Según un periodista de VNA en Tel Aviv, un estudio de siete años publicado en la revista Alzheimer's & Dementia reveló el impacto negativo de estar sentado durante mucho tiempo sobre la salud del cerebro, incluso en personas que aún mantienen hábitos de ejercicio regulares.
Las investigaciones muestran que estar sentado durante períodos prolongados puede provocar atrofia cerebral y deterioro cognitivo, especialmente en áreas involucradas en la memoria y la toma de decisiones, independientemente de la intensidad del ejercicio.
A lo largo de siete años, los científicos monitorearon los niveles de actividad de 404 voluntarios de 50 años o más, según el Jerusalem Post.
Se pidió a los participantes que usaran pulseras que medían con precisión el tiempo que pasaban en movimiento y sentados a lo largo del día. También se sometieron a una serie de pruebas neuropsicológicas y psicológicas, así como escáneres cerebrales, para evaluar los cambios en la estructura cerebral y la función cognitiva.
Este enfoque permite analizar el impacto a largo plazo de un estilo de vida sedentario en la salud del cerebro.
Sorprendentemente, el 87% de los participantes cumplió con las recomendaciones de actividad física: al menos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada por semana.
Sin embargo, el estudio reveló que las personas que pasaban más tiempo sentadas mostraban claros signos de deterioro cognitivo y neurodegeneración. En particular, el hipocampo —una zona clave para la memoria y una de las primeras afectadas por el Alzheimer— era significativamente más delgado.
“El estudio confirma que reducir el tiempo que pasamos sentados puede ser una estrategia prometedora para prevenir el deterioro de la función neurológica y cognitiva”, afirmó el autor principal del estudio, de la Universidad de Vanderbilt (EE. UU.).
Esto sugiere que simplemente seguir las pautas de ejercicio no es suficiente para proteger al cerebro de los efectos nocivos de estar sentado durante mucho tiempo.
La neurocientífica Marissa Gogniat (Universidad de Pittsburgh) también enfatizó la importancia de limitar el comportamiento sedentario: “Reducir el riesgo de padecer Alzheimer no es simplemente una cuestión de hacer ejercicio todos los días”.
Según ella, reducir la cantidad de tiempo que pasamos sentados cada día juega un papel esencial para frenar el deterioro cognitivo relacionado con la edad.
Estudios previos han vinculado el sedentarismo con enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer. Esta nueva investigación añade enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, a la lista de graves consecuencias para la salud asociadas con un estilo de vida sedentario.
Los resultados del estudio son especialmente destacables para las personas que trabajan en oficinas o permanecen sentadas habitualmente durante largos periodos de tiempo.
Los científicos recomiendan incorporar movimiento a tu rutina diaria fuera de tus entrenamientos, como levantarte, estirarte o dar una caminata corta después de estar sentado durante largos períodos.
Estos pequeños cambios pueden contribuir a mejorar la salud del cerebro y ayudar a prevenir el deterioro cognitivo.
El estudio también advirtió que incluso las personas con un alto riesgo genético de padecer Alzheimer podrían estar en riesgo si mantienen un estilo de vida sedentario.
Fuente: https://www.vietnamplus.vn/ngoi-qua-lau-lam-tang-nguy-co-teo-nao-suy-giam-nhan-thuc-cho-du-co-tap-the-duc-post1041873.vnp
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