Por tanto, este es el momento en el que el papel de la familia y de la sociedad es sumamente importante a la hora de acompañar y orientar a los estudiantes en sus estudios y carreras, para ayudarles a elegir la carrera adecuada que se adapte a sus capacidades, pasiones y necesidades sociales en el futuro.
Por consiguiente, los padres deben cuidar, animar y crear una mentalidad estable para sus hijos, en lugar de presionarlos por sus logros o expectativas personales. Es importante que les expliquen que, independientemente de sus calificaciones, lo importante es que cada uno tenga claro qué quiere, en qué destaca y para qué campo es apto. Por lo tanto, los hijos deben analizar con calma sus propias habilidades y, si es necesario, elegir otro camino: cambiar a carreras menos competitivas, considerar la admisión basándose en su expediente académico, ir a la universidad, aprender un oficio o incluso tomarse un año sabático para reorientar su carrera y su especialización, en lugar de entrar en pánico y confundirse cuando no se cumplen sus deseos.
Además, las instituciones de educación superior necesitan innovar en su enfoque: brindar información profesional clara y práctica, actualizar las tendencias laborales, mejorar las conexiones empresariales y brindar orientación profesional temprana. El contenido ofrecido debe estar estrechamente actualizado con las prácticas profesionales y el mercado laboral para ayudar a los estudiantes a tomar decisiones prácticas y acertadas.
Elegir una carrera es una decisión importante que impacta a largo plazo la vida y la carrera profesional de cada persona. Para tomar la decisión correcta, lo más importante es que cada candidato considere cuidadosamente sus capacidades personales, sus intereses, su situación familiar y, sobre todo, las necesidades reales del mercado laboral.
Al final, las calificaciones de los exámenes son solo un pequeño paso en el largo camino de la vida, no la única medida del valor o la capacidad de una persona. Independientemente de si son altas o bajas, lo importante es que cada candidato tenga claro qué quiere, en qué destaca y para qué campo es apto. La realidad demuestra que la universidad no es el único camino, ni mucho menos lo es todo. Cuando una puerta se cierra, se abren otros, si estás listo para avanzar con una mentalidad proactiva y positiva.
Thu Ngoc
Fuente: https://baodongnai.com.vn/dong-nai-cuoi-tuan/202507/sau-diem-thi-chon-huong-di-phu-hop-moi-la-quan-trong-250372d/
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