
La protección de los derechos de autor aún está en sus inicios.
Recientemente, se han detectado numerosos casos de infracción de derechos de autor en el ámbito de la cultura y las artes, desde interpretaciones que utilizan canciones sin autorización hasta la copia y difusión masiva en internet de películas, música y libros. Esta realidad demuestra que, a pesar del auge de la industria creativa, la concienciación sobre la protección de los derechos de autor en Vietnam aún se encuentra en una fase de transición.
Según las estadísticas de la Oficina de Derechos de Autor (Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo), en 2024 se registraron más de 6000 obras nuevas, productos de arte aplicado, software y grabaciones. Si bien la cifra aumentó con respecto al período anterior, sigue siendo bastante modesta en comparación con el número real de obras creadas y difundidas anualmente. Muchos artistas aún no prestan suficiente atención al registro de los derechos de propiedad intelectual de sus propias obras.
Además de las artes escénicas, la infracción de derechos de autor también constituye un grave problema en la publicación electrónica y la distribución de música y películas en línea. Las plataformas digitales facilitan la rápida difusión de obras creativas, pero a la vez crean un entorno donde los derechos de los profesionales se vulneran con facilidad. Las obras pueden descargarse, copiarse, editarse y republicarse en cuestión de segundos, anulando así el trabajo creativo del autor.

El director de la Oficina de Derechos de Autor, Tran Hoang, declaró: "En el contexto de la integración internacional, los derechos de autor y los derechos conexos no solo protegen los derechos e intereses legítimos de los autores, intérpretes y titulares de derechos de autor y derechos conexos, sino que también constituyen un importante motor para promover el desarrollo económico , cultural y social integral en el marco de la integración internacional. Esto puede analizarse desde tres perspectivas principales: desarrollo económico, sociocultural e integración".
En términos de desarrollo económico, es perfectamente posible impulsar el desarrollo de la industria cultural mediante los derechos de autor. Cuando los productos creativos (música, cine, publicaciones, software, videojuegos, etc.) están protegidos de manera efectiva, los creadores y las empresas tienen la motivación para seguir creando e invirtiendo. Esta es la base para la formación de la economía creativa, uno de los sectores económicos clave del siglo XXI.
Según la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), en un informe publicado en 2021, las industrias culturales y creativas basadas en derechos de autor pueden contribuir significativamente al PIB de muchos países. Estados Unidos aporta aproximadamente el 11,99 % del PIB, Corea del Sur el 9,89 %, China el 7,35 %, Singapur el 6,19 %, Malasia el 5,7 %, Tailandia el 4,48 % e Indonesia el 4,11 %. En Vietnam, las industrias del cine, la música, la edición y los contenidos digitales están experimentando un rápido crecimiento, convirtiéndose cada vez más en nuevos motores de crecimiento. Un marco legal favorable en materia de derechos de autor contribuirá a que Vietnam sea un destino seguro para los inversores extranjeros en los sectores del entretenimiento, la edición y la tecnología.
En cuanto a su papel cultural y social, los derechos de autor contribuyen a preservar y promover los valores culturales nacionales. Las obras literarias y artísticas del país reflejan, en mayor o menor medida, la identidad cultural vietnamita, contribuyendo a preservar la esencia cultural nacional. Cuando los autores y creadores son respetados y reciben beneficios legítimos por sus logros creativos, la sociedad fomenta la creatividad. Este es un factor clave para cultivar en las nuevas generaciones el amor por la creatividad y su desarrollo. Los derechos de autor ayudan a formar el hábito de respetar los logros intelectuales y creativos, contribuyendo a sensibilizar a la sociedad sobre la propiedad intelectual y a construir una sociedad civilizada donde se respetan y protegen los valores del conocimiento.
Además, en respuesta a los requisitos de integración, el compromiso con la protección de los derechos de autor y derechos conexos es uno de los criterios para evaluar la capacidad de integración de un país y sus estándares jurídicos. Vietnam es miembro de ocho de los nueve tratados internacionales multilaterales sobre derechos de autor y derechos conexos; ha firmado tres acuerdos bilaterales con Estados Unidos y Suiza sobre derechos de autor y propiedad intelectual; y seis acuerdos económicos y de libre comercio con sus socios. El cumplimiento de los compromisos en materia de derechos de autor es una obligación que, a su vez, reafirma la posición de Vietnam en el ámbito internacional. Sin embargo, además de los desafíos habituales, el sector de los derechos de autor se enfrenta actualmente a retos transfronterizos relacionados con violaciones globales difíciles de detectar y gestionar.
El mayor desafío es responder con prontitud.
Vietnam se ha adherido a la mayoría de los tratados y acuerdos internacionales más importantes sobre derechos de autor y derechos conexos, como el Convenio de Berna, el Acuerdo sobre los ADPIC, el Acuerdo sobre la Convención de la OMPI sobre las Transacciones Electrónicas (WCT) y el Acuerdo sobre la Protección de los Derechos de Propiedad Intelectual (WPPT) de la OMPI (dos acuerdos sobre Internet), además de numerosos TLC de nueva generación con exigencias rigurosas en materia de protección de los derechos de propiedad intelectual, como el CPTPP y el EVFTA. Esto demuestra la plena integración de Vietnam en el sistema jurídico internacional de propiedad intelectual. Sin embargo, la era de Internet, los desafíos transfronterizos, la aparición de nuevas herramientas para la infracción de derechos de autor y el auge de la inteligencia artificial hacen necesario que el sistema tradicional de derechos de autor se adapte a las nuevas exigencias.
Según el representante de la Oficina de Derechos de Autor, el mayor desafío actual reside en cómo el sistema nacional de derechos de autor puede responder con prontitud a las exigencias de cumplimiento de los compromisos internacionales. En concreto, la brecha existente entre la normativa vigente y el nuevo contexto. Si bien la legislación vietnamita ha incorporado compromisos internacionales, necesita seguir modernizándose para facilitar su aplicación y armonizar los intereses de los titulares de derechos de autor y derechos conexos con el interés público, apoyando así el desarrollo tecnológico nacional desde la perspectiva de dichos compromisos.

Además, el conocimiento y la conciencia jurídica no son uniformes entre los actores involucrados en las relaciones de derechos de autor. A algunas personas y empresas no les importan los derechos e intereses legítimos de los creadores y titulares; cuando se ven vulnerados, desconocen cómo protegerlos conforme a la ley y se limitan a quejarse en la prensa y las redes sociales. Todavía existen muchas personas y organizaciones que, con ánimo de lucro, infringen deliberadamente los derechos de autor.
Las infracciones, incluidas las de derechos de autor en internet, siguen siendo difíciles de controlar, mientras que Vietnam carece de inversión en recursos para su aplicación. El número de expertos en derechos de autor es aún bajo, sobre todo en el ámbito digital, lo que dificulta la vigilancia y la gestión de las infracciones; además, no se ha invertido mucho en la aplicación de la tecnología digital a la gestión de los derechos de autor.
Según los expertos, esta serie de desafíos exige que Vietnam continúe investigando e implementando simultáneamente medidas: seguir mejorando la legislación sobre derechos de autor y derechos conexos; fortalecer la capacidad de los organismos de gestión y aplicación de la ley; aumentar la conciencia jurídica de la población; aplicar la tecnología digital en la gestión de los derechos de autor; y cooperar estrechamente con organizaciones internacionales para aprender y compartir experiencias.
Desde el punto de vista político, Vietnam ha logrado importantes avances. La Ley de Propiedad Intelectual fue modificada y complementada en 2022; se han incorporado tratados internacionales al derecho interno; la Oficina de Derechos de Autor ha coordinado con numerosos organismos y dependencias para fortalecer la divulgación, la orientación y la gestión de las infracciones.
La compleja realidad exige una sincronización urgente entre la concienciación sobre la protección de los derechos de autor y el marco legal. Si solo existe propaganda sin sanciones suficientemente severas, las infracciones persistirán. Y, a la inversa, si solo se aplican medidas administrativas estrictas sin comunicación ni educación, los derechos de autor seguirán siendo un concepto ajeno. Numerosos expertos sugieren incorporar la enseñanza de los derechos de autor en las escuelas, especialmente en las de arte y comunicación; asimismo, desarrollar herramientas digitales que permitan rastrear e identificar las infracciones con rapidez.
Despertar la conciencia de toda la sociedad
La protección de los derechos de autor, en definitiva, es la protección de la confianza. Esa confianza debe construirse desde la base, desde la concienciación de creadores, gestores y consumidores hasta la de toda la sociedad. Cuando el público sabe respetar el esfuerzo creativo de los artistas, la inversión de organizadores y productores, etc., entonces se asienta la base sostenible de la industria cultural.
En la reciente Feria de Otoño 2025, la Oficina de Derechos de Autor firmó numerosos memorandos de entendimiento con empresas tecnológicas, productoras de contenido y los principales teatros. Este evento marcó un nuevo hito, reafirmando que los derechos de autor ya no son asunto privado de cada individuo u organización, sino que se han convertido en una tarea interdisciplinaria que vincula estrechamente a la administración pública, los artistas y las empresas creativas.
El director del Departamento de Derechos de Autor, Tran Hoang, destacó: "La protección de los derechos de autor es una tarea fundamental para construir una industria cultural vietnamita moderna. Cuando se garantizan los derechos de los creadores, las empresas invertirán con confianza y el público disfrutará de valores culturales de calidad".

En el contexto de la transformación digital, la cooperación internacional en materia de derechos de autor cobra cada vez mayor importancia. Vietnam es miembro de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) y participa en numerosos programas de intercambio de datos sobre la gestión de derechos de autor en línea. Se están investigando y probando en Vietnam modelos avanzados de Corea, Japón y Europa en materia de digitalización de datos de derechos de autor, distribución transparente de ingresos procedentes de plataformas en línea, etc.
La cooperación se manifiesta claramente en las actividades profesionales. El Teatro de Marionetas de Vietnam ha firmado contratos de representación con dos empresas culturales y de medios de comunicación por un valor superior a los 20 mil millones de VND, que incluyen cláusulas específicas sobre propiedad de la imagen, derechos de autor de la música y distribución digital. El Artista del Pueblo Nguyen Tien Dung, director del Teatro, comentó: «Cuando se respetan los derechos de autor, los artistas pueden crear con seguridad. La cooperación, además de abrir un camino para llevar el arte tradicional vietnamita al mundo de forma transparente y profesional, también fomenta la conciencia y la responsabilidad compartida de toda la sociedad. Solo cuando todos sean plenamente conscientes y actúen con plena convicción, el problema tendrá una base sólida para ser resuelto».
En conferencias y seminarios, los expertos señalaron que, además de prevenir las infracciones, es necesario crear un espacio donde los derechos de autor se conviertan en un verdadero motor de innovación. Numerosas empresas tecnológicas nacionales, como VieON, Galaxy Play y POPS, o editoriales digitales como Waka, han implementado mecanismos transparentes de reparto de ingresos para los autores. Estas plataformas permiten a los creadores vietnamitas acceder a un mercado de millones de usuarios sin menoscabar sus derechos legítimos.
Proteger y promover la cooperación en materia de derechos de autor contribuye a forjar una nueva cultura de comportamiento en la sociedad. Cuando las empresas colaboran para proteger los valores creativos, cuando los artistas firman, registran y comparten beneficios de forma proactiva, cuando los usuarios están dispuestos a pagar por contenido de calidad, eso es una manifestación de la civilización digital.
Fuente: https://nhandan.vn/nang-cao-hon-nua-y-thuc-bao-ve-ban-quyen-tu-cong-chung-post920660.html






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