La llegada del grupo, propiedad de JD.com –un grupo que cotiza en la Bolsa de Hong Kong (China) y en el Nasdaq– está generando preocupación en el sector minorista francés, que ya se encuentra bajo la presión de la fuerte competencia de Shein y Temu.
Con más de 600 millones de clientes en China, Joybuy busca expandirse a mercados internacionales, incluyendo Europa, mediante una estrategia que combina precios bajos e imágenes de alta calidad para diferenciarse de sus competidores en el sector del comercio electrónico. En su plataforma, Joybuy ofrece cientos de miles de productos —desde marcas internacionales hasta productos chinos— y promete plazos de entrega significativamente más cortos que otros competidores asiáticos.
Ante el auge del nuevo gigante chino del comercio electrónico, las asociaciones de comerciantes franceses están preocupadas. Lionel Saugues, presidente de la Federación Francesa de Asociaciones de Comerciantes (FFAC), advirtió en France Info que “con modelos como este, nos enfrentamos a una competencia desleal”. Según él, “es hora de que los consumidores franceses se pregunten: ¿qué futuro desean para sus centros comerciales y calles comerciales tradicionales?”.
La proliferación de plataformas chinas que venden directamente al consumidor a precios irrisorios ha perjudicado gravemente a numerosos comercios independientes en Francia. «Cada mes aparece un nuevo competidor», declaró el Sr. Saugues. «Todos los minoristas franceses se enfrentan a la competencia por todos lados. Hemos llegado al límite de nuestra capacidad de respuesta».
Joybuy ha generado aún más preocupación en el sector empresarial, ya que su modelo operativo podría eludir un nuevo impuesto que el gobierno francés planea imponer a los paquetes pequeños importados de China. A diferencia de Shein o Temu, que realizan envíos principalmente desde Asia, su empresa matriz, JD.com, ha creado una red de almacenes en Europa, incluyendo España, Alemania, los Países Bajos y Francia. Esto permite a Joybuy reducir los plazos de entrega y evitar parcialmente el impuesto fronterizo que Francia se dispone a implementar para proteger su mercado interno.
La llegada de Joybuy supone una nueva escalada en la competencia global del comercio electrónico, donde los gigantes chinos invierten cada vez más en infraestructuras europeas para consolidar su presencia, según expertos del sector. Si bien los consumidores franceses pueden beneficiarse de precios bajos y un servicio rápido, las asociaciones de comerciantes advierten que esta «comodidad instantánea» podría tener como consecuencia el declive del comercio local y la pérdida de empleos en ciudades pequeñas.
Fuente: https://vtv.vn/ngoi-sao-thuong-mai-dien-tu-moi-cua-trung-quoc-tham-nhap-thi-truong-phap-100251103091342305.htm






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