En China, muchos padres compran relojes inteligentes a sus hijos, incluso de cinco años, para ayudarles a mantenerse en contacto y rastrear su ubicación. Pero para los niños, especialmente para los de la marca Little Genius (Xiaotiancai), los dispositivos se convierten en una puerta de entrada a un mundo ferozmente competitivo donde el objetivo principal es acumular tantos "me gusta" como sea posible.

Los relojes inteligentes Little Genius se exhiben en una tienda de Shanghái. (Fuente: Wency Chen)
La economía sumergida de los niños
Little Genius ha convertido cada actividad en un juego de puntos: desde jugar al ping pong hasta publicar actualizaciones de estado. Cuantos más puntos tenga un niño, mayor será su nivel y más "me gusta" podrá enviar a sus amigos. Esto crea un sistema de intercambio social: si me das un "me gusta", te lo devuelvo. Los niños incluso buscan nuevos amigos en la red social Xiaohongshu para aumentar sus "me gusta" y mantener su estatus en la comunidad.
La presión competitiva ha llevado a muchos niños a buscar maneras de evadir las reglas: comprando bots para aumentar los "me gusta", vendiendo cuentas de alto nivel o contratando servicios para mantener las cuentas activas mientras están en clase. Se ha formado una microeconomía en torno a Little Genius. En las plataformas de intercambio, cuentas con cientos de amigos y cientos de miles de "me gusta" se venden por cientos de yuanes. Pero esto también ha generado conflictos, acoso y riesgo de fraude.
También aparecen servicios para aumentar los "me gusta", gestionar cuentas o crear efectos especiales. Muchos niños dedican de 4 a 6 horas diarias a acumular "me gusta", considerándolo un juego. Esto afecta su aprendizaje y fomenta el hábito de comercializar su estatus social desde una edad muy temprana. Equipos que originalmente estaban destinados a apoyar la crianza de los hijos se han convertido, sin darse cuenta, en una herramienta para fomentar el espíritu emprendedor adolescente.

La curiosidad, la elección y la presión del consumo se están infiltrando en la infancia a través de los dispositivos tecnológicos. (Fuente: Getty Images)
Preocupaciones de padres y autoridades
A medida que el reloj inteligente Little Genius ha crecido en popularidad, también lo han hecho los desafíos legales y regulatorios. Incidentes relacionados con violaciones de la privacidad, contenido inapropiado y acceso no autorizado han generado indignación entre padres y reguladores.
Datos históricos muestran que los relojes inteligentes Little Genius han estado plagados de fallos de seguridad. En 2024, un padre denunció que un niño de 10 años recibió imágenes pornográficas a través del reloj, vinculadas a números de teléfono no registrados. De igual manera, en 2025, en Chongqing, un desconocido se hizo pasar por un tutor sin su consentimiento y reveló la ubicación del niño. En cada ocasión, Little Genius atribuyó el problema a aplicaciones de terceros o fallos técnicos, prometiendo mejorar su monitorización.
A muchos padres les preocupa que sus hijos se vuelvan adictos a la pantalla chica, mientras que las autoridades chinas advierten del riesgo de que los niños sean estafados o se involucren en relaciones peligrosas. El gobierno ha comenzado a elaborar normas nacionales de seguridad para los relojes infantiles, con el objetivo de limitar los riesgos de adicción a internet, contenido inapropiado y gastos excesivos.
Según la legislación china, los productos destinados a menores deben prevenir la adicción y las influencias negativas. Sin embargo, el sistema de "me gusta" y "nivel" del reloj inteligente Little Genius, que fomenta las comparaciones y el uso excesivo, probablemente infringe estas normas. De determinarse su incumplimiento, la empresa podría enfrentarse a órdenes de rectificación o restricciones comerciales.

Los niños chinos usan relojes inteligentes Little Genius, dispositivos controvertidos que convierten una herramienta de comunicación segura en una carrera de "me gusta" bajo presión social. (Fuente: Yuantrends)
El reloj inteligente Little Genius se encuentra en una encrucijada entre el éxito comercial y la responsabilidad ética. Ha pasado de ser una herramienta segura a una plataforma social compleja que genera estrés y riesgos para los niños. Para recuperar la confianza, el producto debe centrarse en su propósito principal: proteger y facilitar la comunicación, a la vez que mejora el control parental, reduce las adicciones y cumple con las normas de protección infantil.
Solo priorizando la seguridad y la felicidad de los niños, Little Genius podrá mantener su posición sostenible en el futuro. La cooperación entre padres, fabricantes y organismos reguladores determinará si Little Genius se convierte en una herramienta para proteger a los niños o si continúa fomentando la presión social.
Fuente: https://vtcnews.vn/trung-quoc-dong-ho-thong-minh-va-cuoc-dua-like-de-doa-tuoi-tho-ar990317.html






Kommentar (0)