Durante 25 años con un AAirpass de por vida, Steve Rothstein realizó más de 10.000 vuelos, contribuyendo a las desastrosas pérdidas de American Airlines.
En 1981, Steve Rothstein tuvo la suerte de conseguir la mejor oferta en la historia de la industria de la aviación. Compró un billete vitalicio llamado AAirpass de American Airlines por 250.000 dólares (equivalente a 5.800 millones de dongs).
El AAirpass permite a los pasajeros viajar en primera clase a cualquier parte del mundo , en cualquier momento, por el resto de sus vidas. Y por solo $150,000 adicionales, los titulares del AAirpass pueden llevar a cualquier otra persona en primera clase con ellos.
Steve Rothstein, banquero de inversiones en Chicago por aquel entonces, fue uno de los afortunados pasajeros de American Airlines. Viendo el potencial del acuerdo, pidió prestados 400.000 dólares a pagar en cinco años al 12% de interés.
Pero lo que la aerolínea nunca pensó fue que durante muchos años de tenencia de los billetes vitalicios de AAirpass, Steve Rothstein y este grupo de pasajeros contribuyeron a causar grandes pérdidas para la aerolínea.
Historia del billete vitalicio AAirpass
A finales de la década de 1970, muchas aerolíneas comenzaron a operar en Norteamérica, lo que generó mayor competencia en la industria. La década de 1980 trajo consigo una creciente inflación, un alza vertiginosa de los precios del petróleo y unas condiciones económicas deprimidas que afectaron gravemente a la economía estadounidense.
Durante ese período, American Airlines fue una de las aerolíneas más afectadas. La aerolínea atravesó una grave crisis financiera y generó pérdidas de 76 millones de dólares en 1980, según Historyofyesterday.
Para remediar la situación, American Airlines ideó una promoción única que no sólo garantizaba las ventas sino que también aseguraba la fidelidad de los clientes.
A Robert Crandall (CEO desde 1981) se le ocurrió la idea de vender paquetes de billetes de primera clase para toda la vida, lo que garantizaba una rápida y gran ganancia para American Airlines.
Él cree que nadie vuela tanto como para aprovechar al máximo su dinero con este billete de por vida.
En 1981, por sólo 250.000 dólares (equivalentes a 5.800 millones de VND), los clientes podían comprar un billete AAirpass que les permitía viajar a cualquier lugar de por vida.
Por $150,000 adicionales, los titulares de AAirpass pueden llevar a cualquier otra persona con ellos en primera clase.
En 1990, el precio de un AAirpass era de 600.000 dólares (equivalente a 14.000 millones de VND) para dos personas. En 1993, el precio de este tipo de billete aumentó a 1,01 millones de dólares (equivalente a 23.700 millones de VND) y, para 1994, la aerolínea dejó de venderlo. Hay unas 28 personas que han tenido un billete de avión vitalicio de este tipo.
Sin embargo, la aerolínea se dio cuenta posteriormente de que había cometido un grave error al vender esos billetes. La mayoría de los compradores volaron por un precio superior al del billete.
En 1994, la aerolínea decidió finalizar el programa y retirar todos los billetes AAirpass pendientes.
Un análisis financiero de 2007 reveló que, en promedio, cada uno de esos pasajeros le costaba a la aerolínea alrededor de un millón de dólares al año en tasas e impuestos. Esto significa que la aerolínea perdía casi 30 millones de dólares al año debido a los boletos de por vida.
El escándalo de Steve Rothstein y el fracaso de la aerolínea
A lo largo de 25 años, Steve Rothstein visitó más de 100 países y realizó más de 10.000 vuelos. En total, los vuelos costaron aproximadamente 21.000 dólares, unas 84 veces su precio original.
Puede sentarse en los asientos de avión más cómodos, disfrutar de las mejores comidas y entretenimiento, evitar las largas colas del aeropuerto y nunca tener que preocuparse por cargos por cancelación.
Ha volado cientos de vuelos a Nueva York, Los Ángeles (EE. UU.) o Ontario (Canadá) sólo para comprar su sándwich favorito.
A veces, vuela a Londres (Reino Unido) decenas de veces al mes. En ocasiones, este cliente, generosamente, usa su billete de acompañante para invitar a un desconocido en el aeropuerto a sentarse junto a él en primera clase.
En 2008, a Rothstein y a varios otros se les retiraron sus pases vitalicios de AAirpass. Él y varios otros pasajeros presentaron una demanda y afirmaron que nunca volverían a volar con la aerolínea, según The Guardian.
El grupo de Rothstein perdió la demanda y nunca recuperó sus pases AAir. Sin embargo, otros 25 pasajeros, incluido el multimillonario Mark Cuban, aún tenían billetes válidos.
Sin embargo, al final, el final de la aerolínea fue un desastre. En 2011, se declaró en quiebra para reestructurar la empresa.
Según vietnamnet.vn
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