casi dos años es solo una "sensación".
Según el líder, atacar el poder de Moscú en Crimea es muy importante para limitar los ataques contra Ucrania, así como para proteger las ciudades del este del país.
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