Según el sitio web de salud y medicina Healthline (EE. UU.), el pollo crudo y cocido se puede almacenar desde unos días hasta un año, dependiendo de si está congelado o refrigerado.
Es importante tener en cuenta que el pollo crudo se conserva mejor en un recipiente a prueba de fugas para evitar que los jugos se escapen y contaminen otros alimentos. El pollo cocido también debe refrigerarse en un recipiente hermético. Si necesitas conservarlo durante más de unos días lo mejor es utilizar el congelador.
Los trozos de pollo crudos se pueden conservar en el congelador hasta nueve meses, mientras que los pollos enteros se pueden congelar hasta un año. El pollo cocido se puede conservar en el congelador durante 2 a 6 meses.
Cómo saber si el pollo está en mal estado
Cambio de color: El pollo crudo y cocido que comienza a adquirir un color verde grisáceo está en mal estado. Las manchas de moho de color gris a verde indican crecimiento bacteriano.
Olor: Tanto el pollo crudo como el cocido desprenden un olor parecido al amoníaco cuando se echa a perder. Sin embargo, este olor puede ser difícil de notar si el pollo ha sido marinado con salsas, hierbas o especias.
Textura suelta de la carne: El pollo con una textura viscosa se ha echado a perder. Lavar esta capa viscosa no mata las bacterias. En cambio, al hacerlo se pueden propagar bacterias de las aves de corral a otros alimentos, utensilios y superficies, causando contaminación cruzada.
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