Las algas son un ingrediente popular en platos de países asiáticos como Japón, Corea y China. Sin embargo, hoy en día las algas ya no son un plato extraño en las comidas familiares vietnamitas, especialmente en las familias con niños.
Las algas no sólo son un alimento nutritivo que aporta vitaminas y minerales a tu dieta, sino que el consumo regular de algas puede mejorar tu salud y protegerte de ciertas enfermedades.
El uso regular de algas traerá muchos efectos buenos para la salud.
Según Rodríguez, las algas contienen aproximadamente siete veces más calcio que la leche. Normalmente, el alga Wakame puede aportar hasta el 15% del valor diario de calcio, lo cual es esencial para aumentar el desarrollo de los huesos y las articulaciones y prevenir la osteoporosis. El contenido de calcio en las algas frescas es de hasta 264mg/100gr.
Además, el contenido de magnesio en las algas también es muy elevado, por lo que también se le conoce como el “tesoro del magnesio”, cada 100 gramos de algas contienen 105mg de magnesio. Se trata de un factor muy importante para la absorción del calcio, un “socio” extremadamente compatible.
Los lignanos que se encuentran en las algas marinas tienen excelentes efectos para proteger el cuerpo de cánceres peligrosos y prevenir el crecimiento de células cancerosas.
Además, las algas también son un muy buen alimento para las mujeres menopáusicas, ayudando a prevenir eficazmente el cáncer de mama. Añade algas a tu menú diario para proteger tu salud de cánceres peligrosos.
Uno de los usos poco conocidos de las algas es su eficaz efecto antiinflamatorio en el organismo gracias a los fucanos. Las enfermedades relacionadas con la inflamación son diversas y pueden tener efectos graves en la salud.
100 g de algas frescas contienen hasta 264 mg de calcio.
Notas al comer algas
Aunque las algas se consideran saludables, existen posibles riesgos si se consumen en exceso.
Las algas son ricas en yodo, por lo que consumirlas en cantidades excesivas puede afectar la función tiroidea y esto puede causar síntomas como hinchazón o tirantez alrededor del cuello o aumento de peso.
Además, debes comer algas con moderación porque las algas alivian el frío y el calor. Si comes demasiado, puedes fácilmente provocar efectos secundarios como malestar estomacal, incluso diarrea o intoxicación.
Debes comer algas de forma regular y constante 2 o 3 veces por semana para disfrutar de una mejor salud. No las cocines por mucho tiempo porque las algas se volverán blandas y su contenido nutricional se reducirá considerablemente.
Las algas se pueden utilizar en sopas, tortillas, tortitas, guisos...
Alimentos que no se deben comer con algas
Las algas no deben consumirse con otros ingredientes como caquis, té o frutas encurtidas. La razón es que al combinarse crean un compuesto cristalino difícil de disolver, lo que perjudica la salud del estómago y los intestinos.
También se debe evitar la sangre de cerdo y el regaliz con algas porque son perjudiciales para la absorción y la digestión, provocando estreñimiento.
Además, los alimentos alcalinos como yemas de huevo, queso, embutidos, carne de res, pan, trigo, etc., no deben prepararse con algas.
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