Todavía no está bien...
La selección sub-22 de Vietnam no le da mucha importancia a los logros en la Copa Panda, ya que se trata de un torneo de prueba para ayudar al entrenador Kim Sang Sik y al entrenador interino Dinh Hong Vinh a revisar el equipo, evaluar el rendimiento de cada posición y probar opciones tácticas.
Sin embargo, tras dos partidos, la selección sub-22 de Vietnam aún no ha marcado una gran diferencia en comparación con torneos anteriores.

La defensa, especialmente los espacios en ambos lados del campo, presenta deficiencias, siendo constantemente explotadas por las selecciones sub-22 de China y Uzbekistán en los últimos dos partidos. La capacidad para mantener la distancia y tomar decisiones tampoco es buena, por lo que cuando los rivales aprovechan los balones aéreos al área, la selección sub-22 de Vietnam se enfrenta a problemas inmediatos.
En el mediocampo y la delantera, la idea de desarrollar el balón aún está lejos de ser una realidad para la selección sub-22 de Vietnam. El mediocampo carece de un jugador que pueda controlar el ritmo del partido y generar pases que desarmen la defensa rival.
Cuando no se crearon muchas oportunidades, los delanteros siguieron fallándolas de una manera bastante lamentable, de forma similar al torneo sub-23 del sudeste asiático o a las eliminatorias sub-23 de Asia.
...a los puntos brillantes
A pesar de sus numerosas limitaciones, la selección sub-22 de Vietnam aún presenta aspectos positivos para el optimismo, siendo su espíritu de lucha su rasgo más destacado. El desempeño contra la selección sub-22 de Uzbekistán demuestra que el equipo no se ha rendido.
A pesar de la presión ejercida durante la mayor parte del partido, la selección sub-22 de Vietnam luchó hasta los últimos segundos, como lo demuestra el disparo de Ngoc My que casi logró el empate.

Pero lo más destacable es su fortaleza física. Esto supone una diferencia notable con respecto a anteriores selecciones sub-22. A pesar de enfrentarse a dos equipos físicamente superiores, China y Uzbekistán sub-22, los pupilos del entrenador Kim Sang Sik mantuvieron su energía hasta el final del partido.
Los jugadores se mueven mucho, compiten con fuerza y mantienen una alta intensidad durante los 90 minutos, una señal importante en la preparación para los grandes torneos.
Sin embargo, en el fútbol moderno, ser "fuerte y flexible" no basta. La fuerza física puede ayudar a la selección sub-22 de Vietnam a competir y no perder fácilmente, pero no garantiza la victoria.
Para llegar lejos en la fase final de la Copa Asiática Sub-23 a principios del próximo año, el entrenador Kim Sang Sik debe ayudar a sus jugadores a jugar con eficacia, ser incisivos en ataque y más disciplinados en defensa.
Fuente: https://vietnamnet.vn/u22-viet-nam-va-nhung-diem-sang-tai-panda-cup-2025-2463321.html






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