Para la salud renal, lo primero que hay que entender es que el agua no es opcional, sino esencial. El agua facilita la circulación de la sangre y facilita la filtración y el procesamiento de desechos por parte de los riñones. Mantenerse hidratado también ayuda a prevenir cálculos renales, infecciones renales y la hipertensión arterial, según el sitio web de salud Healthline (EE. UU.).
Beber poca agua durante mucho tiempo hace que los riñones sean vulnerables a sufrir daños.
FOTO: AI
Estudios en personas sanas han demostrado que beber menos agua durante unas pocas horas puede causar una reducción del tamaño del riñón en la ecografía. Sin embargo, esta contracción temporal del riñón se debe a factores internos, como la reducción del volumen sanguíneo, más que a la pérdida de tejido renal.
Incluso los episodios repetidos de deshidratación a corto plazo pueden tener efectos a largo plazo en los riñones. Estudios en ratones han demostrado que quienes experimentan episodios repetidos de deshidratación tienen un mayor riesgo de desarrollar hipertensión arterial, inflamación renal y fibrosis renal. Estos son indicadores de un mayor riesgo de enfermedad renal crónica.
Beber muy poca agua daña la función renal
Beber muy poca agua no reduce el tamaño de los riñones, pero sí disminuye su volumen, lo que perjudica su función, especialmente la de filtrado. En casos de deshidratación grave, disminuye la cantidad de sangre que circula hacia los riñones, lo que reduce la capacidad de filtrado y permite que las toxinas se acumulen y presionen este órgano. Incluso puede producirse una lesión renal aguda.
Si beber muy poca agua se convierte en un hábito, la deshidratación se volverá crónica. En ese momento, el volumen renal disminuirá gradualmente y su estructura también cambiará. Como resultado, se daña la función renal, aumentando el riesgo de cálculos renales e infecciones renales.
Los expertos recomiendan no solo beber suficiente agua, sino también beberla adecuadamente. En concreto, debemos cuidar nuestro cuerpo y no solo beber mucha agua mecánicamente. Preste atención al color de la orina. Cuando el cuerpo está hidratado, la orina es de color pajizo, la falta de agua es de color amarillo oscuro y el exceso es transparente.
No es necesario beber demasiada agua de una sola vez, pero sí beberla regularmente con moderación. Según Healthline , consumir plantas como la sandía, el pepino y el pomelo, y beber agua de coco también son buenas maneras de reponer agua.
Fuente: https://thanhnien.vn/than-co-teo-lai-khi-uong-qua-it-nuoc-khong-18525081519002847.htm
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