La mujer embarazada D. fue trasladada del Hospital de Obstetricia y Pediatría Vinh Phuc al Hospital Central de Obstetricia y Ginecología en una situación de alto riesgo tanto para la madre como para el feto debido a un aumento de peso descontrolado, su peso antes del embarazo era de aproximadamente 140 kg y ganó 38 kg durante el embarazo.
Con sobrepeso, preeclampsia y diabetes, un parto normal es casi imposible. Incluso la opción de una cesárea conlleva riesgos potenciales relacionados con la anestesia, la cirugía y la reanimación postoperatoria.

Al comprender que retrasar la cesárea podría empeorar el pronóstico para la madre y el feto, los anestesiólogos y obstetras consultaron urgentemente y decidieron realizar una cesárea de emergencia, mientras desarrollaban simultáneamente un plan detallado y riguroso, listo para dos escenarios que incluían anestesia regional (anestesia espinal o anestesia epidural) o anestesia endotraqueal.

Por las razones mencionadas, en cuanto recibimos información sobre este caso, el equipo de anestesia examinó cuidadosamente al paciente, evaluó su estado respiratorio, vías respiratorias y otros problemas relacionados para elaborar un plan de anestesia eficaz y seguro. Al mismo tiempo, se preparó todo el equipo, la maquinaria y los medicamentos para posibles situaciones.
Los médicos se basan en la altura y el peso ideales para calcular la dosis de los medicamentos anestésicos para garantizar suficientes medicamentos para una anestesia profunda y suficiente relajación muscular para facilitar la intubación endotraqueal, mientras que también consideran evitar la hipotensión y afectar la hemodinámica, que pueden ocurrir fácilmente en mujeres embarazadas obesas sometidas a anestesia.

Durante la cirugía, el Dr. Dang Quang Hung, subdirector del Departamento de Obstetricia y Ginecología, quien realizó directamente la cirugía, dijo que la parte más difícil de la cirugía fue que la pared abdominal de la mujer embarazada era muy gruesa, lo que dificultaba el acceso al útero y la extracción del feto.
El prolapso del tejido adiposo abdominal dificulta considerablemente las intervenciones quirúrgicas. En casos de hipertensión y diabetes, el riesgo de infección del sitio quirúrgico y complicaciones postoperatorias también aumenta significativamente. Durante la cirugía, debido a la gran masa de grasa abdominal y la compresión fetal, aumenta el riesgo de complicaciones cardiopulmonares.
Por lo tanto, la cirugía requiere una coordinación fluida entre la anestesia y la cirugía para extraer el feto de manera rápida y segura, al tiempo que se “libera” la carga hemodinámica de la madre.


Tras casi una hora, la cirugía fue exitosa. El bebé pesó 3,4 kg, estaba sonrosado y lloraba con fuerza, por lo que fue trasladado de inmediato al Centro Neonatal para su seguimiento posparto. Sin embargo, por parte de la madre, aunque la hemodinámica era estable, aún presentaba numerosos riesgos respiratorios, por lo que fue monitoreada de cerca en la sala de postoperatorio.
Fuente: https://www.sggp.org.vn/san-phu-nang-178kg-co-nhieu-benh-ly-nguy-hiem-duoc-mo-lay-thai-thanh-cong-post808516.html
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