En un artículo publicado en la revista Nutrients, un equipo de científicos de la Universidad de Castilla-La Mancha (España), la Universidad Autónoma de Chile y la Universidad Politécnica y Artística del Paraguay descubrieron un interesante "efecto opuesto" entre el vino tinto y el vino blanco.
Las personas que las beben regularmente, en dosis moderadas, reducen el riesgo de muerte cardiovascular, el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y, especialmente, enfermedades coronarias, que a menudo conducen a ataques cardíacos mortales.
El alcoholismo provoca muerte precoz, pero el consumo moderado y regular de vino tinto y blanco ayuda a reducir la muerte súbita por problemas cardiovasculares (Foto ilustrativa de Internet)
Se recogieron datos de más de 1,4 millones de personas con un seguimiento acumulado de entre 4 y 25 años, revelando una clara relación inversa entre el consumo de estos dos tipos de alcohol y la mortalidad por problemas cardiovasculares en general.
Los autores también profundizaron en el mecanismo y descubrieron que los componentes del vino reducen el riesgo de un problema estrechamente relacionado con los accidentes cerebrovasculares y los ataques cardíacos: la trombosis o coágulos de sangre.
El vino tinto tiene un efecto más pronunciado debido a su mayor concentración de componentes beneficiosos que el vino blanco. Estos son compuestos fenólicos como el ácido gálico, la catequina y la epicatequina, pertenecientes al grupo de los favonoides, un tipo de antioxidante presente en las uvas tintas.
También reduce la oxidación del colesterol malo (LDL) y cambia varios otros componentes de la sangre, según News-Medical.
Por supuesto, para lograr este efecto, conviene beber vino con moderación. Las recomendaciones más comunes son aproximadamente una copa de vino al día, que se sirve solo de una parte. El consumo excesivo provoca el efecto contrario, ya que los componentes beneficiosos se ven anulados por los efectos nocivos acumulativos del alcohol.
Además, una sugerencia interesante para quienes no toleran bien el alcohol: prueben el vino sin etanol. Quienes bebieron vino sin etanol en el estudio obtuvieron los mismos beneficios que quienes bebieron vino normal.
Un ejemplo bastante práctico es la dieta mediterránea, que a menudo incluye vino y está considerada como la "mejor dieta del mundo ", lo que ayuda a los españoles a encabezar las listas de salud.
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