Según un corresponsal de VNA en Japón, se están llevando a cabo muchas actividades de voluntariado en las zonas afectadas por el terremoto de principios de este año en la provincia de Ishikawa, mientras la gente de este país del noreste asiático está disfrutando de la Semana Dorada, la festividad más larga del año.
Después de que un terremoto de magnitud 7,6 sacudiera la península de Noto, muchas carreteras resultaron gravemente dañadas y se pidió a los habitantes de otras zonas que se abstuvieran de participar en las actividades de socorro para evitar atascos de tráfico.
Ahora, tras numerosos esfuerzos para superar el desastre, el acceso a las zonas devastadas por desastres naturales se ha vuelto gradualmente más fácil. Algunos voluntarios han comenzado a llegar a las zonas afectadas en vehículos particulares y las autoridades locales se preparan para una oleada de voluntarios justo a tiempo para las fiestas.
Según un centro de voluntarios en la ciudad de Anamizu, en Ishikawa, un promedio de más de 90 personas se inscribieron para ser voluntarios todos los días desde el comienzo de la Semana Dorada a fines de abril hasta el 8 de mayo, 1,6 veces más que la semana anterior.
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Tetsuya Furuta, de Hamamatsu, prefectura de Shizuoka, llegó aquí a finales de abril para ayudar a transportar las pertenencias de las casas afectadas por el desastre. Comentó que en marzo, todos los voluntarios tuvieron que reunirse en Kanazawa (capital de la prefectura de Ishikawa) y luego viajar en autobús a las zonas afectadas. Sin embargo, ahora la gente puede reunirse directamente en la zona de socorro.
Según el gobierno de la prefectura de Ishikawa, hasta el 16 de abril, un total de 66.000 voluntarios habían participado en los esfuerzos de recuperación tras el terremoto.
A fines de abril, la sección de Ishikawa de la Confederación de Sindicatos de Japón (Rengo) envió voluntarios al barrio de Iida en la ciudad de Suzu de Ishikawa, tan pronto como se restablecieron los suministros de agua.
Los voluntarios iban de casa en casa preguntando a la gente si necesitaban algo, ya que los lugareños tienden a abstenerse de ofrecer ayuda incluso cuando realmente la necesitan.
Según un funcionario del Consejo de Bienestar Social de la ciudad, la necesidad de voluntarios aumentará aún más una vez que se complete la construcción de viviendas temporales para los residentes.
Según el periódico VNA/Tin Tuc
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