El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno neurológico y del desarrollo que se estima que afecta al 1% de los niños en todo el mundo .
Según la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, la enfermedad puede manifestarse a través de una variedad de síntomas, que incluyen limitaciones marcadas en actividades e intereses, capacidades cognitivas y del lenguaje y discapacidad intelectual.

El trastorno del espectro autista afecta al 1% de los niños en todo el mundo (Ilustración: Unsplash).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha registrado un aumento significativo en el número de niños con trastornos del espectro autista. En 1970, la prevalencia mundial del autismo era de 1 por cada 10.000. Para el año 2000, esta cifra había aumentado a 1 por cada 150. Las últimas estadísticas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. (2023) muestran que esta tasa ha alcanzado 1 por cada 36, con una proporción de hombres a mujeres de 4 a 1.
En Vietnam, la Oficina General de Estadísticas (enero de 2019) estima que hay alrededor de 1 millón de personas con trastorno del espectro autista, con una prevalencia estimada del 1% de los niños nacidos.
Aunque todavía se desconoce la causa exacta del trastorno del espectro autista, se cree que factores como la genética, el medio ambiente y la dieta y el estilo de vida de la madre durante el embarazo juegan un papel importante.
Recientemente, científicos de la Universidad de Curtin, Australia, anunciaron un hallazgo importante. Tras analizar 101 estudios con más de 3 millones de personas, concluyeron que las madres que consumen ácido fólico y multivitamínicos prenatales pueden reducir el riesgo de trastorno del espectro autista en sus hijos hasta en un 30 %.
Los autores del estudio recomiendan que los médicos aconsejen a las mujeres que tomen ácido fólico y suplementos multivitamínicos antes de la concepción y durante el embarazo temprano.
El ácido fólico es una forma sintética de folato, una vitamina B presente en verduras de hoja verde, huevos, brócoli y cítricos. Este micronutriente es especialmente importante para las mujeres embarazadas o que planean quedar embarazadas.
Numerosos estudios han demostrado que tomar suplementos de ácido fólico antes del embarazo y durante el primer trimestre puede reducir significativamente el riesgo de defectos congénitos que afecten al cerebro y la médula espinal, y mejorar la salud general de la madre y del bebé.
Otro estudio también encontró que la suplementación con ácido fólico al comienzo del embarazo puede mejorar significativamente las habilidades del habla y el comportamiento de los niños a los 6 años.
Mientras que el ácido fólico ayuda al crecimiento y desarrollo de los nervios, los multivitamínicos aportan otros micronutrientes esenciales como la vitamina B12, la vitamina D y el yodo.
Estas sustancias ayudan a fortalecer el sistema inmunitario, controlar la inflamación y favorecer el metabolismo de los aminoácidos. Se cree que esta combinación reduce el riesgo de trastorno del espectro autista en niños pequeños.
Actualmente se recomienda que las mujeres tomen suplementos de 400 mg de ácido fólico diariamente, especialmente si planean quedar embarazadas o están en edad fértil.
Sin embargo, esta dosis puede variar dependiendo de la etapa del embarazo o de la condición de salud específica de la mujer embarazada.
Los expertos recomiendan que las mujeres consulten a su médico y realicen las pruebas necesarias para orientarse sobre la dosis adecuada de ácido fólico y vitaminas para su estado de salud individual.
Fuente: https://dantri.com.vn/suc-khoe/thoi-quen-don-gian-giup-me-bau-sinh-con-giam-nguy-co-tu-ky-20251125155120509.htm










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