Sin embargo, no solo la alimentación, sino también factores como el estrés, el sueño, la actividad física, las enfermedades y los cambios hormonales pueden influir notablemente en los niveles de azúcar en sangre.
Según el Sr. Amir Khan, experto del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS), muchos otros factores de la vida diaria que no están relacionados con la dieta pueden causar niveles altos de azúcar en sangre.
Estos factores pueden alterar el metabolismo de la glucosa y aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 si no se controlan adecuadamente.
Identificar correctamente la causa es un primer paso importante para ajustar tu estilo de vida en consecuencia, según el sitio web de salud TheHealthSite (India).

Si la privación de sueño ocurre con frecuencia, por muy sana que sea la dieta, el cuerpo sigue teniendo un alto riesgo de sufrir trastornos metabólicos y diabetes tipo 2.
Ilustración: IA
Estrés
El cuerpo responde al estrés liberando la hormona cortisol, lo que induce al hígado a liberar la glucosa almacenada para proporcionar energía inmediata para las actividades reactivas.
Cuando el estrés es pasajero, el cuerpo puede reequilibrarse rápidamente. Sin embargo, si el estrés persiste, los niveles de cortisol se mantienen elevados durante un tiempo prolongado, lo que provoca que el azúcar en sangre permanezca alto.
Falta de sueño
El sueño interviene en la regulación de muchas funciones fisiológicas importantes, incluida la capacidad de metabolizar la glucosa. Una noche sin dormir puede aumentar la resistencia a la insulina, lo que dificulta la absorción de la glucosa por las células. Por lo tanto, el azúcar tiende a acumularse en la sangre durante más tiempo.
Según el Sr. Khan, si la privación del sueño ocurre con frecuencia, por muy sana que sea la dieta, el cuerpo sigue teniendo un alto riesgo de sufrir trastornos metabólicos y diabetes tipo 2.
Para proteger la función metabólica, se debe mantener un sueño de calidad durante un mínimo de 7 a 8 horas por noche.
sobreentrenamiento
El ejercicio regular es una de las formas más efectivas de controlar el azúcar en sangre y aumentar la sensibilidad a la insulina.
Sin embargo, los ejercicios de alta intensidad como el levantamiento de pesas, los sprints o el entrenamiento de resistencia pueden aumentar los niveles de azúcar en sangre inmediatamente después del ejercicio.
La razón es que el cuerpo necesita reponer rápidamente la energía para responder a las actividades, liberando así más glucosa del hígado a la sangre.
Sin embargo, según el Sr. Khan, este es solo un cambio temporal. A largo plazo, el ejercicio regular ayuda a aumentar la capacidad de utilizar la insulina, a mantener un control estable del azúcar en sangre y a reducir el riesgo de enfermedades metabólicas.
Cambios hormonales durante el ciclo menstrual
En las mujeres, los cambios hormonales durante el ciclo menstrual también pueden afectar el metabolismo de la glucosa.
Durante la fase lútea del ciclo, los niveles de la hormona progesterona aumentan, reduciendo la sensibilidad a la insulina.
La doctora Khan afirma que muchas mujeres de entre 40 y 50 años experimentan síntomas como fatiga, aumento de peso y falta de claridad mental.
Estos síntomas están relacionados con cambios en el nivel de azúcar en sangre inducidos por las hormonas. Mantener una rutina de ejercicio moderado, una alimentación adecuada y dormir lo suficiente puede ayudar a reducir estos efectos.
Fuente: https://thanhnien.vn/nhung-dieu-co-the-lam-tang-luong-duong-trong-mau-185250805232054396.htm






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