Ir al baño es una tarea sencilla, pero hay errores que cometemos que pueden afectar nuestra salud.
Algunos malos hábitos a la hora de ir al baño como hacer fuerza al orinar, ponerse en cuclillas, retener la orina, no beber suficiente agua... pueden tener efectos negativos sobre la vejiga y la salud.
Micción de respaldo:
Antes de salir de casa, muchas personas creen que deberían ir al baño primero, aunque en realidad no sienten la necesidad. Esto es necesario si tienen que viajar mucho tiempo. Sin embargo, si lo hacen constantemente sin necesidad, empezarán a sentir la necesidad de orinar con más frecuencia, incluso con la vejiga vacía.
Así que, cuando quieras orinar más rápido, tendrás que hacer fuerza. Sin embargo, esto no es recomendable, ya que con el tiempo debilitará los músculos del suelo pélvico.
En cuclillas en el inodoro:
“No te agaches sobre el inodoro, ni siquiera en un baño público”, aconseja Stephanie Bobinger, fisioterapeuta del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio. Aunque parezca higiénico, agacharse es perjudicial para el cuerpo. Esta posición tensiona los músculos del suelo pélvico, lo que puede impedir que la vejiga se vacíe correctamente.
Con el tiempo, la tensión muscular del suelo pélvico puede provocar disfunción muscular. Cuando esto ocurre, puede causar estreñimiento, deposiciones frecuentes, incontinencia urinaria y dolor.
Beber menos agua para orinar menos: Beber menos agua empeorará los problemas de vejiga. La verdadera razón por la que orinas tanto podría deberse al consumo de café, la ansiedad y otros problemas de salud.
Orinar en la ducha: Orinar en la ducha puede ser un hábito para muchas personas. Sin embargo, puede provocar que el cerebro asocie el sonido del agua corriendo con la sensación de necesidad de orinar. Y cada vez que escuchan el sonido del agua corriendo, esta conexión les provoca ganas de orinar.
Según vov.vn
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