Estas transformaciones son aún más impresionantes si tenemos en cuenta los obstáculos que hubo que superar. El comercio minorista es una industria que cambia rápidamente y requiere una innovación rápida. Además, los márgenes de beneficio minoristas son bajos, por lo que la innovación debe ser rentable.
De hecho, estas barreras siempre afectan negativamente a la calidad. Esto degrada la experiencia del cliente e impide que los proyectos de transformación digital alcancen su máximo potencial.
Factores que dificultan el éxito de la transformación digital en el sector minorista
Hay muchas razones por las que los proyectos de transformación digital de los minoristas no logran los resultados deseados.
Al abordar proyectos de transformación digital, muchos minoristas utilizan el enfoque tradicional en cascada que suele emplearse en proyectos grandes. Sin embargo, en el acelerado mundo actual, el enfoque de desarrollo secuencial realmente no funciona. Las empresas modernas requieren actualizaciones frecuentes y mejoras continuas de sus datos y flujos de trabajo digitales. Los ciclos de desarrollo deberían medirse en días, no en meses o años. Cuanto más dure el proyecto, mayores serán los costes y menores los beneficios.
Con el método en cascada, las estrategias de garantía de calidad minorista también se ven afectadas, lo que incide en la eficacia general del proyecto.
Cuando el tiempo se acaba, las tareas de final de desarrollo suelen interrumpirse. En un proceso en cascada, las tareas de control de calidad a menudo se truncan, lo que hace más fácil que aparezcan defectos.
Cuando se trata de costos, nadie quiere sacrificar características o funcionalidades. En lugar de ello, se recorta la garantía de calidad para ahorrar dinero.
Cuando los proyectos de desarrollo se retrasan y los productos se lanzan más tarde de lo esperado, los cambios rápidos en la industria minorista pueden hacer que el producto ya no sea verdaderamente relevante. Como resultado, la tecnología no es la adecuada y no tiene el impacto originalmente previsto. Esto reduce la motivación para la mejora continua de la calidad para aprovechar al máximo el potencial de la tecnología.
Preste atención al estado de la tecnología minorista
La mayoría de las empresas minoristas operan en una red de cientos de aplicaciones, muchas de las cuales se ejecutan en sistemas mainframe heredados que tienen entre 30 y 40 años de antigüedad. Mantener estos sistemas heredados es una tarea gigantesca, que se vuelve aún más difícil por la necesidad de integrar innovaciones modernas con tecnología obsoleta, al mismo tiempo que se mejora la funcionalidad y la experiencia del usuario. En muchos casos, las nuevas herramientas requieren soluciones provisionales engorrosas para dar cabida a procesos anteriores o posteriores que se pasaron por alto durante el desarrollo. La consecuencia profunda es que el progreso de la transformación digital se ve afectado.
Hemos identificado los desafíos, pero ¿cuáles son las soluciones? Veamos cómo reimaginar y construir proyectos de mejora minorista para que los minoristas puedan maximizar el potencial de la transformación digital.
Garantizar la calidad en la transformación del comercio minorista
Para comprender los problemas a resolver y las soluciones necesarias, es fundamental obtener información precisa sobre el contexto empresarial en las primeras etapas de la definición del alcance. Esta recopilación de datos de entrada también muestra el impacto de los nuevos sistemas en los enlaces ascendentes y descendentes. Una gobernanza eficaz en esta área puede prevenir o reducir significativamente los desafíos que supone interactuar con múltiples sistemas, incluidos los sistemas heredados.
En cualquier enfoque, la garantía de calidad debe ser siempre un aspecto central. Al integrar la calidad desde el principio (empezando por definir los requisitos de medición junto con los requisitos comerciales iniciales), las organizaciones pueden establecer una base sólida para brindar experiencias diferenciadas que satisfagan las demandas de los consumidores.
Este enfoque proactivo se vuelve cada vez más importante a medida que la industria minorista establece criterios de éxito específicos para la transformación, garantizando la integridad de los procesos esenciales para alcanzar estos objetivos y evitando el impacto de las medidas de reducción de costos.
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