Un profundo conocimiento de la ideología de Ho Chi Minh es también una forma de prevenir la degradación política e ideológica.

El presidente Ho Chi Minh es un caso histórico de "convertirse en leyenda en vida" y cuanto más tiempo pasa, más brillan su vitalidad y su valor ideológico.

La interpretación de la vitalidad inmortal del pensamiento de Ho Chi Minh no solo nos ayuda a comprender mejor y a tener mayor confianza en los fundamentos ideológicos del Partido, sino que los grandes valores que encierra su pensamiento constituyen una eficaz refutación de las opiniones distorsionadas que los oportunistas políticos tienen sobre él. Por otro lado, la afirmación de los valores eternos del pensamiento de Ho Chi Minh también permite a los cuadros y miembros del partido prevenir y combatir la degradación de la ideología política y las manifestaciones de indolencia e indiferencia hacia el estudio del pensamiento, la moral y el estilo de Ho Chi Minh.

El turbulento siglo XX concluyó con las contribuciones de muchos grandes hombres, entre ellos Ho Chi Minh. La fuerza y la vigencia del pensamiento de Ho Chi Minh radican en las características propias que emanan de él.

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El presidente Ho Chi Minh conversa con estudiantes de la Escuela Central de Artes Dramáticas en el Área Cultural Mai Dich, Hanói . Foto cortesía de

1. El contenido central del pensamiento de Ho Chi Minh es la independencia nacional asociada al socialismo, de acuerdo con las leyes de desarrollo de la época.

El anhelo de libertad es inherente al ser humano, por lo que, cuando el colonialismo sumió a innumerables naciones en la esclavitud, la lucha por la independencia nacional se convirtió en una tendencia inevitable de la época. Al partir en busca de una solución para salvar a su país, Ho Chi Minh se convirtió en un símbolo de las naciones oprimidas que luchaban por el derecho a la dignidad humana, el derecho a vivir en igualdad y libertad.

Dotado de la metodología científica del marxismo-leninismo y de experiencia práctica, Ho Chi Minh realizó descubrimientos oportunos sobre el camino hacia la salvación nacional y la dirección de la construcción nacional del pueblo vietnamita: "Para salvar al país y liberar a la nación, no hay otro camino que el de la revolución proletaria" y "solo el socialismo y el comunismo pueden liberar a los pueblos oprimidos y a los trabajadores de todo el mundo de la esclavitud".

Ho Chi Minh tenía una visión muy creativa sobre el método de liberación: la revolución anticolonial debía llevarse a cabo de forma proactiva y creativa, sin esperar pasivamente a que la revolución en la metrópoli se produjera, y debía triunfar antes que esta. Al implementar su ideología, el pueblo vietnamita no solo alcanzó la independencia y la libertad, sino que su victoria contribuyó al colapso del sistema colonial a nivel mundial. Por ello, Ho Chi Minh es conocido como el artífice del progreso histórico. El erudito británico Bertrand Rousseau escribió: «La trayectoria abnegada y desinteresada del presidente Ho Chi Minh en pro de la independencia y la unificación de Vietnam durante más de medio siglo lo ha convertido no solo en el líder del pueblo vietnamita, sino también en el célebre artífice de la liberación mundial del colonialismo».

2. El pensamiento de Ho Chi Minh cristaliza los valores eternos de la humanidad: la paz, la independencia nacional y el progreso social.

El mundo honra a Ho Chi Minh como un artífice de la paz cultural porque siempre se esforzó por resolver los conflictos con otras naciones mediante el diálogo intercultural. Cuando se vio obligado a defenderse, limitó proactivamente el espacio bélico en Vietnam para proteger la paz regional y mundial. Ho Chi Minh amaba profundamente la paz, pero debía ser una paz verdadera: una paz basada en la independencia y la libertad, pues, como él mismo declaró: «Todos los pueblos del mundo nacen iguales; toda nación tiene derecho a vivir, derecho a ser feliz y derecho a ser libre».

Para Ho Chi Minh, la independencia y la libertad no eran solo objetivos políticos, sino también valores morales. Un patriota, una nación orgullosa, no estaría dispuesta a vivir en la esclavitud. En un mundo aún plagado de injusticias, el pensamiento de Ho Chi Minh, «Nada es más precioso que la independencia y la libertad», se convirtió en una gran verdad de la época.

3. El pensamiento de Ho Chi Minh expresa la aspiración a la solidaridad y la cooperación amistosa entre las naciones.

Nguyen Ai Quoc-Ho Chi Minh fue el primer vietnamita en afirmar: “La revolución anamita es también parte de la revolución mundial. Todo aquel que hace la revolución en el mundo es camarada del pueblo anamita”. Esto puede considerarse el inicio de su estrategia de solidaridad internacional. Cabe destacar que esta estrategia no solo surgió de objetivos políticos, sino también del sentimiento de fraternidad: “Miles de kilómetros de montañas y ríos son una sola familia, porque en los cuatro mares todos somos hermanos”. Este sentimiento en el comunista Nguyen Ai Quoc era tan profundo que, en 1923, el poeta soviético Osip Mandenstam expresó: “A través del noble porte, en la cálida voz de Nguyen Ai Quoc, parece que oímos el mañana, que vemos el inmenso silencio de la amistad mundial”.

Cuando nació la República Democrática de Vietnam, el presidente Ho Chi Minh declaró: Vietnam está dispuesto a ser amigo de todos los países democráticos y a no enemistarse con nadie. Constantemente educó al pueblo sobre la amistad y el principio moral de que ayudar a los amigos es ayudarse a uno mismo. La Guerra Fría llevó a los países a la confrontación, pero Ho Chi Minh siguió afirmando con persistencia: «Países con diferentes regímenes sociales y diferentes formas de conciencia pueden convivir pacíficamente». Ho Chi Minh fue una persona que siempre buscó la unidad en lugar de la exclusión, que siempre trató de encontrar puntos en común en lugar de profundizar las diferencias. Con el espíritu de buscar la unidad en la diversidad, Ho Chi Minh no solo fue una persona con un pensamiento internacional moderno y un espíritu de tolerancia cultural, sino también un embajador de Vietnam en todo el mundo.

4. El pensamiento de Ho Chi Minh refleja el espíritu de innovación e integración, la gran tendencia de la era actual.

Ho Chi Minh era una persona particularmente sensible a lo nuevo. Desde esta perspectiva, definió la revolución: «La revolución consiste en destruir lo viejo y reemplazarlo con lo nuevo, destruir lo malo y reemplazarlo con el bien». Fiel al marxismo, se preguntaba: «Marx construyó su doctrina sobre una filosofía de la historia, pero ¿sobre qué historia? La historia europea. ¿Y qué es Europa? No es toda la humanidad». Partiendo de esta premisa, Ho Chi Minh no solo aplicó, sino que desarrolló creativamente el marxismo-leninismo con una serie de nuevos argumentos, idóneos para la revolución vietnamita. Al frente de la construcción del socialismo, aconsejó a los cuadros que evitaran a toda costa el dogmatismo y el conservadurismo. En su «Testamento», si bien no empleó directamente el concepto de «innovación», esbozó una estrategia general de innovación y aconsejó: «Esta es una lucha contra lo viejo y corrupto, para crear cosas nuevas y frescas». La causa de la renovación, iniciada por el VI Congreso del Partido, ha retomado ese espíritu, y los logros alcanzados son verdaderamente grandiosos. Esto demuestra la capacidad de visión estratégica de Ho Chi Minh. En un mundo que se desarrolla a una velocidad sin precedentes como la actual, el pensamiento renovador de Ho Chi Minh cobra aún más relevancia.

Ho Chi Minh fue también quien sentó las bases de la política de puertas abiertas y la integración internacional de Vietnam. Tan pronto como nació el Estado revolucionario, sin haber sido reconocido por ningún país, reafirmó la política de puertas abiertas y el llamado a la inversión en el "Llamamiento a las Naciones Unidas" (diciembre de 1946). En materia de comercio internacional, Ho Chi Minh declaró: "Vietnam comerciará con todos los países del mundo que deseen comerciar con Vietnam honestamente". Hoy en día, la integración internacional integral se ha convertido en una tendencia inevitable, pero en la década de 1940, la política de cooperación económica de Ho Chi Minh con países de diferentes ideologías y sistemas políticos representó una forma de pensar verdaderamente novedosa y progresista.

5. El pensamiento cultural y ético de Ho Chi Minh no solo promueve el entendimiento mutuo entre las naciones, sino que también deja un modelo de cultura humana.

Para Ho Chi Minh, la cultura no es algo demasiado elevado, sino que debe convertirse en "cultura de la vida", es decir, la cultura debe contribuir a eliminar el atraso, la ignorancia, la vanidad y el lujo en las costumbres, y mejorar el conocimiento de las personas para que cada individuo pueda liberar plenamente su "capacidad humana".

Ho Chi Minh sostenía con gran profundidad que la asimilación de la cultura humana debe ir de la mano con la promoción de la cultura nacional, pues, además de los beneficios mutuos, implica una dedicación basada en el principio de «habiendo disfrutado de las cosas buenas de otros, debemos también ofrecerles lo mismo». Por ello, la UNESCO, al contener ideas sumamente profundas, afirmó que el pensamiento de Ho Chi Minh «encarna las aspiraciones de las naciones que desean reafirmar su identidad cultural y fortalecer el entendimiento mutuo entre ellas».

Ho Chi Minh fue también un pensador que prestó especial atención a la ética. Al hablar sobre la importancia de la ética, siempre afirmó que esta es la raíz del ser humano, la fuerza de los revolucionarios y del Partido Revolucionario, la condición para que las personas desarrollen sus talentos y el factor que crea el atractivo de la doctrina revolucionaria. Según Ho Chi Minh, la máxima expresión de ética consiste en esforzarse y sacrificarse por la independencia de la nación y la felicidad del pueblo y de la humanidad.

El pensamiento moral de Ho Chi Minh resulta convincente no solo por sus características científicas y humanísticas, sino también por su vida «pura como la luz» y su total entrega al pueblo y a la patria. Tanto el pueblo vietnamita como los grandes intelectuales de la época reconocieron: «Cuando se habla de una persona cuya vida entera dejó un profundo afecto por el pueblo, no hay otro igual que Ho Chi Minh». El pensamiento de Ho Chi Minh sobre la moral y su propia moral —un modelo paradigmático de pureza y nobleza— están intrínsecamente ligados y revisten gran importancia en el mundo actual, plagado de paradojas.

El mundo es cada vez más rico y moderno, pero debido al excesivo desarrollo del individualismo, la creciente brecha entre ricos y pobres y la desigualdad entre clases y grupos étnicos, muchas personas han caído en una crisis existencial y de creencias. Esto conlleva un aumento de la violencia y de los estilos de vida desviados en parte de la población. De hecho, algunos utilizan la expresión «barbarie en la civilización» para referirse al mundo moderno. En vida, el primer ministro indio Nehru concluyó acertadamente que: «El mundo atraviesa hoy una crisis… Lo que se necesita ahora es un enfoque de paz, amistad y solidaridad. Ho Chi Minh es un símbolo de ese enfoque». El pensamiento humanista y ético de Ho Chi Minh, con su filosofía de vida de «corazón justo y cercano al pueblo», despierta la bondad en cada persona, ayudándola a encontrar un sentido a la vida y una conducta ética para alcanzar la verdadera felicidad.

Han pasado los años, pero Ho Chi Minh «no es un recuerdo del pasado. Es un hombre extraordinario para todos los tiempos». Esa es la acertada valoración que la humanidad ha hecho de nuestro tío Ho.

Profesora asociada, Dra. TRAN THI MINH TUYET, Facultad del Pensamiento de Ho Chi Minh, Academia de Periodismo y Comunicación

Fuente: https://www.qdnd.vn/phong-chong-tu-dien-bien-tu-chuyen-hoa/nhan-thuc-sau-sac-tu-tuong-ho-chi-minh-cung-la-mot-cach-phong-ngua-su-suy-thoai-ve-tu-tuong-chinh-tri-761729

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