Junto con el buen funcionamiento del sistema de gobierno de dos niveles, promover los valores culturales de las localidades posteriores a la fusión para alcanzar su máximo potencial es una tarea importante y urgente.
Parte 1: El poder cultural une a las comunidades y da forma al futuro
Desde 34 nuevas provincias y ciudades se concentran recursos, requiriendo que las localidades construyan estrategias culturales regionales para promover el potencial y la fortaleza, contribuyendo al desarrollo socioeconómico del país.
Construyendo identidad y marca en el nuevo contexto
En la estrategia nacional de desarrollo socioeconómico, nuestro Partido y Estado siempre priorizan el factor cultural. La Resolución n.º 76/2025/UBTVQH15, de 15 de marzo de 2025, del Comité Permanente de la Asamblea Nacional sobre la organización de las unidades administrativas provinciales en 2025, establece la siguiente tarea: El desarrollo de un plan para la organización de las unidades administrativas provinciales y comunales debe preservar y promover las tradiciones históricas, culturales y étnicas de cada localidad, garantizando así la solidaridad comunitaria.
Anteriormente, la Resolución n.° 18-NQ/TW, de 25 de octubre de 2017, del XII Comité Central del Partido, sobre la innovación continua y la reorganización del sistema político para su racionalización y funcionamiento eficaz y eficiente, establecía que la organización de las unidades administrativas de base debe ser coherente con las características locales, incluidos los factores culturales. Esto demuestra la postura consecuente del Partido y el Estado al identificar la cultura como motor del desarrollo sostenible, ayudando a las localidades a construir su identidad y marca en el nuevo contexto.
La política de fusión de las unidades administrativas provinciales es un paso inevitable, acorde con las exigencias del desarrollo en la nueva era, que supera las limitaciones del sistema administrativo actual, especialmente la dispersión de recursos y la ineficiencia en las provincias de menor escala. La fusión en 34 nuevas unidades administrativas no solo contribuye a reducir la carga presupuestaria, sino que también crea oportunidades para replanificar el espacio de desarrollo local y regional.
Fusionar unidades administrativas provinciales no implica perder la identidad local, sino elevar la localidad. No se trata de borrar la historia, sino de escribir un nuevo capítulo a mayor escala y con mayor prestigio.
Dr. Nguyen Si Dung
Sin embargo, el proceso de reorganización plantea desafíos, ya que cada provincia y ciudad posee su propia identidad cultural, cristalizada a lo largo de cientos de años de historia y estrechamente vinculada a la vida comunitaria. El cambio de límites, nombres o centros administrativos puede reducir el espacio y los recursos para las actividades culturales tradicionales en zonas residenciales, pueblos y aldeas.
Una preocupación mayor surge a nivel provincial, donde los valores culturales no solo tienen importancia comunitaria, sino que también desempeñan un papel estratégico en el desarrollo económico, cultural y social. Si esta cuestión no se aborda adecuadamente, se corre el riesgo de centrar los recursos en el desarrollo cultural únicamente en la región central, descuidando las zonas montañosas, remotas y aisladas, lo que provocaría el desvanecimiento o incluso la desaparición de la identidad cultural.
Para resolver esta preocupación, la preservación y promoción de los valores culturales debe ser el eje central del proceso de reforma institucional. Las autoridades de todos los niveles y sectores funcionales deben investigar y desarrollar proactivamente planes adecuados, garantizando dos requisitos: primero, mejorar la eficiencia de la gestión del aparato tras la racionalización; segundo, preservar y promover los nuevos valores culturales tradicionales locales, para que la cultura sea verdaderamente el fundamento espiritual de la sociedad, un objetivo y una fortaleza endógena, un motor del desarrollo nacional.
El vicepresidente del Comité de Cultura y Sociedad, Ta Van Ha, analizó: «El pueblo vietnamita tiene una cultura de más de 4000 años; cada localidad y región tiene su propia identidad cultural; cada grupo étnico tiene su propia cultura, costumbres, hábitos y tradiciones históricas de larga data asociadas con la tierra. Por lo tanto, al fusionarnos, debemos prestar atención a los factores de geografía, cultura, historia, naturaleza, economía, política, social, étnica y religiosa... Estos factores son el pegamento que une a la comunidad y crea las características culturales únicas de la región». Según el Artista Meritorio Dang Cong Hung, vicepresidente a cargo de la Asociación de Literatura y Artes de la provincia de Gia Lai, si no hay un profundo entendimiento y apertura, puede conducir fácilmente a una situación de «ir juntos pero no encontrarse».
Maximizar las ventajas regionales
Para mantener y promover los valores culturales tradicionales en el contexto de las fusiones administrativas, es necesario implementar soluciones sincrónicas. En primer lugar, las nuevas provincias y ciudades deben desarrollar proactivamente estrategias regionales de desarrollo cultural que reflejen plenamente las características de las localidades miembro, cuenten con planes de desarrollo y preservación adecuados, y creen ventajas competitivas.
Esta estrategia debe centrarse en priorizar la inversión en patrimonio cultural, festivales tradicionales, pueblos artesanales y artes populares. Por ejemplo, en el caso de la fusión de Hai Duong y Hai Phong, es necesario garantizar que los valores culturales únicos de Hai Duong, como la cerámica Chu Dau, las marionetas acuáticas de Hong Phong o el festival Con Son-Kiep Bac, sigan recibiendo apoyo con recursos materiales y humanos, y se organicen a una escala proporcional. Al mismo tiempo, es necesario diseñar un mecanismo justo de asignación de presupuesto cultural, priorizando a las localidades que ya no son centros administrativos para mantener las actividades culturales.
Además, es necesario fomentar el modelo de colaboración público-privada, movilizando a las empresas para que participen en la conservación y explotación del patrimonio cultural, contribuyendo tanto a preservar el patrimonio como a crear empleo para las personas, aportando ingresos al presupuesto local.
Según el Dr. Tran Huu Son, las provincias y ciudades recién fusionadas son el punto de encuentro de numerosas subregiones culturales, por lo que propuso formar subregiones culturales a partir de comunas con características geográficas e históricas similares, conformando una comunidad de propietarios culturales, con el fin de maximizar las ventajas regionales en el desarrollo sociocultural de la localidad. El poeta Van Cong Hung se muestra optimista: «El desarrollo cultural impulsará el desarrollo socioeconómico general».
Igualmente importante es promover la aplicación de la transformación digital en la preservación cultural. Esta constituye una herramienta eficaz para gestionar y promover los valores culturales en el contexto de fusiones administrativas. La creación de una base de datos cultural digital, que incluya información sobre reliquias históricas, festivales, pueblos artesanos y materiales etnográficos, contribuye a preservar la memoria cultural local.
Se pueden crear "mapas culturales digitales" provinciales que permitan a residentes y visitantes acceder fácilmente a información sobre valores culturales únicos, a la vez que se promueve el turismo sostenible. Tecnologías como la realidad virtual (RV) o la realidad aumentada (RA) pueden aplicarse para recrear festivales, reliquias y pueblos artesanales, brindando experiencias vívidas a las generaciones más jóvenes. Esta es una forma de preservar la cultura intangible, que se pierde fácilmente cuando ya no existe un lugar tradicional.
Por otro lado, es necesario promover la educación y la comunicación para fomentar el orgullo por la identidad cultural local, así como por la cultura nacional. Las agencias de prensa y las redes sociales deben promover su papel en la difusión de los valores culturales, narrando historias sobre el patrimonio local y sus habitantes de forma vívida, atractiva e inspiradora.
Las campañas de comunicación deben centrarse en construir una imagen cultural positiva, animando a la gente a participar en la conservación del patrimonio y a enorgullecerse de su identidad regional. La participación comunitaria, especialmente entre los jóvenes, convertirá la conservación cultural en una necesidad endógena, en lugar de limitarse a aplicar políticas de arriba hacia abajo.
La cultura es el pilar del desarrollo sostenible. La reforma institucional, mediante la fusión de unidades administrativas para reestructurar el aparato, ofrece a Vietnam la oportunidad de afirmar el poder de la cultura para conectar a la comunidad y forjar el futuro. Preservar y promover la identidad cultural en la reforma institucional debe considerarse responsabilidad de todo el sistema político, así como misión común de toda la sociedad. Cuando la cultura se sitúa en el centro de todas las políticas, la reforma de hoy sentará una base sólida para que Vietnam se desarrolle de forma sostenible, cree una identidad nacional sólida y consolide su posición en el ámbito internacional.
(Continuará)
Fuente: https://nhandan.vn/phat-huy-nguon-luc-van-hoa-trong-ky-nguyen-moi-post892484.html
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