El ataque de ransomware a la Biblioteca Nacional del Reino Unido (Biblioteca Británica, en la imagen) en octubre del año pasado interrumpió los sistemas digitales de la biblioteca. No se espera que se restablezcan por completo hasta mediados de abril. Esto plantea muchas preguntas sobre la seguridad de los recursos digitales.
El ataque de Rhysida a la Biblioteca Británica, un repositorio de millones de libros, manuscritos y documentos importantes que abarcan siglos, no es inusual en un período de rápido aumento de ciberataques en el Reino Unido . A raíz del incidente, se suspendieron diversos servicios de la biblioteca, incluido el acceso a su catálogo en línea, descrito por Roly Keating, director ejecutivo de la Biblioteca Británica, como «uno de los conjuntos de datos más importantes para investigadores de todo el mundo».
El grupo robó 600 GB de datos, incluyendo información sobre los usuarios del servicio, y pagó un rescate por ellos. Según The Record, además de robar datos y cifrar servidores, Rhysida también destruyó servidores para impedir la recuperación del sistema, lo que causó graves daños a la Biblioteca Británica. Según los expertos, los ciberataques son cada vez más potentes y disruptivos, y las organizaciones responsables de estos ataques son cada vez más avanzadas técnicamente y están listas para destruir sistemas técnicos completos sin piedad.
Según Computer Weekly, la Biblioteca Británica admitió que su vulnerabilidad a un ataque de este tipo se vio agravada por su dependencia de aplicaciones heredadas que ya no tenían solución, ya sea porque estaban completamente desactualizadas o porque no podían ejecutarse de forma segura. Muchos sistemas tendrían que reconstruirse desde cero, pero el lado positivo era que la Biblioteca Británica tenía una oportunidad única para transformar su forma de usar y gestionar la tecnología, adoptar las mejores prácticas de seguridad e implementar políticas y procedimientos adecuados.
Como aspecto positivo, la Biblioteca Británica ha optado por la transparencia tras el ataque de ransomware Rhysida, publicando detalles de la brecha, su respuesta paso a paso (incluida la negativa a pagar el rescate de los delincuentes) y las lecciones aprendidas para ayudar a otras organizaciones a planificar y protegerse contra ciberataques similares. Casi al mismo tiempo que la Biblioteca Británica fue atacada, la Biblioteca Pública de Toronto (TPL) de Canadá sufrió un ataque de ransomware que paralizó sus sistemas informáticos, dejando un millón de libros bloqueados, que fueron devueltos a sus estanterías en febrero. Las 100 sucursales de la TPL, la biblioteca pública urbana más concurrida del mundo, aún se están recuperando.
Internet y la digitalización de documentos parecen haber traído una nueva inmortalidad a la industria bibliotecaria y editorial… pero los riesgos persisten. Los incendios y los robos ya no son las únicas amenazas importantes que enfrentan las bibliotecas y los archivos.
Los atacantes cibernéticos ahora no sólo apuntan a los servicios públicos, agencias gubernamentales , empresas, etc., sino también a grandes bibliotecas, lo que genera el riesgo de editar información e incluso distorsionar el historial.
CHI FELIZ
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