
Fotografía ilustrativa - (Fuente: economiematin)
Tras dos primeros trimestres de este año marcados por una desaceleración, en el tercer trimestre septiembre se convirtió en el mes con mayor número de quiebras desde 1990. Estas cifras reflejan la situación general del año: una economía débil, tipos de interés elevados, costes energéticos en alza y un entorno empresarial cada vez más competitivo.
En comparación con el período 2010-2019, muchos sectores registran tasas de quiebra sin precedentes, como el transporte y el almacenamiento, la información y las comunicaciones, y el comercio de automóviles. Los sectores de la construcción y el comercio minorista, por sí solos, representan casi el 40 % del total de quiebras este año.
Tras la pandemia de COVID-19 y la crisis energética derivada del conflicto en Ucrania, muchas empresas recibieron apoyo financiero del Estado para superar el difícil periodo. Sin embargo, la finalización de estas medidas y el aumento de los costes de endeudamiento han provocado que numerosas compañías vuelvan a registrar pérdidas o se declaren insolventes.
Además de los factores financieros, la feroz competencia tras el auge económico también contribuyó al aumento de las tasas de quiebra, especialmente en los sectores de la construcción, los servicios y el comercio minorista.
En los últimos 12 meses, Francia registró 791 quiebras en el sector de servicios empresariales, 755 en el sector de servicios personales y 654 en el sector hotelero y de restauración, sectores sensibles a la inflación y a los costes energéticos.
Se prevé que en 2026 Francia podría registrar alrededor de 65.000 quiebras, una cifra inferior a la de este año, pero que aún así representa un máximo histórico.
Fuente: https://vtv.vn/so-doanh-nghiep-pha-san-tai-phap-tang-vot-100251105134827955.htm






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