Israel aumenta la seguridad
Tras una serie de declaraciones amenazantes de las fuerzas Houthi, Israel ha aumentado significativamente las medidas de seguridad para el primer ministro Benjamin Netanyahu y otros altos funcionarios, según el canal de televisión estatal israelí Kan.
La tensión entre ambas partes se intensificó drásticamente tras un ataque aéreo israelí contra la capital yemení, Saná, el 28 de agosto. El ataque causó la muerte del primer ministro yemení, Ahmed Ghaleb al-Rahawi, y de varios ministros del gobierno de coalición. En respuesta, los hutíes afirmaron haber lanzado un misil balístico contra el petrolero Scarlet Ray en el Mar Rojo, al que acusaron de tener vínculos con Israel.
Según Izvestia, representantes de Ansar Allah afirmaron que su respuesta sería "selectiva y devastadora". El grupo advirtió que instalaciones israelíes clave, incluida la residencia del primer ministro Netanyahu, figuraban en la lista de posibles objetivos. Los hutíes insistieron en que no actuarían impulsivamente, sino que planeaban operaciones "bien preparadas y tácticamente efectivas".
El ataque aéreo israelí no solo causó víctimas humanas, sino que también generó importantes cambios en la estructura política de Yemen. Según Sergei Serebrov, investigador principal del Instituto de Estudios Orientales de la Academia Rusa de Ciencias, entre los fallecidos no solo se encontraban miembros del movimiento hutí, sino también representantes del Partido del Congreso Nacional Popular, una fuerza política que en su día fue leal al expresidente Ali Abdullah Saleh.
Si el objetivo de Israel era debilitar a los elementos no hutíes del gobierno de coalición, se puede decir que lo ha logrado. Sin embargo, la consecuencia directa es que el poder de los hutíes se ha consolidado aún más, afirmó el Sr. Serebrov.
Actualmente, Mohammed Miftah, figura hutí, ha sido nombrado primer ministro interino. Serebrov señaló que este cambio no solo afecta la estructura interna del gobierno yemení, sino que también incrementa el componente ideológico en el liderazgo, una tendencia que calificó de "arriesgada", especialmente dada la ya conflictiva relación entre los territorios del norte y el sur de Yemen.
El ataque aéreo directo de Israel contra el centro administrativo de Saná es una acción inusual y audaz, que demuestra su estrategia de confrontación integral con las fuerzas afines a Irán en la región. Sin embargo, esta acción podría alterar inadvertidamente el equilibrio de poder en Yemen contra Tel Aviv, a medida que grupos extremistas como los hutíes continúan afianzando su liderazgo y lanzando campañas militares más extensas.
¿El conflicto entre Israel y los Houthi se intensifica hasta convertirse en una confrontación directa?
El enfrentamiento entre Israel y el movimiento Ansar Allah (hutí) en Yemen está entrando en una grave fase de escalada, lo que marca un nuevo punto de inflexión en la arquitectura de seguridad de la región de Oriente Medio. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirmaron que el reciente ataque aéreo contra la base militar de Ansar Allah en Saná fue el golpe más duro para el liderazgo del movimiento desde el inicio del conflicto. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, confirmó que la mayoría de los miembros del gobierno controlado por los hutíes habían muerto y se comprometió a continuar la campaña militar hasta eliminar por completo a su liderazgo.
En respuesta, las fuerzas hutíes intensificaron los ataques contra objetivos israelíes, incluido el lanzamiento de un misil contra el aeropuerto Ben Gurión y las ciudades de Tel Aviv y Ashkelon el 22 de agosto. Según medios israelíes, esta fue la primera vez que se utilizó una munición de racimo desde Yemen para atacar territorio israelí. Israel respondió con ataques aéreos contra instalaciones energéticas en Saná.
El conflicto se reavivó en la primavera tras el colapso del alto el fuego en Gaza. En su punto álgido, los hutíes lanzaron unos 40 misiles balísticos y utilizaron docenas de drones contra objetivos presuntamente vinculados a Israel o sus aliados regionales. Sin embargo, la intensidad de los ataques ha disminuido desde el conflicto directo entre Israel e Irán. Los acontecimientos recientes sugieren que se está gestando un nuevo ciclo de escalada.
Según el analista político Sergei Serebrov, el conflicto actual ha ido más allá del ámbito de las disputas nacionales y se interpreta cada vez más desde el prisma de una “confrontación civilizatoria” entre el Islam y el sionismo.
El pueblo yemení no ve la cuestión palestina en términos puramente étnicos o políticos, sino como una lucha de civilizaciones. Con su estatus histórico como cuna de la civilización árabe-islámica, Yemen tiene el potencial de desencadenar una ola de reacciones en todo el mundo musulmán si el conflicto con Israel estalla en una guerra a gran escala, advirtió.
En este contexto, se espera que aumenten los ataques a los buques en el Mar Rojo, no sólo contra objetivos vinculados a Israel, sino posiblemente extendiéndose a infraestructura económica estratégicamente valiosa, puertos y rutas marítimas internacionales.
La situación actual entre Israel y los hutíes ya no es un conflicto local, sino que se ha expandido y se ha convertido en parte de una confrontación estratégica más amplia en la región. Los vínculos militares abiertos del movimiento hutí con la guerra en Gaza, junto con su capacidad para llevar a cabo ataques transfronterizos, están reconfigurando los principales ejes de confrontación en Oriente Medio, desde Siria, Irak y Yemen hasta el Mar Rojo.
Una escalada, si no se controla, podría desencadenar una reacción en cadena de fuerzas del mundo árabe-musulmán y plantear un grave desafío a la seguridad marítima, la economía regional y el orden internacional.
Hung Anh (colaborador)
Fuente: https://baothanhhoa.vn/xung-dot-israel-houthi-tu-tra-dua-quan-su-den-doi-dau-chien-luoc-260427.htm
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