El 21 de julio, el jefe adjunto de la misión de Rusia ante las Naciones Unidas, Dmitry Polyansky, dijo que Moscú está lista para volver a unirse al acuerdo de granos negociado por las Naciones Unidas y Turquía, pero sólo con la condición de que los países occidentales y Ucrania cumplan con sus obligaciones de larga data.
Actividades de cosecha de granos.
En una conferencia de prensa del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la Iniciativa del Mar Negro, Polyansky señaló que la decisión de Rusia de retirarse del acuerdo "no debería sorprender a nadie", ya que no se ha hecho nada para abordar las demandas de Moscú.
El Sr. Polyansky afirmó que Rusia es plenamente consciente de la importancia del acuerdo sobre cereales para el suministro mundial de alimentos y "está dispuesta a considerar su regreso, pero solo si todos los principios previamente acordados para la participación de Rusia en este acuerdo se implementan plenamente y sin excepciones".
Al enumerar las condiciones de Rusia, el Sr. Polyansky enfatizó que las sanciones a las exportaciones de granos y fertilizantes del país a los mercados globales deben levantarse "en términos prácticos, no solo de palabra", y que también deben eliminarse todos los obstáculos para las instituciones financieras rusas involucradas en el sector, incluida la reconexión al sistema de pagos SWIFT.
El diplomático también destacó la demanda de Rusia de un suministro ininterrumpido de piezas de repuesto y componentes para maquinaria agrícola, así como una solución definitiva de todas las cuestiones relacionadas con los buques de transporte y el seguro de las exportaciones de alimentos del país.
Otra exigencia es que se mantenga sin trabas la expansión de las exportaciones rusas de fertilizantes, incluyendo la restauración del oleoducto de amoníaco Togliatti-Odessa, gravemente dañado el mes pasado. Además, deben liberarse todos los activos rusos relacionados con el sector agrícola .
La condición final, según Polyansky, es que el acuerdo sobre granos debe “restaurarse a su naturaleza humanitaria original” y usarse para resolver la escasez de alimentos en los países en desarrollo en lugar de enriquecer a los países ricos.
Moscú se retiró oficialmente del Acuerdo sobre Granos del Mar Negro tras su expiración el 17 de julio. El secretario de prensa del Kremlin, Dmitry Peskov, calificó el acuerdo de "juego unilateral" y señaló que no se cumplió ninguna de las demandas de Rusia.
Tras la medida, el Ministerio de Defensa ruso advirtió que cualquier barco que se dirigiera a puertos ucranianos en el Mar Negro sería tratado como un posible carguero militar. En respuesta, el Ministerio de Defensa ucraniano acusó a Moscú de intentar convertir el Mar Negro en una zona de peligro y emitió una advertencia similar a todos los barcos de la zona que se dirigieran hacia Rusia.
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