Los voluntarios de la región de los Urales están probando drones FPV (vista en primera persona) “kamikaze” fabricados con materiales impresos en 3D y fáciles de instalar.
Este vehículo aéreo no tripulado (UAV) llamado “Ghoul” es un proyecto de financiación colectiva, cuyo objetivo es producir UAVs suicidas para atacar unidades blindadas o posiciones fortificadas del enemigo en la línea del frente, o incluso detrás de las líneas enemigas.
El Ghoul fue desarrollado en la región de Sverdlovsk y está diseñado para penetrar profundamente en las líneas enemigas, cortando el suministro de municiones o vehículos blindados "estacionarios", informó la agencia de noticias TASS .
Otro objetivo son los tanques que aprovechan el terreno para esconderse de las baterías de misiles guiados antitanque (ATGM). Los vehículos aéreos no tripulados (UAV) pueden encontrar estas presas y atacarlas descendiendo en picado, según TASS , citando al representante del fabricante.
Para realizar esta tarea, Ghoul puede llevar granadas RPG-7, como las granadas antitanque portátiles PG-7VL y RKG-3M, o “explosivos de fragmentación de fabricación militar hechos de pegamento epoxi”.
En consecuencia, el primer lote de drones se ha desplegado en primera línea, pero existen algunos problemas con el panel de control terrestre. Los próximos productos se están desarrollando basándose en la experiencia real.
Componentes de cosecha propia
Rusia intenta reducir su dependencia de la electrónica occidental importada de Estados Unidos y Europa, que se utiliza principalmente en el sector aeroespacial. Los analistas afirman que Moscú no es un país fuerte en electrónica, circuitos impresos ni hardware informático.
Un representante de la empresa que fabrica Ghoul dijo que están tratando de realizar transmisiones de datos de video utilizadas en vehículos aéreos no tripulados utilizando componentes producidos localmente, en lugar de importarlos de China.
Una de las formas más eficientes es imprimir en 3D la antena y el cuerpo principal del UAV. «Las piezas esenciales están hechas de fibra de vidrio cortada en una máquina CNC, mientras que el cuerpo principal se moldea mediante tecnología de moldeo por inyección de termoplásticos».
Anteriormente, Occidente creía que Rusia también estaba desarrollando un dron suicida simple y barato llamado Privet-82, para su uso en operaciones mixtas.
Eurasiantimes afirma que el Privet-82 es un UAV "kamikaze" único con capacidades FPV que puede despegar desde una distancia segura de 30 km tras las líneas del frente. Según informes, tiene capacidades autónomas con coordenadas predefinidas y una función de retransmisión con operador humano.
Andrei Ivanov, director ejecutivo de Oko Design Bureau, la empresa que desarrolló el Privet-82, afirmó que su producto utiliza componentes electrónicos sencillos y comerciales en lugar de costosos importados. «Nuestros vehículos aéreos no tripulados (UAV), como el fusil de asalto Kalashnikov, son extremadamente sencillos, fiables y eficaces».
Con un alcance de hasta 300 km, los UAV suicidas pueden lanzarse a 15-20 km detrás del frente con una ojiva de 5 kg. En modo autónomo, el Privet-82 no necesita ondas de radio cuando la función de transmisión de vídeo está desactivada temporalmente.
Mientras tanto, con la tecnología de avance del piloto, Privet-82 abre la posibilidad de una enorme ventaja de combate mixto cuando, en el campo, la mayoría de los UAV suicidas se lanzan desde un centro a un objetivo específico.
Sin embargo, los expertos aún no tienen claro cómo funcionará el mecanismo de transición cuando Privet-82 opere en modo autónomo con las ondas de radio apagadas.
(Según Eurasiantimes)
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