Reunión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y los líderes europeos, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, junto con representantes de la OTAN y la UE, el 18 de agosto. Foto: AP
Considerando una estrategia de seguridad para Ucrania: opciones y límites actuales
Los observadores afirman que el cambio de enfoque en la política sobre Ucrania no es inesperado. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, parece estar evitando por ahora las cuestiones territoriales, con la esperanza de que las conversaciones directas con el presidente ruso, Vladímir Putin, solo se produzcan en un contexto político más favorable, algo que aún está por verse. Mientras tanto, en Europa, las discusiones sobre el tema se complican cada vez más debido a las diferencias internas, especialmente a medida que el conflicto se prolonga y agota los recursos de los Estados miembros.
En este contexto, garantizar la seguridad de Ucrania, mediante asistencia militar , cooperación en inteligencia o el establecimiento de mecanismos de defensa, se considera cada vez más viable política y legalmente. Por ello, este tema atrae cada vez más la atención de responsables políticos, expertos y medios de comunicación internacionales.
Sin embargo, uno de los principales desafíos actuales es la postura del presidente estadounidense Donald Trump, quien ha expresado reiteradamente su oposición a la adhesión de Ucrania a la OTAN. Esta postura dificulta la construcción de un mecanismo de seguridad vinculante, que Ucrania y algunos países europeos consideran necesario. No obstante, la política exterior estadounidense puede cambiar con cada mandato presidencial. Si bien no se puede descartar que el sucesor de Trump adopte un enfoque diferente, especialmente en la promoción de la expansión de la OTAN, cualquier ajuste de política en ese sentido tendrá que esperar al menos algunos años.
Ante las incertidumbres de EE.UU., según medios internacionales, los países europeos están considerando dos direcciones estratégicas para garantizar la seguridad a largo plazo de Ucrania: primero, fortalecer la capacidad de defensa interna de Ucrania mediante el suministro de armas modernas a gran escala, financiadas principalmente con fondos europeos; al mismo tiempo, apoyar la recuperación y el desarrollo de la industria de defensa de Ucrania, incluida la transferencia de tecnología y la inversión a largo plazo.
En segundo lugar, establecer una presencia militar occidental permanente en Ucrania. Aunque los detalles aún no están claros, las conversaciones iniciales sugieren que Gran Bretaña y Francia podrían desempeñar un papel destacado. Sin embargo, algunos países, como Alemania, se mantienen cautelosos y no existe un consenso amplio dentro de la OTAN sobre cómo desplegar fuerzas.
Según Izvestia, Andrei Kortunov, presidente del Consejo Ruso de Asuntos Internacionales, afirmó que ambas opciones enfrentan importantes desafíos. Técnicamente, si bien la mayoría de las armas son financiadas por Europa, el suministro proviene principalmente de Estados Unidos. Esto plantea dudas sobre la disposición de Washington a seguir suministrando sistemas de armas avanzados a Europa, especialmente en el contexto del ajuste de las prioridades estratégicas de Estados Unidos a la región del Indopacífico .
Políticamente: Una presencia militar europea estable en Ucrania casi con certeza requeriría un compromiso de seguridad estadounidense, equivalente al Artículo 5 del Tratado de la OTAN. Sin embargo, la administración Trump no ha mostrado una intención clara de asumir dicho compromiso. En cambio, sus declaraciones se han centrado en la posibilidad de un "apoyo remoto", un concepto mal definido y no vinculante.
Un problema más amplio: la arquitectura de seguridad europea
Según los analistas, el problema no se limita a Ucrania, sino que también está relacionado con la inseparable estructura de seguridad de Europa. «Si Rusia se siente amenazada por una Ucrania fuertemente armada y confrontativa, respaldada por una alianza europea hostil, la respuesta de Moscú será cada vez más defensiva». Esto podría conducir a una confrontación prolongada, restableciendo líneas divisorias en Europa y desencadenando una nueva carrera armamentística, un escenario que sería gravemente perjudicial para todas las partes.
Una salida sostenible a este ciclo de confrontación podría residir en la creación de una nueva arquitectura de seguridad europea integral e inclusiva. Este modelo debería ir más allá de las instituciones existentes y podría inspirarse en los mecanismos de diálogo existentes durante la Guerra Fría.
El experto Andrei Kortunov enfatizó que los pasos iniciales podrían incluir: establecer medidas de fomento de la confianza mutua; restablecer los canales de diálogo militar y diplomático entre Rusia y Occidente; reiniciar los acuerdos de control de armamentos, incluyendo armas convencionales y nucleares, que están estancados o han sido suspendidos.
Aunque éste será un proceso largo y complicado, es importante que los países se concentren en definir direcciones y actuar juntos para garantizar una estructura de seguridad regional sostenible, creando paz y desarrollo para el mundo.
Es evidente que cualquier iniciativa para garantizar la seguridad de Ucrania debe enmarcarse en el contexto general de seguridad europea, teniendo en cuenta los legítimos intereses de seguridad de todas las partes implicadas. Una solución duradera no puede basarse únicamente en la disuasión o la confrontación, sino que debe aspirar al equilibrio, la estabilidad y la inclusión, lo cual solo puede lograrse mediante el diálogo, el entendimiento mutuo y mecanismos de cooperación a largo plazo.
Hung Anh (colaborador)
Fuente: https://baothanhhoa.vn/tai-dinh-hinh-cau-truc-an-ninh-chau-au-bai-toan-tu-cuoc-xung-dot-ukraine-259967.htm
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