El centenario del Día de la Prensa Revolucionaria de Vietnam (21 de junio de 1925 - 21 de junio de 2025) coincide también con el cuarto aniversario desde que me convertí oficialmente en reportera del periódico PLVN, una profesión ardua, digna y de la que me siento orgullosa. Cuatro años no son muchos, pero me bastan para experimentar las alegrías y las tristezas de la profesión, y a partir de ahí he adquirido formación, resiliencia y superación personal.
Antes de ser periodista, tuve diversos empleos, desde mis estudios: desde trabajar a tiempo parcial para ganar dinero y pagar la matrícula, hasta hacer negocios, hacer voluntariado y colaborar en páginas especializadas o boletines internos. Apasionado por el periodismo, pues puede aportar cosas buenas a la vida, tras un tiempo de colaboración, me aceptaron para trabajar en la Oficina Regional del Sudeste (ahora la Oficina de Representación en Ciudad Ho Chi Minh) del periódico PLVN. El día que tomé la decisión, sentí que mi vida daba un giro radical y que mi sueño de convertirme en periodista profesional se había hecho realidad.
En mis primeros días de trabajo, aún me sentía desconcertado. Aunque ya había acumulado algo de experiencia, al incorporarme a una gran redacción, había muchas cosas nuevas que aprender. Desde cursos sobre habilidades y ética periodística, la Ley de Prensa, el reglamento de la agencia, hasta viajes de campo para escribir artículos periodísticos... Hubo noches de insomnio frente al teclado, cuando la ciudad se había dormido; solo las luces de los escritorios brillaban silenciosamente como velas apagándose.
Antes, pensaba que el periodismo significaba viajar a muchos lugares, conocer a mucha gente, escribir sobre grandes cosas y ser reconocido por todos. Pero cuando me dediqué al periodismo, me di cuenta de que no solo se trata de gloria, sino también de dificultades y duros desafíos. Detrás de cada noticia se encuentra el esfuerzo de todo un equipo: reporteros, editores, controladores de contenido, personal de apoyo y revisores. Reporteros y periodistas a veces tienen que enfrentarse al peligro para traer noticias actuales y servir a los lectores.
El periodismo es una profesión especial, más difícil que muchas otras. Los reporteros y periodistas no solo necesitan una sólida base de conocimientos y un comportamiento flexible y armonioso, sino que también deben enfrentarse constantemente a la presión de diversos sectores: la redacción, los lectores, su propia conciencia profesional, sus familiares...
Me encanta el periodismo porque me da la oportunidad de viajar a muchos lugares, escuchar muchas historias y escribir historias reales sobre la vida, cumpliendo la misión de eliminar los males de la sociedad, defendiendo el derecho y a los débiles. Cada viaje, cada historia, refleja a los lectores y, al mismo tiempo, es una profunda lección de vida que enriquece mi experiencia y mi perspectiva personal.
Amo el periodismo porque me enseñó a sacrificarme y a apreciar los valores de la vida. Agradezco a mis predecesores, quienes no dudaron en enseñarme desde las más pequeñas lecciones, escribiendo con cuidado cada frase para que los artículos fueran precisos, humanos, completos, razonables y lógicos. En Vietnam Law House, hay muchos reporteros y periodistas así, que han "alimentado" y contribuido a avivar la llama de la profesión en sus jóvenes, aportando más determinación a cada reportero y periodista en particular, y a la redacción en general, para superar las dificultades y los desafíos.
Ahora, si pudiera elegir de nuevo, seguiría eligiendo el periodismo. Porque el periodismo me ha permitido vivir mi pasión, viajar, escribir, compartir, escuchar, tener la oportunidad de difundir cosas positivas y buenas. El periodismo me ha ayudado a ser una persona más fuerte, más humana y más compasiva. Entiendo que el periodismo no se trata solo de informar, sino también de responsabilidad social, un puente que conecta vidas, contribuyendo a arrojar luz sobre la verdad y la justicia.
Fuente: https://baophapluat.vn/niem-vui-lan-toa-nhung-dieu-tich-cuc-thien-lanh-post552463.html
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