El objetivo de crecimiento se ajustó del 8% al 8,3-8,5%, lo que demuestra una determinación más firme y específica. (Fuente: VGP) |
En tan solo medio mes, se celebraron dos conferencias nacionales en línea (el 5 y el 16 de julio) para analizar la situación, desarrollar escenarios de crecimiento y soluciones. Cabe destacar que el objetivo de crecimiento se ajustó del 8 % al 8,3-8,5 %, mostrando una determinación más firme y específica.
El Ministerio de Hacienda también identificó este como el objetivo principal, con el objetivo de alcanzar un crecimiento de dos dígitos en el período 2026-2030. Para alcanzarlo, el tercer y cuarto trimestres deben crecer entre un 8,9 % y un 9,5 %, un gran reto, pero con fundamento, considerando que el PIB en el primer semestre aumentó un 7,52 %, el nivel más alto de los últimos 14 años, gracias a la sólida recuperación de las exportaciones, la inversión extranjera directa (IED) y el consumo.
El Gobierno ha identificado claramente los principales motores del crecimiento: inversión, consumo, exportación e innovación. Se prevé que el capital total de inversión social en los últimos seis meses del año alcance los 111 000 millones de dólares, cifra superior al escenario anterior, junto con el objetivo de aumentar las ventas minoristas y los ingresos por servicios al consumidor en más de un 13 %. Localidades líderes como Hanói, Ciudad Ho Chi Minh, Quang Ninh y Thai Nguyen tienen objetivos de crecimiento más ambiciosos, lo que las convierte en locomotoras de la economía .
En particular, se prioriza la inversión pública. El objetivo de desembolsar el 100% del capital de inversión pública, equivalente a casi 1 cuatrillón de VND, es una medida para estimular la infraestructura y desbloquear los flujos de capital privado y la inversión extranjera directa (IED). Además, se están implementando paquetes de crédito a gran escala para infraestructura, tecnología digital y vivienda social con el fin de generar un efecto de contagio.
Es evidente que la meta del 8,3-8,5% requiere esfuerzos extraordinarios. La presión proviene de la incertidumbre de la economía mundial, la competencia comercial, los precios de las materias primas y las presiones inflacionarias. Sin embargo, como enfatizó el primer ministro Pham Minh Chinh, se trata de un objetivo inevitable, no imposible. El Gobierno está decidido no solo a alcanzar los objetivos a corto plazo, sino también a sentar las bases para los objetivos a largo plazo de 100 años, hacia un Vietnam próspero.
El consenso político, la disciplina y la creatividad de cada ministerio y empresa serán factores decisivos. Subcontratar el crecimiento a localidades y grandes corporaciones no solo es una medida de gestión, sino también una forma de fomentar la responsabilidad y la iniciativa de cada unidad.
Las previsiones optimistas de organizaciones internacionales como CitiGroup, Maybank y UOB, que elevan la previsión de crecimiento del PIB de Vietnam al 7-7,3%, demuestran confianza en la resiliencia y el potencial de la economía. Junto con las reformas institucionales y los esfuerzos para desvincular recursos, Vietnam está aprovechando eficazmente las oportunidades que ofrece la integración y la tendencia a la transformación de las cadenas de suministro globales.
Claro que el camino hacia la meta no es fácil. Pero lo importante es que, desde el nivel central hasta el local, hay un mensaje unificado: el crecimiento no es solo una cifra ni el destino final, sino la convicción y la motivación para que Vietnam avance hacia una era más sostenible y próspera en el futuro.
Fuente: https://baoquocte.vn/muc-tieu-tang-truong-83-85-khong-bat-kha-thi-322115.html
Kommentar (0)