Cientos de bocadillos con etiquetas en idiomas extranjeros y sin etiquetas adicionales en vietnamita se venden en una tienda de conveniencia en la ciudad de Dong Ha - Foto: HN
A las 8 p. m., en una tienda de conveniencia de la ciudad de Dong Ha, los reporteros observaron a muchos jóvenes, adolescentes y niños reunidos para comer. Los clientes podían comprar comida para llevar o elegir sus propios platos, incluso preparando fideos instantáneos o fideos picantes para disfrutar al instante. Patas de pollo, patas de pato, salchichas, pescado picante, fideos instantáneos, diversas carnes secas, dulces y otros bocadillos de todos los colores y tipos se exhibían en los estantes, con precios que oscilaban entre los 10 000 y los 100 000 VND.
Un aspecto preocupante es que cuando los compradores quieren comprobar los ingredientes y el origen de la mayoría de estos productos, no pueden encontrar una etiqueta complementaria en vietnamita y el nombre de la empresa importadora no está impreso en el envase.
Al preguntarle al respecto, el vendedor respondió: «Son productos de fabricación nacional importados directamente de China. Probablemente se trate de un error de la máquina que aún no ha escaneado las etiquetas. Pero le aseguro que son productos de calidad». Incapaz de leer el texto en idioma extranjero del envase, el vendedor dio más explicaciones vagas antes de irse.
Tras entrevistar a varios clientes, el reportero descubrió que acudían a comprar los productos tras ver anuncios y reseñas en TikTok y Facebook, o simplemente para regalarles a sus hijos, "siguiendo la tendencia" porque el artículo estaba de moda. No solo los jóvenes; muchos adultos también se han sumado a esta tendencia de consumo.
La Sra. Tran Huong, residente del Distrito 2 de la ciudad de Dong Ha, comentó: «Después de ver TikTok, mi hija insistió en que la llevara a comprar cuello de pato picante Dacheng. No solo a mi hija, sino también a sus compañeros de clase les encantan estos bocadillos chinos. Según ellos, son muy atractivos visualmente, deliciosos y, sobre todo, económicos, lo que los hace ideales para que compartan dinero con sus amigos y los compren».
Sin orígenes específicos y anunciados únicamente como "productos nacionales chinos", estos snacks están ampliamente disponibles y son populares entre jóvenes y adolescentes. Además de en tiendas físicas, estos productos también se promocionan ampliamente en redes sociales y plataformas de comercio electrónico a precios increíblemente bajos; los creadores de contenido producen numerosos vídeos promocionales para animar a los espectadores a probarlos.
Son deliciosos y económicos, pero no hay evidencia documentada que respalde su seguridad. Además, nadie conoce los ingredientes que se usan para elaborar estas apetitosas delicias.
Los alimentos y bebidas importados deben contar con envases y etiquetas en vietnamita, junto con facturas válidas y documentos justificativos. Si no se especifican claramente la fecha de caducidad, el origen y los ingredientes, estos productos pueden caducar y sufrir cambios químicos al llegar al consumidor, lo que compromete su valor nutricional y su seguridad.
Según la Organización Mundial de la Salud , los alimentos procesados y los que se someten a procesos como salazón, fermentación, secado y ahumado contienen altos niveles de sal, grasa y aditivos, clasificados como carcinógenos del Grupo 1. Además, para transportar y conservar los alimentos durante largos periodos, manteniendo su color y sabor, los fabricantes deben utilizar grandes cantidades de colorantes, saborizantes y conservantes artificiales.
En particular, productos como las patas de pollo, las patas de pato y los cuellos de pato, que están en contacto directo con el medio ambiente, presentan un alto riesgo de contaminación y pueden causar fácilmente problemas digestivos si no se procesan y conservan adecuadamente. Los snacks suelen estar marinados con especias y chiles, lo que los hace propensos a causar dolor de estómago si se consumen en exceso; y pueden causar calor interno y acné si se consumen con frecuencia.
En los niños, cuyos sistemas digestivo y nervioso aún no están completamente desarrollados, el consumo frecuente de este tipo de refrigerios puede provocar la acumulación de toxinas a largo plazo en el cuerpo, afectando así el sistema nervioso. El consumo de estos alimentos de origen desconocido también crea una mentalidad subjetiva en la elección de alimentos, lo que gradualmente genera hábitos alimenticios poco saludables en las generaciones más jóvenes.
En mi opinión, para minimizar los riesgos asociados al consumo actual de snacks, es necesario implementar un sistema de gestión integral y sistemático en los cruces fronterizos. Si los productos etiquetados como "Hecho en China" son realmente importados, deberían someterse a rigurosas inspecciones y pruebas antes de llegar a los mayoristas, minoristas y, en última instancia, a los consumidores.
Además, las autoridades deben inspeccionar y gestionar periódicamente los casos en que las tiendas y supermercados venden productos con etiquetas en idioma extranjero pero sin etiquetas suplementarias y no pueden presentar facturas, documentos que prueben el origen y otros documentos pertinentes.
Difundir y alentar a las personas y empresas a no comerciar ni consumir productos de snacks con etiquetas desconocidas o de origen poco claro.
En particular, las escuelas necesitan coordinarse con organismos especializados para organizar actividades de sensibilización y conocimiento sobre nutrición y seguridad alimentaria para que los jóvenes puedan participar y sepan identificar los alimentos inseguros y los riesgos para la salud que supone consumir snacks importados que no cumplen con los estándares de higiene.
Los padres deben ser más proactivos a la hora de orientar a sus hijos hacia hábitos alimentarios saludables, proporcionándoles comidas seguras y nutritivas y limitando el capricho de los niños de comprar snacks poco saludables de origen desconocido.
Hoai Nhung
Fuente: https://baoquangtri.vn/nhieu-nguy-co-tu-do-an-vat-gan-mac-hang-noi-dia-194320.htm






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