La guerra electrónica rusa deja a Estados Unidos y a sus aliados 'sobresaltados'

La guerra entre Rusia y Ucrania ha obligado a Estados Unidos y Occidente a reevaluar la guerra electrónica (GE), un campo que habían "olvidado" durante muchos años, cuando solo tenían que enfrentarse a pistoleros iraquíes locales o a terroristas talibanes.

El avión de ataque bimotor de largo alcance Sukhoi Su-34 de Rusia, apodado “Fullback”, ha sido modernizado con nuevas protecciones contra equipos de guerra electrónica enemigos, incluyendo capas de protección contra guerra electrónica de fabricación extranjera utilizadas en Ucrania, informó recientemente la agencia de noticias Ria Novosti .

“Los aviones Su-34 operan cerca de zonas de combate especiales para lanzar bombas guiadas, por lo que están al alcance de los equipos de guerra electrónica enemigos. El ejército ruso ha adoptado medidas técnicas para proteger los sistemas de los Su-34 de las armas electrónicas ucranianas y occidentales”, citaba el artículo.

El modelo de UAV de guerra electrónica Moskit de Rusia se desarrolló a partir del Orlan-10.

Invisible al radar

Los Su-34 convencionales están equipados con el complejo de contramedidas electrónicas Khibiny con estaciones de interferencia activas SAP-14 y SAP-518, lo que mejora significativamente la capacidad de proteger de manera confiable a los cazas rusos de los sistemas de defensa aérea enemigos.

Mientras tanto, analistas militares afirman que los Su-34 entregados desde julio de 2022 (después del estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania) han sido construidos con estándares avanzados, ya que la variante Su-34M está especializada en guerra electrónica o reconocimiento.

El director general del fabricante de aviones ruso Corporación Aeronáutica Unida, Yuri Slyusar, anunció que el Su-34M tiene el doble de capacidad de combate que el Su-34 original, que está en servicio desde 2014. Las características de la nueva variante incluyen tres tipos diferentes de sensores: el grupo de búsqueda electrónica UKR-RT, el grupo de cámaras UKR-OE y el radar de apertura sintética UKR-RL, que ayudan a los pilotos a maximizar la conciencia situacional al controlar el Su-34M.

Complacencia de Estados Unidos y la OTAN

Desde 1888, cuando el físico alemán Heinrich Hertz demostró que las chispas eléctricas podían transmitir señales al espacio, los ejércitos de todo el mundo han comenzado a utilizar esta tecnología para mejorar la eficiencia de la comunicación, la navegación, la puntería o el escaneo del campo de batalla.

Moscú desarrolló la línea Su-34M específicamente para realizar misiones de guerra electrónica y reconocimiento de inteligencia.

Los expertos afirman que existe un procedimiento estándar en los ejércitos profesionales de todo el mundo, que consiste en recopilar información sobre la guerra electrónica del enemigo y “calibrar” su propio sistema de guerra electrónica de acuerdo con los parámetros obtenidos.

Sin embargo, las capacidades de guerra electrónica de la OTAN han disminuido alarmantemente con el paso de los años. Estados Unidos y sus aliados no se han enfrentado a desafíos significativos por parte del enemigo durante su presencia en Afganistán. Los sistemas GPS y de seguimiento de fuerzas propias (que ayudan a distinguir a las fuerzas amigas) se han mantenido en funcionamiento de forma constante, lo que ha generado complacencia en estos países.

Conceptos de guerra electrónica como la disciplina radioeléctrica, el control de la firma electromagnética y el salto de frecuencia han perdido su valor, incluso cuando Rusia y China han logrado grandes avances en guerra electrónica.

El poder electromagnético de Rusia

En noviembre de 2022, Moscú presentó un sistema de vehículo aéreo no tripulado (UAV) ligero llamado “Moskit” (también conocido como Moskito o Mosquito) basado en el Orlan-10 y afirmó haber interferido con éxito las comunicaciones de Kiev, subrayando la capacidad de Rusia para asimilar rápidamente las lecciones del campo de batalla y mejorar su tecnología armamentística a un ritmo vertiginoso.

El poderío de guerra electrónica de Rusia en la guerra con Ucrania sorprende a Estados Unidos y sus aliados.

Anteriormente, en 2014, Rusia anunció que había logrado inutilizar el sistema de radar del destructor estadounidense USS Donald Cook mediante transmisores de interferencia activa Khibiny, instalados en cazas Su-24 "Fencer". El país afirmó haber sobrevolado el buque de guerra estadounidense más de doce veces sin ser detectado.

Según el programa informativo Vesti (parte del canal de televisión ruso Rossiya-1), el Su-24 se aproximó al Cook y “activó un potente equipo de interferencia electrónica de radio, inutilizando todos los sistemas del buque”. Posteriormente, el Pentágono emitió un comunicado condenando el comportamiento peligroso y poco profesional de los pilotos rusos, quienes volaron repetidamente a baja altura frente al destructor de la Armada estadounidense.

Ninguna de las partes mencionó la guerra electrónica, pero Estados Unidos afirmó que el USS Cook era capaz de defenderse de los Su-24. Observadores indicaron que el buque de guerra Cook podría haber desactivado su sistema de guerra electrónica para evitar las actividades de inteligencia de señales (SIGINT) rusas.

“La importancia del sistema electromagnético y del espectro electromagnético es tal que un ejército puede quedar completamente paralizado si su equipo electrónico es atacado. Las técnicas de guerra electrónica más utilizadas son la interferencia (contramedidas electrónicas) y la interceptación de las comunicaciones enemigas (inteligencia de señales)”, declaró un oficial del ejército indio.

(Según EurAsian Times)

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