En cada etapa del desarrollo del país, los docentes ocupan un lugar especial, pues no solo enseñan letras, sino que también construyen los cimientos espirituales de la nación. La Resolución 71-NQ/TW del Politburó define el objetivo: que los recursos humanos de alta calidad, junto con el talento científico y tecnológico, se conviertan en la fuerza motriz y la principal ventaja competitiva del país, contribuyendo a que Vietnam se convierta en un país desarrollado con altos ingresos. Pero para lograr este objetivo, necesitamos un equipo docente con la suficiente vocación, capacidad y valentía para guiar a las nuevas generaciones.
La aparición de la IA no disminuye el papel de los docentes, sino que los sitúa en una posición superior: la de guías. La IA puede responder con rapidez, analizar grandes volúmenes de datos y redactar textos en segundos, pero no puede sustituir la compasión, la imparcialidad, la integridad moral ni la capacidad de influir.
Dado que el conocimiento cambia a diario, los docentes ya no son meros transmisores, sino guías. Más importante aún, deben despertar la curiosidad, fomentar el pensamiento crítico y motivar el autodescubrimiento , para que los estudiantes no solo aprendan para obtener buenas calificaciones, sino también para desarrollarse personalmente.
Hoy en día, la sociedad no solo espera que los docentes dominen sus materias, sino que también les exige que ayuden a las nuevas generaciones a desarrollar habilidades esenciales para toda la vida: cualidades que la IA difícilmente podrá reemplazar: pensamiento crítico, resolución de problemas complejos, creatividad, inteligencia emocional, capacidad de colaboración y, sobre todo, la capacidad de aprender a lo largo de la vida. Esta es la base para que los estudiantes se mantengan firmes en el futuro, eviten la dependencia de la tecnología y se conviertan en personas capaces de tomar las riendas de su propio destino, en lugar de ser arrastradas por ella.
Además, los docentes son quienes guían a los estudiantes en el desarrollo de competencias digitales: comprender el funcionamiento de la IA, reconocer los riesgos de las herramientas digitales, evitar sesgos en los datos, proteger la privacidad y distinguir entre la verdad y la falsedad en el ciberespacio. El conocimiento sobre alfabetización en IA —educación en IA, datos y ética digital— ya no es competencia exclusiva de los ingenieros, sino una capacidad de los ciudadanos de la era digital.
La Resolución 71-NQ/TW también exige que el inglés se convierta gradualmente en la segunda lengua en las escuelas. Por lo tanto, los docentes no solo deben ser modelos a seguir en ética y competencia digital , sino también mejorar proactivamente su propio dominio del inglés, demostrando así su verdadero papel como aprendices permanentes. Sin la guía de los docentes, las nuevas generaciones pueden convertirse fácilmente en usuarios pasivos de la tecnología, e incluso verse dominadas por ella.
Mientras tanto, la necesidad de una sólida innovación en los métodos de enseñanza, que construya un modelo de educación digital abierto, flexible e integral, exige que los docentes pasen de la mera lectura y copia a diseñar actividades, organizar proyectos y evaluar competencias, en lugar de limitarse a evaluar conocimientos. Los docentes deben saber cómo utilizar la IA como herramienta de apoyo, sin restringirla ni ser permisivos, sino guiando a los estudiantes para que la utilicen con el propósito adecuado: resumir documentos, sugerir ideas, comparar información, detectar errores y simular situaciones. Solo los docentes pueden ayudar a los estudiantes a comprender que la IA no reemplaza el pensamiento, sino que refleja la calidad del pensamiento del usuario.
Pero las grandes expectativas deben ir acompañadas de garantías. Una sociedad civilizada no puede permitirse el lujo de dejar a los docentes con responsabilidades tan pesadas sin la protección y las políticas adecuadas. Estas incluyen un salario digno, un entorno seguro, códigos de conducta claros y mecanismos de apoyo para garantizar la disciplina pedagógica.
Cuando las autoridades locales siguen ignorando la educación, desestimando a los docentes o sometiéndolos a una presión excesiva, es difícil hablar de desarrollo sostenible. Por el contrario, cuando las localidades saben respetar e invertir adecuadamente en el personal docente, contarán con un capital humano más sólido, una mejor cultura de aprendizaje y una mayor competitividad.
En cualquier circunstancia, los docentes siguen siendo el apoyo espiritual de los estudiantes, las familias y la sociedad. Son quienes mantienen viva la llama del conocimiento, preservan la disciplina, defienden la justicia y guían a la nueva generación para que entre con confianza y responsabilidad en la era de la inteligencia artificial.
Fuente: https://www.sggp.org.vn/tam-guong-dao-duc-va-tu-hoc-suot-doi-post824409.html






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