Bangladesh es uno de los países que sufre regularmente grandes inundaciones. Cada año, millones de personas que viven cerca de ríos se enfrentan a inundaciones en las carreteras, lo que impide que sus hijos asistan a la escuela.
Sin embargo, en medio del vasto mar de agua, el sonido de las clases de lectura aún resuena con regularidad desde las "escuelas flotantes" alimentadas por energía solar. Cada mañana, las "escuelas flotantes" se dirigen silenciosamente a cada casa.
En las “escuelas flotantes” hay pizarrones llenos, pupitres, sillas, estanterías y luces para que los niños puedan seguir estudiando.

Estudiantes se sientan en un bote para estudiar dentro de un aula flotante en Bangladesh. (Foto: Reuters).
Esta iniciativa fue iniciada por el arquitecto Mohammed Rezwan en 2002. Inicialmente, sólo se utilizaban unas pocas embarcaciones pequeñas como aulas.
Actualmente existen más de 100 "escuelas flotantes" repartidas por las zonas afectadas por las inundaciones, que brindan oportunidades educativas a decenas de miles de niños. Cuando sube el nivel del agua, estas embarcaciones también se convierten en refugios seguros para los residentes locales.
El modelo de "escuela flotante" no sólo ayuda a los estudiantes bangladesíes a evitar interrupciones en sus estudios, sino que también lo están aprendiendo y aplicando muchos otros países.
En Camboya, cada temporada de inundaciones, las clases en el lago Tonle Sap ayudan a los niños de las aldeas pesqueras a mantener su educación.
En Filipinas, tras el súper tifón Haiyan (Yolanda) en 2013, muchas ONG y arquitectos locales desarrollaron modelos de “escuelas flotantes” en zonas costeras que se inundan con frecuencia.
En Nigeria, las clases de navegación impartidas por una ONG transmiten conocimientos y habilidades para la vida a los niños que viven en el remoto río Níger.
En Vietnam, la imagen de las "clases en temporada de inundaciones" en Dong Thap, An Giang o Quang Binh (antiguo) se ha vuelto familiar. Muchos lugares también organizan clases en línea durante la temporada de lluvias para que el aprendizaje no se interrumpa.
Estos modelos son prueba viviente del espíritu de aprendizaje continuo. Incluso cuando ocurren desastres naturales, el conocimiento continúa difundiéndose, desde aulas flotantes en los ríos de Bangladesh hasta clases en línea durante la temporada de tormentas en el centro de Vietnam. Gracias a ello, el sueño de los niños de ir a la escuela se mantiene y sigue alzando el vuelo.
Thu Trang
Fuente: https://dantri.com.vn/giao-duc/truong-hoc-noi-mang-hy-vong-cho-hoc-sinh-vung-lu-20251009105755917.htm






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