Ronaldo una vez derramó lágrimas cuando Portugal perdió el partido. |
El 4 de julio de 2004, el estadio Da Luz de Lisboa pareció estallar. Portugal, con su talentosa "generación dorada" —Luis Figo, Rui Costa, Deco—, llegó a la final de la EURO en su propio campo con la firme convicción de ganar su primer campeonato de la historia.
Pero el fútbol siempre es cruel. Grecia, un equipo no muy valorado, dio una sorpresa histórica con una estrategia defensiva sólida y el único gol de Angelos Charisteas.
Cuando sonó el pitido final, en la memoria de millones de fanáticos entró la imagen de un joven desplomándose en lágrimas: Cristiano Ronaldo, de 19 años, saboreando por primera vez el dolor de la derrota.
Del shock lisboeta al deseo de ganar
Ronaldo acababa de terminar su primera temporada en el Manchester United. El entrenador Luiz Felipe Scolari lo consideró una apuesta arriesgada, pero el joven rápidamente demostró ser la elección correcta.
Ronaldo marcó en el partido inaugural (Portugal perdió 2-1 contra Grecia) y continuó brillando en la semifinal contra Países Bajos con un cabezazo ejemplar. Figo, el gran veterano, veía en Ronaldo la imagen de un "sucesor" y siempre lo animaba a demostrar su talento con confianza.
Sin embargo, en la final, todos los esfuerzos de Portugal fueron en vano. Poseían una técnica exquisita, juventud y un gran deseo, pero no lograron penetrar la disciplinada defensa griega.
Al terminar el partido, Ronaldo rompió a llorar. No eran solo las lágrimas de un joven jugador, sino también el dolor de toda una nación sedienta de gloria.
La mayor diferencia en Ronaldo es su actitud ante el fracaso. No se deja vencer. El dolor de Lisboa ese año se convirtió en el motor que moldeó a una persona resiliente, constantemente obsesionada con la victoria. La Eurocopa 2004 fue el inicio de su camino hacia la creación de una leyenda del fútbol.
Ahora, Ronaldo, a sus 40 años, es una leyenda del fútbol mundial . |
Doce años después, cuando se celebró la Eurocopa 2016, Ronaldo ya no era el niño de antes. Saltó al campo como capitán, el símbolo número uno del fútbol portugués. Y la historia le sonrió.
Esta vez, Portugal venció a la anfitriona Francia con un potente disparo de larga distancia de Eder en la final. Ronaldo derramó lágrimas, pero eran lágrimas de triunfo, a pesar de tener que abandonar el campo en la primera parte por lesión.
Hitos de la edad adulta
Al recordar la Eurocopa 2004, la trayectoria de Ronaldo fue como una sinfonía llena de emociones. En el partido inaugural contra Grecia (1-2), salió del banquillo y marcó su primer gol con la selección, aunque solo fue un gol honorífico. En la victoria sobre Rusia (2-0), Ronaldo entró al campo en el minuto 78, demostrando su entusiasmo y ganas.
En el crucial partido contra España (1-0), en su debut como titular, Ronaldo dejó huella en la banda con sus audaces sprints. En cuartos de final contra Inglaterra (2-2, ganando 6-5 en los penaltis), lanzó un penalti con éxito, demostrando el espíritu de un jugador intrépido.
En la semifinal contra Países Bajos (2-1), Ronaldo abrió el marcador con un potente cabezazo. En la final contra Grecia (0-1), a pesar de jugar los 90 minutos, Cristiano no pudo hacer nada contra la muralla griega y terminó llorando.
Esos momentos retratan claramente a un Ronaldo joven pero apasionado: cabello peinado hacia atrás, un cuerpo imperfecto, pero ojos siempre ardiendo de fe.
Aunque se hace mayor, Ronaldo no quiere parar. |
Más de dos décadas después, la imagen del niño con el número 17 llorando en el campo de Da Luz sigue siendo un icono. Es un recordatorio de que toda gloria se forja a partir de una amarga derrota. Sin el dolor de 2004, no habría existido CR7 con cinco Balones de Oro, una serie de récords goleadores y un estatus de icono mundial.
Esas lágrimas no eran solo tristeza, sino el punto de partida de una trayectoria extraordinaria. Ronaldo convirtió el fracaso en motivación, las lágrimas en combustible para alcanzar la cima. No solo ganó para sí mismo, sino que también llevó al fútbol portugués a cotas sin precedentes, demostrando que el fracaso de hoy puede ser la base de la gloria del mañana.
Fuente: https://znews.vn/nhung-giot-nuoc-mat-lam-nen-huyen-thoai-ronaldo-post1571075.html
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