En las comidas familiares vietnamitas, el pollo es el segundo plato más popular, después del cerdo. En días festivos o aniversarios de fallecimiento, quizás el único plato que no puede faltar en la bandeja es el pollo hervido .
Según la medicina oriental, la carne de pollo es dulce, cálida y tiene el efecto de calentar el centro, beneficiando el qi y nutriendo la médula ósea. Se usa a menudo en casos de debilidad, pérdida de peso, agotamiento, indigestión, falta de apetito, diarrea, disentería, edemas, micción frecuente, incontinencia urinaria, leucorrea, baja producción de leche posparto y diabetes.
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En términos nutricionales, cada 100g de carne de pollo tiene 23,3g de proteínas, 1,2g de lípidos y diversos componentes nutricionales con compuestos como: albúmina, grasa; la carne de pollo también tiene vitaminas A, B1, B2, C, E, ácido, calcio, fósforo, hierro…
Este es un alimento de alta calidad, fácil de absorber y digerir. La proteína del pollo ayuda al crecimiento y desarrollo muscular, a mantener un peso saludable y a bajar de peso. El pollo también tiene efectos antidepresivos, es bueno para el corazón y fortalece los dientes, los huesos y las glándulas endocrinas.
5 grupos de personas que no deberían comer pollo
Personas con varicela
Si tiene varicela, además de tomar medicamentos para el tratamiento, también debe cuidar su estilo de vida y alimentación. En particular, quienes la padecen deben evitar comer pollo, especialmente su piel, ya que puede causar picazón en las zonas afectadas y dejar cicatrices una vez curada la enfermedad.
Personas con cálculos renales
El pollo es un alimento rico en proteínas, lo que aumenta la cantidad de oxalato en la orina y la formación de cálculos renales. Por lo tanto, las personas con cálculos renales deben evitar o abstenerse de consumir esta deliciosa carne.
Personas con cirrosis
Las personas con cirrosis deben evitar ciertos alimentos que pueden agravar la enfermedad, generalmente el pollo. Al ser un alimento picante, aumenta la temperatura, empeorando la del hígado y la enfermedad.
Persona postoperatoria
Según la experiencia popular, tras cortar y comer pollo, es muy fácil que se produzca hinchazón y pus en la herida, lo que hace que la piel tarde más en cicatrizar y sea más susceptible a infecciones. Especialmente en heridas abiertas, si no se cuidan adecuadamente, es muy fácil que queden cicatrices queloides.
Personas con presión arterial alta y enfermedades cardiovasculares.
En 100 gramos de carne de pollo hay 23,3 gramos de proteína, lípidos y otros minerales como calcio, fósforo y hierro. Además, contiene muchas otras vitaminas A, C y E que son muy beneficiosas para la salud.
Pero la piel del pollo contiene mucha grasa y colesterol, por lo que las personas con presión arterial alta y enfermedades cardíacas no deben comer mucho pollo, especialmente piel de pollo.
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4 partes del pollo que debemos limitar su consumo porque pueden ser venenosas
cabeza de pollo
Las cabezas de pollo pueden contener muchas bacterias, toxinas y metales pesados. Si se consumen cabezas de pollo durante mucho tiempo, estas sustancias entrarán en el cuerpo humano y perjudicarán la salud. Los niños que consumen cabezas de pollo corren el riesgo de una pubertad precoz.
Crup
Las mollejas de pollo tienen una carne firme y un sabor diferente al de otras partes, por lo que a mucha gente le gustan. Sin embargo, las mollejas de pollo son la parte que concentra los ganglios linfáticos, donde se encuentran los macrófagos. Estas células tienen la capacidad de ingerir bacterias, pero no pueden destruirlas, por lo que con el tiempo se convierten en un refugio para una serie de virus y bacterias perjudiciales para la salud.
piel de pollo
Mucha gente comenta que comer mucha piel de pollo ayuda a embellecerla, ya que contiene mucho colágeno. Sin embargo, la piel de pollo tiene mucha grasa y puede acumular parásitos fácilmente si no se limpia bien. Por lo tanto, no se debe comer piel de pollo, especialmente si se padecen ciertas enfermedades como gota, diabetes o hipertensión.
Pulmones de pollo
En general, los órganos internos del ganado y las aves de corral no son buenos para la salud. Por ejemplo, los órganos internos de los pollos incluyen el hígado, el corazón, los intestinos, los riñones, el bazo y los pulmones. Estos órganos son responsables de metabolizar las sustancias tóxicas al exterior, por lo que es difícil evitar el riesgo de intoxicación y contienen muchos virus, bacterias y parásitos.
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