Según la Fiscalía española, la jugadora Jenni Hermoso prestó testimonio este martes (5 de septiembre) y tiene una denuncia en trámite ante la Fiscalía.
Con la denuncia, el presidente de la RFEF, Rubiales, queda suspendido de sus funciones y podría enfrentarse a cargos penales, además de una investigación en curso por parte del Tribunal Nacional del Deporte por lo que se considera una "falta grave" y una investigación por parte del organismo rector del fútbol mundial, la FIFA. Los representantes tanto de Hermoso como de Rubiales aún no han hecho comentarios sobre el asunto en este momento.
A finales del mes pasado, la fiscalía del Tribunal Supremo español dijo que Rubiales podría enfrentar cargos de agresión sexual, que conllevan una pena de prisión de entre uno y cuatro años si Hermoso presenta una demanda exitosa. El Tribunal Superior tiene jurisdicción sobre el caso porque ocurrió en el extranjero, en Sydney, Australia.
Hermoso (No. 10) dijo que esta acción la hizo vulnerable.
Al respecto, la jugadora Hermoso afirmó que no quería que la besaran y se sentía "vulnerable y víctima de esa conducta".
En cuanto al presidente de la RFEF, el Sr. Rubiales sigue negándose a dimitir a pesar de las fuertes presiones, afirmando que el beso fue "espontáneo, mutuo, excitado y consensuado". Además, el presidente de la RFEF también está dispuesto a comparecer ante el tribunal.
La madrugada del 6 de septiembre, el entrenador del equipo femenino español, Jorge Vilda, también fue despedido después de que, según se dijo, su reacción apoyara la acción de Rubiales de no dimitir.
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