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Nací en 1940, originalmente era "profesor de periodismo", y luego me convertí en periodista cuando me incorporé oficialmente al periódico Hai Duong Moi en 1963. En aquel entonces, la redacción solo contaba con 5 o 6 personas, pero en cada número se encargaban de cubrir suficientes noticias para toda la provincia.
Para mí, aquellos primeros y difíciles días habían forjado el temple de un periodista en Oriente. Las habitaciones con persianas de ratán y bambú, los viajes de negocios en bicicletas destartaladas durante la destructiva guerra habían afilado las plumas de nosotros y de los pocos colegas de la redacción.
En aquel entonces, en toda la redacción, solo el periodista Nguyen Huu Phach (que trabajaba para el periódico Hai Duong n.º 1) había asistido a las clases de periodismo del departamento de propaganda. El resto tuvo que estudiar por su cuenta, adquiriendo experiencia en el periodismo. Yo tampoco tuve la oportunidad de asistir a ninguna escuela de periodismo, solo a algunos cursos de capacitación breves. Por lo tanto, adquirir experiencia era una tarea cotidiana.
Pero, sobre todo, mis colegas y yo, con nuestro amor por la profesión, hemos contribuido a que el periódico Hai Duong superara las etapas más difíciles.
Por lo tanto, creo que el periódico Hai Duong y las primeras generaciones de periodistas han superado esas dificultades y desafíos, por lo que no hay razón para que la próxima generación, que está bien formada y cuenta con los materiales de producción más modernos, no pueda continuar construyendo el periódico en este período de transición, convirtiéndolo en un periódico fuerte tanto en personal como en posición en la lista de periódicos locales del Partido.
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No importa dónde esté, no importa qué nombre tenga el periódico, incluso si ya no se llama Hai Duong, las personas nacidas y criadas en Hai Duong, portadoras de la tradición del periodismo oriental, siguen allí, promoviendo las cualidades de un periodismo honesto, incisivo, rápido, preciso, correcto y de calidad.
Hay dos cosas que la generación actual de periodistas debería recordar: el amor por la profesión y el autoaprendizaje constante.
Ama la profesión para vivir con ella, y así podrás acompañarla a lo largo de su trayectoria. El amor por la profesión ayudará a los periodistas a superar las dificultades de la vida y a ofrecer un trabajo de calidad al público, reconocido por los lectores. Y el amor por la profesión debe ser como una llama que nunca se extinga.
El autoaprendizaje es esencial en cualquier profesión, pero en el periodismo es casi obligatorio. Aunque cuenten con muchos conocimientos, los jóvenes periodistas necesitan aprender constantemente, porque el conocimiento nunca es suficiente. Deben saber aprovechar cada oportunidad para acumular experiencia: aprender de la sociedad, de sus colegas, de quienes los rodean. El espíritu de «estudiar, estudiar más, estudiar siempre» les ayudará a enriquecer sus experiencias vitales, a tener más confianza en su trabajo y a estar preparados para afrontar cualquier tarea.
NGUYEN EL TRUONGFuente: https://baohaiduong.vn/hay-giu-tinh-yeu-nghe-va-khong-ngung-tu-hoc-415244.html






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