Gran carga y riesgo de alerta roja
La gestión de residuos médicos siempre ha sido uno de los mayores desafíos en el sector sanitario, porque no solo afecta al medio ambiente sino que también está directamente relacionada con la bioseguridad y el riesgo de infección en la comunidad.
Un informe reciente del Ministerio de Salud presenta un panorama general con cifras alarmantes. Para finales de 2024, el país cuenta con aproximadamente 51.962 centros médicos en funcionamiento, tanto públicos como privados. Este sistema genera diariamente una enorme cantidad de residuos.
En cuanto a los residuos sólidos, la cantidad total generada asciende a un promedio de 504.600 toneladas diarias. Esta cifra equivale al peso de cientos de aviones civiles. Aún más preocupante es el volumen de residuos médicos sólidos peligrosos, como agujas, vendajes contaminados con sangre, secreciones y patógenos (que representan 80,5 toneladas diarias).

Fomentar el uso de materiales alternativos ecológicos, como bolsas de tela, bolsas de papel, vasos de papel, utensilios de acero inoxidable y cristalería, entre otros, por parte de los pacientes y sus familias, es una forma de reducir los residuos médicos. Foto ilustrativa.
Al mismo tiempo, la carga de aguas residuales no es pequeña, con una producción total promedio de 52.742.000 m3 por año, equivalente a 144.500 m3 por día y noche.
El problema no reside únicamente en la magnitud, sino también en la velocidad de su incremento. El Ministerio de Salud estima que, en promedio, la cantidad de aguas residuales médicas aumenta entre un 5 % y un 7 % anual, mientras que la de residuos médicos sólidos lo hace en torno a un 7 %. Estas cifras evidencian una presión enorme y creciente que exige un sistema de tratamiento verdaderamente eficaz y riguroso si no queremos afrontar una catástrofe medioambiental y de salud pública.
Si 80,5 toneladas de residuos médicos peligrosos no se clasifican, recogen y destruyen adecuadamente, el riesgo de que los patógenos se propaguen al medio ambiente, se filtren en las fuentes de agua y vuelvan a amenazar la salud pública es real.
Soluciones de base: Cuando la concienciación y la experiencia son clave
Ante esta alarmante situación, la solución no reside únicamente en las grandes plantas de tratamiento, sino que debe comenzar en los centros médicos más pequeños del sistema: cada departamento y habitación de cada hospital. La correcta clasificación en origen se considera el primer paso para controlar los patógenos antes de que se propaguen.
Ante esta situación, muchos centros médicos están tomando medidas drásticas. Por ejemplo, el Centro para el Control de Enfermedades de Hanoi (CDC) ha elaborado un plan detallado para 2025 con el objetivo de reforzar integralmente los procesos de gestión de residuos.
El objetivo principal del plan es garantizar que el 100% de los departamentos y oficinas implementen estrictamente la clasificación, recolección, almacenamiento y tratamiento de los residuos médicos de conformidad con lo dispuesto en la Circular 20/2021/TT-BYT del Ministerio de Salud. Este es el documento legal más importante que detalla la gestión de los residuos médicos dentro de las instalaciones sanitarias.
Para alcanzar este objetivo del 100%, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Hanoi (Hanoi CDC) decidió centrarse en dos pilares fundamentales: las personas. En primer lugar, el Hanoi CDC completó la conformación del Comité Directivo, implementó la Gestión de Residuos Médicos y elaboró un Plan de Gestión de Residuos Médicos en la unidad, e implementó simultáneamente dos soluciones:
Mejora de las competencias profesionales: El plan incluye la organización de cursos de formación periódicos para mejorar las competencias profesionales del personal sanitario y de apoyo. El personal sanitario debe recibir formación para identificar correctamente los tipos de residuos, comprender el proceso de clasificación (por ejemplo, dónde depositar los residuos infecciosos, los residuos punzocortantes y los residuos domésticos), mejorar la higiene ambiental y reducir los residuos plásticos.
Modificación de conductas y sensibilización: Junto con la formación profesional, se realizan actividades de divulgación continuas. El objetivo es modificar conductas y sensibilizar a todo el personal del hospital, desde médicos, enfermeros y cuidadores hasta pacientes y sus familias. Solo cuando se logra la sensibilización, el cumplimiento de las normas se convierte en un hábito voluntario, en lugar de un mecanismo de defensa. El CDC de Hanoi se ha comunicado activamente mediante reuniones, el portal de información electrónica y los paneles electrónicos de la unidad.
El modelo del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Hanói demuestra que, para solucionar el problema de las 80,5 toneladas diarias de residuos peligrosos, no podemos depender únicamente de la tecnología. La clave reside en estandarizar el proceso y concienciar al personal de cada centro. Si más de 51 000 centros médicos de todo el país adoptan medidas tan drásticas y sistemáticas, se podrá controlar de forma sostenible la gestión de los residuos médicos.
Fuente: https://suckhoedoisong.vn/thach-thuc-lon-trong-xu-ly-rac-thai-y-te-can-hanh-dong-quyet-liet-tu-co-so-169251112220512565.htm






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