Las estrellas Be siempre han representado un misterio fascinante para los astrónomos. Son un subgrupo de las brillantes estrellas de tipo B. A diferencia de las estrellas de tipo B comunes, las estrellas Be giran muy rápidamente y crean anillos de material alrededor de sus órbitas, un fenómeno que no se observa en otros tipos de estrellas y que aún no tiene una explicación clara.
Al analizar datos de dos potentes satélites, Gaia e Hipparcos, investigadores de la Universidad de Leeds (Reino Unido) demostraron que las extrañas características de Be se debían a interacciones con sus dos compañeros.
La estrella Be, el "monstruo", y la estrella víctima en la distancia, despojada de sus partes exteriores. (Gráfico: ESO)
Se cree que Be es un tipo de "vampiro" cósmico. La teoría plantea que este tipo de estrella monstruosa se desarrolla a partir de un sistema estelar binario formado por dos estrellas que orbitan un centro común.
Be «caza» y sus compañeros más pequeños como víctimas. La materia de las víctimas es absorbida por él, creando un anillo de materia a su alrededor, y al mismo tiempo acumula más momento angular para aumentar su velocidad de rotación.
En el nuevo estudio, los científicos se centraron en un problema: el rango de sistemas estelares binarios que orbitan el mismo centro parece demasiado grande para que la estrella Be pueda localizar y "absorber" a su compañera.
Es difícil encontrar una respuesta, ya que solo el 28 % de las estrellas Be han sido identificadas con una compañera. Una teoría sugiere que la estrella compañera se ha vuelto demasiado tenue para ser observada tras haber sido absorbida por su luz durante tanto tiempo.
Al analizar datos de otros tipos estelares en los que una estrella ha perdido material a causa de una compañera, los científicos concluyeron que Be probablemente forma parte de un sistema de más de dos estrellas.
En ella, la tercera estrella actúa como un "asistente vampiro", orbitando en una órbita más grande fuera de la estrella Be y la estrella "víctima".
El caos del sistema de tres estrellas le dio a este ayudante oculto la oportunidad de empujar a la estrella víctima más cerca de la estrella Be, mientras él mismo se retiraba.
La proximidad suficiente ha ayudado a Be a "comer" más fácilmente y a desarrollarse mejor para alcanzar el estado de "monstruo" que los astrónomos suelen observar.
(Fuente: Nguoi Lao Dong)
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