DNVN - El objetivo para 2025 es alcanzar un crecimiento del PIB del 7% al 7,5%, con el objetivo de alcanzar el 8% para sentar las bases del plan de 2026 y allanar el camino hacia un crecimiento de dos dígitos en el período 2021-2030. Para lograr este avance, el factor clave sigue siendo la motivación interna.
El año 2025 tiene una importancia especial con numerosos hitos importantes: 95 años de la fundación del Partido, 50 años de la liberación del Sur y la reunificación nacional, 135 años del natalicio del presidente Ho Chi Minh y 80 años de la fundación del país. Este es también el año de los Congresos del Partido a todos los niveles, con miras al XIV Congreso Nacional del Partido, que marca el inicio de una nueva era de sólido desarrollo nacional, impulsando a Vietnam a acelerar, superar los desafíos y alcanzar nuevas metas.
Metas ambiciosas
Para 2025, Vietnam aspira a un crecimiento económico del 7-7,5% del PIB, con un objetivo de alrededor del 8% para impulsar la implementación del plan de 2026 y avanzar hacia un crecimiento de dos dígitos en el período 2021-2030. El objetivo de alcanzar un PIB per cápita de 4.900 USD busca mejorar la competitividad de la economía en el ámbito internacional, a la vez que busca posicionar a Vietnam entre los 31-33 países con el mayor PIB del mundo.
Se prevé que la proporción de la industria de procesamiento y manufactura en el PIB alcance aproximadamente el 24,1%, la productividad laboral social aumente en un promedio del 5,3% al 5,5% anual, y se prevé que la economía digital contribuya con alrededor del 20% del PIB gracias al impulso de la transformación digital. Si bien se prevé que el crecimiento del PIB en 2024 supere el 7%, la base de la recuperación y el impulso de crecimiento a largo plazo aún no son del todo sólidos, lo que requiere soluciones estratégicas para mantener el impulso del desarrollo sostenible.
Para alcanzar los objetivos de 2025, el Gobierno ha establecido una serie de tareas clave para estabilizar la macroeconomía y controlar la inflación.
Para alcanzar los objetivos de 2025, el Gobierno se centra en estabilizar la macroeconomía y controlar la inflación, manteniéndola por debajo del 4% (se prevé que se sitúe en torno al 3,87% en 2025 y el 3,83% en 2026), a la vez que garantiza la estabilidad económica. Se proponen dos escenarios de crecimiento del PIB para 2025: un escenario positivo con una tasa de crecimiento del 6,8% gracias al fuerte crecimiento de las exportaciones (alrededor del 11,7%, superior al 9,8% de 2024); un escenario negativo con un crecimiento de tan solo el 5,6% debido a la disminución de las exportaciones y la inversión extranjera directa (IED), afectada por las restricciones comerciales de Estados Unidos sobre bienes internacionales, incluido Vietnam.
Los ingresos presupuestarios estatales estimados para 2025 se estiman en 1.966.800 billones de VND, un aumento del 15,6% en comparación con 2024, mientras que los gastos presupuestarios son de aproximadamente 2.527.800 billones de VND, un aumento de 408.400 billones de VND para cubrir las necesidades de inversión en proyectos clave de infraestructura nacional, garantizar el pago de salarios del sector público e implementar políticas de seguridad social. Se espera que el déficit presupuestario sea de 471.500 billones de VND (equivalente al 3,8% del PIB), dentro del límite de seguridad de la deuda pública, la deuda pública y la deuda externa. El Gobierno también pretende completar al menos 3.000 km de carreteras, básicamente completar el aeropuerto de Long Thanh y otros proyectos importantes, y eliminar las viviendas temporales y deterioradas en todo el país.
Motivación intrínseca y 4 soluciones sincrónicas
Para alcanzar los objetivos fijados, la tarea clave del plan 2025 es implementar de forma sincronizada soluciones estratégicas.
En primer lugar, el factor clave es perfeccionar y promover la reforma institucional. A pesar de los importantes avances, el sistema legal aún presenta problemas y deficiencias, desfasado de la realidad y las exigencias del desarrollo. La emisión de documentos que guían la implementación de la ley sigue siendo lenta, la superposición de normativas no se ha resuelto por completo, y la descentralización, la delegación de competencias y la simplificación de los procedimientos administrativos no han sido verdaderamente eficaces.
Por lo tanto, la máxima prioridad es continuar perfeccionando la institución, considerándola como "la clave de la innovación". Cuando se elimine, se convertirá en un potente motor de desarrollo. Es necesario innovar el enfoque de gestión, priorizando tanto el rigor como la creatividad, a la vez que se maximiza la movilización de recursos y se crean nuevos espacios de desarrollo. La revisión y el perfeccionamiento del sistema legal, en especial las regulaciones sobre inversión pública, planificación, licitación y gestión de activos públicos, contribuirán a crear condiciones favorables para las empresas, a la vez que mejorarán la eficacia de la gestión estatal.
Para mantener el impulso de crecimiento, Vietnam necesita acelerar las reformas institucionales en diversos aspectos, no solo económicos, sino también culturales, científicos, tecnológicos e innovadores. Fortalecer la descentralización y la delegación de poderes para crear las condiciones necesarias para que las localidades se desarrollen proactivamente, eliminando al mismo tiempo las barreras administrativas innecesarias.
El impulso de crecimiento en 2025 provendrá de la determinación del Gobierno de perfeccionar las instituciones y tomar decisiones para eliminar los obstáculos legales y así liberar recursos económicos. Las reformas deben tener una hoja de ruta clara, con objetivos a largo plazo (2030-2040), que garanticen la estabilidad y limiten las enmiendas múltiples. Además, se requieren políticas de apoyo más adecuadas para promover el desarrollo empresarial y mejorar la vida de las personas, sentando una base sólida para que Vietnam se convierta en un país desarrollado para 2045.
La primera y más importante solución para promover el crecimiento económico es seguir mejorando las instituciones.
En segundo lugar, centrarse en la innovación de los motores tradicionales de crecimiento, como la inversión, la exportación y el consumo, a la vez que se promueven con fuerza nuevos. En el contexto de las fluctuaciones económicas mundiales, la incorporación de nuevos motores de crecimiento es un factor clave. En 2025, es necesario promover el consumo interno y aprovechar la tendencia de recuperación de los mercados para expandir las exportaciones. El aprovechamiento eficaz de los acuerdos comerciales bilaterales y multilaterales ayudará a Vietnam a expandir sus mercados de producción, a la vez que reducirá su dependencia de las exportaciones mediante la activación de los motores de crecimiento interno. Otra estrategia importante es mejorar la productividad laboral de forma más rápida, sostenible y eficiente.
La tendencia general mundial es desviar el capital de inversión de China, lo que genera oportunidades para terceras economías, entre las que Vietnam es un destino atractivo. Para aprovechar esta tendencia, Vietnam necesita promover los recursos de inversión, identificando la inversión pública como motor de la inversión privada. La estrategia para atraer IED debe cambiar de atraer a toda costa a ser selectiva, priorizando proyectos de alta tecnología a gran escala e inversores estratégicos. Esto no solo mejora la capacidad productiva nacional, sino que también crea un vínculo entre el sector de la IED y la economía nacional, especialmente en áreas como las energías renovables, los chips semiconductores y las industrias que buscan un desarrollo económico verde y sostenible.
Además, es necesario impulsar nuevos motores de crecimiento como la tecnología digital, la IA, la computación en la nube y las energías renovables (solar, eólica, hídrica). Invertir en tecnologías verdes, economía circular, economía colaborativa y economía del conocimiento es una tendencia inevitable. La transformación verde requiere un gran capital para tecnología y maquinaria modernas, y al mismo tiempo, es necesario aceptar un período de inversión a largo plazo, lo que puede reducir las ganancias a corto plazo para lograr una eficiencia sostenible. Cambiar los hábitos de consumo para priorizar los productos ecológicos también contribuirá a promover el crecimiento económico sostenible.
En tercer lugar, promover la inversión pública y mejorar el entorno de inversión empresarial. La inversión pública sigue desempeñando un papel importante en el crecimiento económico, ya que cada unidad de inversión pública desembolsada genera 1,61 unidades de inversión privada. Por lo tanto, es necesario priorizar proyectos nacionales importantes y proyectos estratégicos de infraestructura para impulsar el PIB, generar empleo y mejorar la conectividad regional, mejorando así la competitividad nacional.
Eliminar las dificultades para los proyectos relacionados con el suelo, desarrollar el mercado inmobiliario y promover nuevos motores de crecimiento como la innovación, la economía digital y la economía verde son tareas clave. Reformar los procedimientos administrativos, eliminar las condiciones comerciales innecesarias y crear condiciones favorables para que las empresas accedan al capital, especialmente al crédito, contribuirá a mejorar la competitividad. El objetivo de crecimiento del crédito superior al 15% impulsará considerablemente la producción y las actividades comerciales.
Además, es necesario promover la reestructuración del sistema crediticio, junto con la gestión de la morosidad, implementar políticas preferenciales para las pequeñas y medianas empresas (PYME) y apoyar su reinserción en el mercado. En particular, fomentar la cooperación entre grandes y pequeñas empresas para crear cadenas de valor nacionales y desarrollar industrias de apoyo.
El desembolso de capital público debe alcanzar al menos el 95%, centrándose en la implementación de tres programas nacionales aprobados por la Asamblea Nacional. Se acelerará el avance de proyectos clave, como el sistema de autopistas, y se preparará la inversión en importantes proyectos ferroviarios. Se desarrollarán zonas económicas clave, junto con vínculos regionales, para aumentar la autonomía económica y reducir la dependencia del mercado internacional.
En cuarto lugar, desarrollar recursos humanos de alta calidad. Para satisfacer las necesidades de crecimiento a largo plazo, Vietnam necesita promover la reforma de la educación superior y la formación profesional, vinculándola con la investigación científica y la aplicación de la tecnología. El objetivo es que, para 2025, Vietnam se sitúe entre los tres primeros países de la ASEAN en el índice global de innovación.
En el sector de alta tecnología, Vietnam está implementando un proyecto para capacitar a 50.000 ingenieros de semiconductores y desarrollar recursos humanos para la industria de las nuevas tecnologías. El objetivo es aumentar la proporción de trabajadores capacitados al 70%, de los cuales los trabajadores con títulos y certificados representarán entre el 29% y el 29,5%. El gobierno también ha aprobado un programa para desarrollar recursos humanos en los sectores de semiconductores e inteligencia artificial, sentando las bases para un avance significativo en el sector de alta tecnología.
Además, el desarrollo de recursos humanos en los sectores digital y de la economía verde es un factor clave para mejorar la productividad laboral y la competitividad. La capacitación simultánea de la fuerza laboral en sectores económicos emergentes ayudará a Vietnam no solo a mantener su ritmo de crecimiento, sino también a consolidar su posición en la región.
En el contexto de las múltiples fluctuaciones de la economía mundial, Vietnam necesita adaptarse proactivamente para mantener el impulso de crecimiento. A pesar de la inestabilidad geopolítica y el creciente proteccionismo comercial, las perspectivas económicas de Vietnam se mantienen positivas gracias a la recuperación del comercio y al control eficaz de la inflación.
Para hacer frente a estos desafíos, Vietnam necesita apoyar a las empresas para que aprovechen al máximo los acuerdos de libre comercio, al tiempo que reduce los costos de producción y combate el desperdicio para mejorar la competitividad en el mercado internacional.
Profesor asociado, Dr. PHAM THANH BINH - Instituto de Economía y Política Mundial
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Fuente: https://doanhnghiepvn.vn/kinh-te/chinh-sach/kinh-te-nam-2025-va-muc-tieu-tang-truong-dot-pha/20250112103048531
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